"El toreo es un arte y un oficio. Un arte como expresión plástica y un oficio como mayor o menor habilidad en la lidia de reses bravas. Cuando el oficio se personaliza, se distingue del mero conocimiento y se eleva con singularidades y acentos propios, adquiere categoría artística individual, concreta"
El toreo es un arte y un oficio. Un arte como expresión plástica y un oficio como mayor o menor habilidad en la lidia de reses bravas. Cuando el oficio se personaliza, se distingue del mero conocimiento y se eleva con singularidades y acentos propios, adquiere categoría artística individual, concreta. Esto significa no solo saber torear, sino interpretar estéticamente la plasticidad del toreo como lucha, engaño, luz, color, valentía, entrega, estilo. En una palabra, realizar su obra, a través del 'gesto'.
Para muchos públicos de hoy, la lidia, ya sea por desconocimiento de la misma, por escasez de maestros lidiadores o porque los toros tienen poco que lidiar, el caso es que tal recurso cuando casualmente ocurre, es un aburrimiento y solo el toreo un placer. Para el toreo, o para el verdadero aficionado, la primera es un imperativo digno de atención, la segunda una brillante inspiración. Las faenas más lúcidas se hicieron siempre cuando el toro había sido sometido previamente. Hoy, el toro que conforma las faenas es un animal (salvo puntuales excepciones) 'robot', inocente, titubeante, que resta emoción e incógnita dramática. Pero ya no queda más remedio que aprovechar los toros, según salen por toriles, carentes de diversidad, de fiereza, de poder y nervio, pero con empalagosa nobleza. De esto deducimos la controversia entre entusiastas de hoy y los románticos del pasado.
Trenzan en La Glorieta a tres toreros poderosos, de mucha fibra, sobrados de actitud y aptitud y, de carácter lidiador. Perera ya veterano, fue triunfador el año anterior, y tiene con esta plaza lazos importantes, desarrollados en su carrera. Y digo triunfador, porque fue para este comentarista la mejor faena al mejor toro de la feria 'madrileño'. Emilio de Justo, torero de verdad, luchador tenaz, al que le costo llegar, sabe lo que es estar abajo y no quiere volver, Y Borja Jiménez, otro 'espartano', que a codazos se va abriendo camino, tras apretarse la faja e ir comprobado bajo la batuta de amigo Julián, que hay que entregarse y vaciarse cada tarde. Posible que de esta salga el sustituto de Morante, o no.
El ganado lo vimos en el desenjaule, y salvo algún toro, que supongo habrán cambiado, el resto gusto mucho, parece que Vellosino va creciendo y está en buen momento, ya se llevó un toro de oro, y seguro que quiere otro. Todo este preámbulo para decir que me gusto la corrida, un tanto desigual, pero con el atractivo muy significativo de la variabilidad, de la casta, y comportamientos en las embestidas que daba que pensar a los toreros, que fueron corrigiendo defectos de la misma, o sea dominando con poder.
Los tore lo dicho terna poderosa, con un Perera cuajado, firme resolutivo su primero se vencía por el izquierdo y la faena se basó en el pitón derecho series poderosas bien rematadas cerró con una bernadinas y pinchazo y atravesada se fue ovacionado. En su segundo oponente empujó en una vara, galopó en banderillas, se desmonteró el peonaje, brindó al público, dos por la espalda en el centro del ruedo era la presentación de una faena consentida, pases en profundidad seriamente rematados, bien asentado y algunos de pecho superiores, lo paso por ambos lados, fija la planta y seguro de sí mismo, lástima que este torero siempre compromete las faenas por el largo metraje, le sobró el pase final, y tras aviso mató de entera trasera, una oreja bien ganada, la segunda fue un exceso que no gustó a una parte de la plaza, pero este palco es así, le endilgó dos orejas y salir en volandas por la puerta del toro.
Emilio de Justo otro extremeño que lleva temporadas formando los mejores carteles, un toro que manseo y huyó en los primeros tercios, que tomó una vara larga en chiqueros, y a partir de cumplir en banderillas, se aplicó en la muleta de Justo, inicio torerísimo, se lo sacóo toreado a los medios, y sorteó una faena de muchos kilates series profundas bien rematadas el toro humillo y metió con clase la cara de Justo templo su torero, encajado y firme la planta, lo remató con unos ayudados por alto, una faena que se le vio disfrutar, tenia ganada la oreja y lo pincho, y tras aviso dejó una entera. Fue ovacionado. Su segundo animal, bajó el diapasón de la corrida, se tapaba con los pitones y estaba bien hecho el colorado, pero estaba tan débil, que se empezó a derrumbar, a defenderse, aseado el extremeño hubo de matarlo con prontitud, de entera caída se ovaciono su labor de toda la tarde.
Y finalmente este esperado Borja Jiménez, que enseguida se le vieron las intenciones, al fijar con ceñidas verónicas a su primero, esperó en banderillas y en la muleta brindo al publico y de inicio le metió tres trincherazos de cartel para sacarlo al tercio, muy tranquilo dominador remató series por ambos pitones de mucho fuste, arte conjunción y remate, hizo el toreo de siempre, marcó los tiempos, apretó al toro al natural manejo con sobriedad los engaños, se colocó en los terrenos adecuados un final muy de “Espartaco”, y mató de entera tendida, creo como punto defectuoso que se pasó de faena, cobró una oreja muy solicitada. En el que cerraba plaza, Jiménez se mostró variado de capote, un toro que punteaba los engaños, incierto de embestida no supuso que se plegara a su condición Jiménez lo fue sometiendo, aguantó el calamocheo, no se arredró, quería la puerta, el toro ayuno de clase fue sometido por el sevillano que no quiso dejarse nada atrás en esta presentación de La Glorieta, su firmeza, valor y entrega fueron el resultado, al tirarse a matar cobró estocada entera trasera y caída, y el animal fue paseando la muerte al abrigo de las tablas, cobró una oreja más y acompaño a Perera en su salida a hombros por la Grande; y en estas que cerramos la Glorieta hasta el día 20… descansen hasta el próximo ciclo.
VELLOSINO: bien presentados, con romana sobrante, serios por delante de variado comportamiento, falta entrega, y el que hizo 5º, blando e inútil para la lidia
PERERA: Ovación Y dos orejas (salió a hombros)
DE JUSTO: Ovación y ovación
JIMENEZ: oreja y oreja (salió a hombros)
Tarde con muy buena temperatura y ¾ de plaza