Tarde de presentación y de despedidas en La Glorieta

El toro, es el único que puede convertir un hecho banal en dramático. Cuando la lucha con el toro es un espectáculo mayor, una de las obligaciones esenciales del torero es, la de emocionar al público y, conseguir con la expresión de su arte mover directamente sus sentimientos, sus corazones y sensibilidades. Es decir, hacerlo vibrar, ponerle los “pelos de punta”, arrancarle el olé seco y rotundo, que no puede reprimir su garganta. - Claro; el toro debe estar en la arena, en cuanto se reduce el peligro, o no existe más que como mera ficción, esta sensación se marchita y pierde toda su originalidad. Y es que un torero sin toro, queda reducido a muy poquita cosa.

Hoy, estimo que se presenta un cartel un tanto inédito, por un lado la presentación en un tono serio del novillero “farinato”, que llega con un rosario de triunfos por todas las plazas donde se vio anunciado, y por otra la despedida de estos dos grandes del escalafón tanto del toreo a caballo, como de a pie Ponce y Mendoza, han cumplido sobradamente en su larga carrera, para escribir toda una hoja de servicios muy relevante en la historia reciente de la tauromaquia, por tanto hoy lo relevante será el joven Marco, que nos hubiera gustado al aficionado más cabal haberlo visto batirse en la novillada, evidentemente parece que va por otro lado… hoy a buen seguro la exigencia será para él… los otros dos grandes ya demostraron todo, aun así, se despedirán con la grandeza con la que se pasearon por el universo taurino, que les vaya bien y sean felices…

El ganado murubeño del Capea, no desentono en el desenjaule, un tanto desigual, Va a lidiar a tres bandas…, por lo tanto, ya sale en privilegiada posición… veremos. Ya tanto que lo hemos visto, pues salvo el que hizo 5º segundo de Ponce, que tuvo buena condición y un tono mas vital, el resto ciertamente han sido un lamento de flojera, mortecinos, si resuello y faltos de raza, y eso que no se picaron el caso de los novillos, no tuvieron duración se afligieron pronto y no facultaron el triunfo salvo el ya señalado.

De los actuantes Mendoza, es evidente que este caballero se va con todas las de la ley, tuvo una muy floja actuación algunos caballazos y cabriolas, el torero a dos pistas llegando mucho a la cara, pero en lo demás no paso de vulgar matando los toros de aquella manera, quien lo ha visto y quien lo ve, silencio y ovación de despedida.

Enrique Ponce, toreo de capote sin apreturas, comienzo genuflexo de inicio, luego pases sueltos sin profundidad ligar faena el pozo de casta estaba vacío, mato a este primero de entera y se le ovaciono. En su segundo un toro con mas movilidad y buen tono, tomo una vara, y tras buen tercio de banderillas, desmonterándose el peonaje, aprovecho el valenciano la codicia inicial para construir una faena por ambos pitones rematando las series con enjundia, cierto no fue muy reunida pero con su técnica depurada y el empaque que atesora templo al Murube mientras duro, lo mato de entera, le pidieron dos orejas, se las concedieron y luego todo eran abrazos, alegrías, vítores, frenesí etcétera, lo normal en estos casos.

Pero la tarde y el publico asistente hay en tres cuartos de plaza, quería comprobar in-situ al joven Marco, con todo lo que viene arrastrando, y la verdad es que el chaval debe tener un disgusto mayúsculo, esto es así amigo, siempre he dicho en esta carrera la cautela, el sosiego y la prudencia, son elementales, porque un día llega el toro y de una u otra forma te para en seco, de todas formas debemos considerar que el joven Marco puso de su parte todo para triunfar en su plaza, tiro de una agalbanada embestida de su primero, le saco cuantos pases tenia, por ambos pitones, el chico siempre entregado, técnico donde el animo y el valor eran sus credenciales, torero bien, dentro de lo que sus novillos permitieron, que no fue mucho pues aun sin picar, siempre se quedaron cortos, debajo de los engaños, que manejo con prestancia y gusto, pases cambiados, de rodillas, derechazos de buen tono, pero claro con animales de tan poco recorrido, moribundos y parados la cosa no dio más de sí, luego la hora de matar paso un quinario con los aceros, se pierden los nervios, se atropella la razón y llega el descorazonamiento, y se derrama la compostura, en fin lo dicho era la tarde esperada pero solo Ponce se fue hombros y en olor de multitud… así la cosa, mañana seguimos…

Ficha del festejo:

Cerca de ¾ de plaza, buena temperatura, fresquito a la sombra

Toros y Novillos de Capea= desrazados, flojos, sin pujanza y resuello, en líneas generales, se salvó el que hizo quinto, que tuvo buen tono y más vitalidad

Mendoza: (silencio y ovación de despedida)

Ponce: (ovación y dos orejas salió a hombros entre gran ovación de despedida)

Marco Pérez: (ovación y ovación de consolación)