Es uno de esos artes tan tradicionales como repleto de encantos, de esos que siempre cuentan con un poderoso misterio que atrae miradas y atenciones a partes iguales, todo ello generado a través de un centenario conocimiento y unas manos que, junto con la mente, trabajan moviendo los hilos, en un delicado baile, para conseguir creaciones sorprendentes.
Hablamos del
encaje de bolillos, una delicada técnica textil, considerada un oficio artesanal, consistente principalmente en entretejer hijos enrollados en lo que se llaman bolillos, labor que este pasado sábado se ha podido ver en plenitud en Peñaranda, ciudad en la que se han congregado 180 amantes de este arte, suponiendo uno de los encuentros más importantes en la provincia de Salamanca y con participantes llegados desde numerosos puntos de la geografía.
Un noble arte que, sorprendentemente, tiene su cuna precisamente en la provincia charra. Al menos así lo atestigua un antiguo mapa que recogía los lugares mas importantes en España en los que se desarrollaba esta confección artesanal, destacando en cuatro localidades del territorio salmantino.
Un llamativo descubrimiento, realizado por la peñarandina Conchi García Martín, una de las creadoras de la asociación local de encajeras, quién explica que “se trata de un mapa, fechado en 1939, en el que se recogen los lugares mas destacados del encaje de bolillos en España, y en el que figuran como parte destacada Salamanca, Peñaranda de Bracamonte, Ciudad Rodrigo y La Alberca, situándolos entre los pocos lugares de referencia nacional”.
Se trata de un documento que, tal y como relata Cochi, llegaba a sus manos desde Valencia y de manos de Carmen Alemán, quién fuera asistente social en la comarca peñarandina y gran amante del encaje de bolillos. “Gracias a este descubrimiento comencé a investigar y querer conocer más sobre la historia de esta labor, que también enganchaba a Carmen de manera especial” asegura.
Ella, como decenas de mujeres en Peñaranda, continúan hoy perpetuando este saber ancestral en encuentros como el de este sábado y los que se realizan a lo largo del año por todo el territorio salmantino, algo que ahora, tal y como mostramos, deja patente que tiene una historia con muy antiguas y profundas raíces en nuestros pueblos.