No se pudo disfrutar de un día de campo, pero sí de la paella y las parrilladas
La localidad de Alba de Yeltes culminó este domingo con una comida de confraternidad tras varios días festivos con motivo de la celebración de los Santos Ángeles Custodios, comenzando el pasado miércoles con los actos más solemnes, dejando de cara al fin de semana las actividades con más peso, como el encierro a caballo, las verbenas nocturnas o las capeas populares; que son en definitiva lo que más público concentra en este tipo de festividades.
La jornada dominical amaneció con una inestabilidad meteorológica con precipitaciones de lluvias que duraron durante toda la mañana y la tarde. Por lo tanto, la comida de confraternidad que el ayuntamiento tenía en mente organizar en el merendero de las piscinas, tuvo que cambiar de estructura y adaptarse a las circunstancias adversas.
El agua no impidió que se pudieran hacer los preparativos de una enorme paella con 42 kg de arroz y otros 50 de pollo, más 15 kg de langostinos que se repartirían entre cerca de 400 personas apuntadas a la comida.
Además, varias parrilladas con 35 kg. de panceta y 25kg de longanizas servirían para el segundo plato.
Como ya se ha apuntado, la idea era la de pasar una tarde de confraternidad en el merendero, pero el agua y el viento hacía desapacible la permanencia en el campo, por los que se decidió que los comensales pasaran a recoger la comida y pudieran degustarla cada uno en sus casas con familiares y amigos.
No quedaba otra, aunque los albenses preferían estar todos juntos, este año tuvo que ser así, pues tras disfrutar de unos días muy agradables en todos los actos desarrollados, el último, ni la descarga de las nubes pudo aguar la fiesta.