Este trabajo revela que el arte de ese periodo es una de las primeras expresiones de creatividad y complejidad cognitiva de los Homo sapiens
Un innovador estudio publicado en la revista Scientific Reports por la Facultad de Geografía e Historia y su Laboratorio de Tecnología Prehistórica (Labtec) de la Universidad de Salamanca, arroja nueva luz sobre el proceso de creación artística de nuestros antepasados. Este trabajo, realizado en colaboración con la Facultad de Psicología, subraya la importancia del arte como una manifestación temprana del desarrollo cognitivo humano, revelando que el arte paleolítico es una de las primeras expresiones de creatividad y complejidad cognitiva de los Homo sapiens.
A pesar de su relevancia histórica, hasta ahora no se habían llevado a cabo estudios exhaustivos sobre los procesos neurológicos y las habilidades motrices vinculadas a la creación de estas representaciones artísticas. En este contexto, el Laboratorio de Tecnología Prehistórica, dirigido por la profesora Olivia Rivero, lidera este estudio pionero que analiza, por primera vez, la conexión entre las habilidades cognitivas y motoras de los humanos anatómicamente modernos en el ámbito artístico.
La doctora Rivero destaca que “el arte paleolítico no es solo una expresión estética, sino un conjunto complejo de destrezas técnicas y estilísticas”. Entre los hallazgos más significativos, se revela que la experiencia en artes visuales está relacionada con un mejor rendimiento en habilidades espaciales, como la visualización y la rotación mental. Esto sugiere que los primeros artistas necesitaban un entrenamiento especializado para desarrollar sus habilidades.
El estudio utiliza un enfoque interdisciplinario innovador, combinando pruebas psicométricas y tareas de dibujo y grabado monitoreadas por guantes sensores de movimiento. Esto permite comparar el desempeño de expertos y no expertos en artes visuales ante desafíos similares a los de la producción artística del Paleolítico superior. Aunque se encontraron diferencias significativas en las tareas de dibujo, no se observaron variaciones notables en las habilidades motoras, lo que indica que la técnica de grabado paleolítico requería un aprendizaje específico.
La investigación sugiere que el aprendizaje de estas habilidades artísticas se producía en "comunidades de práctica", donde el conocimiento se transmitía de generación en generación. Esta transmisión no solo fue clave para la preservación de la tradición cultural, sino también para la evolución cognitiva de los primeros humanos.
La similitud en los errores de grabado entre expertos y no expertos indica que se necesitaba un aprendizaje específico para dominar la técnica, alineándose con el registro arqueológico que muestra dificultades técnicas en numerosas muestras de arte paleolítico.
Este estudio establece las bases para futuras investigaciones sobre cómo las habilidades cognitivas y motrices relacionadas con el arte paleolítico difieren de las que se atribuyen a los artistas contemporáneos.
Con esta investigación, los autores contribuyen a un entendimiento más profundo de la producción artística en el Paleolítico, “abriendo nuevas líneas de estudio sobre la evolución del comportamiento simbólico y artístico de nuestra especie”, concluye la Dra. Rivero.
El Laboratorio de Tecnología Prehistórica de la Universidad de Salamanca se dedica al estudio del desarrollo y transmisión de las capacidades cognitivas y culturales de los Homo sapiens a lo largo del Paleolítico Superior, analizando las habilidades técnicas y estéticas asociadas a las producciones artísticas de esa época.
Su investigación se articula en torno a varios ejes, como el análisis de material arqueológico, la arqueología experimental, la neurociencia y la etnoarqueología, desarrollando proyectos en yacimientos nacionales e internacionales, algunos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.