Cortaron seis orejas y dos rabos a una excelente novillada de Lorenzo Espioja
Salvador Herrero se mostró muy variado y dispuesto en el saludo capotero al primer astado de la clase práctica. Bravo y con recorrido el de Espioja pese al golpe que se pegó contra las tablas en el tercio de banderillas y que pareció descordarle. Muy clásico el toreo de Salvador Herrero, destacando en el toreo aplomado y asentado al natural. Todo lo hizo con torería el salmantino, desde el comienzo hasta el epílogo toreando de rodillas en cercanías, y posteriormente por luquesinas. Mató de estocada entera y cortó dos orejas.
Con mucho gusto toreó Jesús Iglesias a la verónica al gacho que hizo segundo, un novillo de Espioja que también fue bravo y tuvo ritmo en su enclasada embestida. Lo aprovechó Iglesias para firmar series de muletazos con mucha limpieza y toreando muy despacio, por momentos a cámara lenta. Al natural hubo una serie extraordinaria, con la figura erguida y llevando con mucho pulso la almibarada embestida del novillo. El epílogo toreando a dos manos fue de una torería mayúscula. Enterró el acero al primer viaje y paseó dos orejas y rabo.
A porta gayola se fue Julio Norte para recibir al tercero del festejo, al que cuajó a la perfección a la verónica. De rodillas comenzó el novillero salmantino en los medios. A más la faena de Norte, impecablemente vestido, en la que destacó en el toreo al natural frente al noble novillo de Espioja, que tuvo también duración. Acortó distancias Julio Norte en un final de faena autoritario y apabullante, dando muestra de estar sobradamente preparado para empresas mayores tras una temporada inmaculada. Mató de estocada fulminante y cortó los máximos trofeos.
Plaza de toros de La Glorieta. Media entrada. Novillos de Lorenzo Espioja, nobles, bravos y de excelente calidad. El primero premiado con la vuelta al ruedo. El segundo de una clase superlativa. El tercero noble.