Café para todos, pero con Valladolid y Burgos como beneficiadas

Esta semana se hacía público el acuerdo impulsado por la Junta de Castilla y León con el visto bueno de los cuatro rectores de las universidades públicas de la comunidad autónoma, mediante el cual se accedía a las demandas de las universidades de León y Burgos para impartir Medicina, si bien para calmar las reticencias de las universidades de Salamanca y Valladolid se compensaba a estas creando nuevas titulaciones en ellas.

Así, si por un lado la Junta accedía a crear el grado de Medicina en León y Burgos, por otro aprobaba crear grados de Farmacia y Biotecnología en Valladolid, así como de Veterinaria en Salamanca, pudiendo considerarse que las grandes beneficiadas de este acuerdo de la Junta con los rectores son las universidades de Valladolid y Burgos.

Y es que, por una parte, tenemos que la Universidad de Burgos se lleva el grado de Medicina sin que la Junta le exija una contraprestación de titulaciones que ya tuviese, caso contrario al de la Universidad de León, a la cual se le otorga el grado de Medicina pero a cambio de que una de las titulaciones que ya imparte, Veterinaria (que está considerada la joya de la corona de la universidad legionense), se imparta también en otra universidad de la comunidad, en este caso la de Salamanca, así como que Biotecnología, que también se imparte en la Universidad de León, pasará a ser impartida también en la Universidad de Valladolid.

Por su parte, la Universidad de Salamanca pasará a impartir Veterinaria aunque a cambio un grado que imparte, Medicina, pasará a ofertarse también en las universidades de Burgos y León, mientras que Valladolid (que también oferta Medicina actualmente) pasará a impartir Farmacia y Biotecnología, lo que afectaría directamente a la Universidad de Salamanca, que actualmente oferta tanto el doble grado en Biotecnología y Farmacia, como el grado en Farmacia.

De este modo, vemos que si analizamos al detalle el acuerdo de nuevos grados impulsado por la Junta, las grandes beneficiadas de dicho acuerdo parecen ser las universidades de Castilla (Burgos y Valladolid), mientras que las de la Región Leonesa (Salamanca y León) a priori salen peor paradas, en el caso salmantino por el hecho de que se vaya a implantar Farmacia en Valladolid, al ser una titulación de gran entidad, ya que la implantación de Medicina en León y Burgos no le debería afectar en exceso (al acudir los leoneses principalmente a Oviedo para cursarla y los burgaleses a Valladolid o País Vasco).

Y es que la implantación de Farmacia y Biotecnología en la Universidad de Valladolid supondrá crear dentro de la misma comunidad una competencia directa a Salamanca y León, que ya imparten dichas titulaciones (en el caso de Salamanca ambas, y en el caso de León solo Biotecnología), lo que podrá acarrear el desvío hacia Valladolid no solo de alumnos de otras provincias de la autonomía, sino también de alumnado procedente de Madrid, apareciendo en este caso como perjudicada indirecta ya fuera de la comunidad la Universidad del País Vasco, que imparte Farmacia en Álava y Biotecnología en Vizcaya, con lo que el flujo de burgaleses hacia dicha universidad para cursar dichas titulaciones presumiblemente se reconducirá en gran medida hacia Valladolid.

Por ello, el acuerdo de nuevas titulaciones impulsado por la Junta con los cuatro rectores de la comunidad parece suponer una especie de “lo comido por lo servido” para las universidades de Salamanca y León, con quizá más perjuicio que beneficio en el caso de Salamanca dada la entidad de Farmacia (que se ofertará también en Valladolid fruto de dicho acuerdo), mientras que las grandes beneficiadas parecen ser las universidades de Valladolid y Burgos, la primera por llevarse una ‘joya’ como Farmacia, además de Biotecnología, y la segunda por recibir Medicina sin tener que ceder que ninguna de sus titulaciones actuales se dé en otra universidad de la comunidad.