En esta entrevista hablamos con su creador e integrante, el tamborilero Manolo ‘Churruchuela’, sobre la historia y actualidad del grupo
Béjar es ciudad de tradiciones y estas, volverán a estar presentes en las ferias y fiestas del municipio. El folklore bejarano es único y por ello el municipio ha contado con la actuación del Grupo Folklórico Ntra. Sra. del Castañar.
Para conocer la historia del grupo y su idea de preservar y seguir mostrando el folklore, hablamos con Manuel García, más conocido como Manolo ‘Churruchuela’ quien lleva por bandera su lema “que la gente sea alegre noble y sincera”.
¿Cuándo nace este grupo folclórico?
El Grupo nace en torno el año 1993- 1994. Se creó por la idea de que a mí me dolía mucho que mi pueblo, que es Sorihuela, tuviera un grupo folclórico que formamos nosotros, y cualquier pueblo de la sierra tuviera un grupo folklórico, y Béjar no lo tenía. Me dolía mucho, se lo propuse al Ayuntamiento, nos dejaron, nos ampararon un poco, nos apoyaron y lo formamos. El grupo está formado con dulzaida y redoblante, y la gaita y tamboril, mezclando ambas músicas.
Al Grupo Folclórico Nuestra Señora del Castaños nos apadrinó Ruperto Fraile, que fue una persona muy ejemplar y muy única en Béjar, muy singular. Fue nuestro padrino del grupo.
Tenéis buena acogida por parte del público…
Tenemos bastante público y hemos recorrido diferentes lugares. Hemos ido a Portugal, a Asturias, a Valladolid, Madrid, Leganés, Galicia… a diferentes sitios. Y luego también a diferentes pueblos de aquí de la zona. También hemos estado en Guarda (Portugal), con quien tenemos un acto de hermanamiento. Tenemos pasacalles muy bonitos porque las gaitas sonaban las tres iguales y para ello vamos al unísono y bueno, pues hacemos pasacalles y procesiones muy bonitas.
¿Sois muchos integrantes en el Grupo?
Pues hemos sido, y ahí están las fotos que lo avalan, 29 personas de diferentes edades. Ahora somos algunos menos, pero nos defendemos y seguimos con ello. Entre ellos era el grupo de Salamanca, capital y de los pueblos de alrededor, donde bailaban muchos hombres, bailaban más de 9 hombres en el grupo y eso llamaba la atención. Entre ellos, por ejemplo, han estado el médico Cesáreo Requejo y su mujer, también profesores de la escuela de ingenieros de Béjar y otras personas.
Hablabas de los trajes, ¿cómo los hacéis?
Mi mujer, con humildad aparte, te lo digo, lleva una línea que es como un pintor. Un pintor no repite un cuadro. Mi mujer hace el diseño, corta el traje y luego dirige a la persona que lo hace. Pero cada una construye su traje y ninguno es igual.
En Béjar no hay un traje oficial. Hablamos con Ángel Carril, que fue el director de cultura tradicional, y le pedimos a ver si teníamos por la zona de Béjar algún traje concreto, y no hemos encontrado nada. Entonces, con el permiso de Ángel, cogimos uno, que es el que hemos creado en Béjar; que hemos presumido de nuestro estandarte que son las cinco abejas, ya que la silueta que lleva el escudo, son cinco abejas y una que está fuera, que quiere volver, que representa al bejarano.
¿Es complicado mantener estas tradiciones?
Pues cuesta mucho, la verdad, y hay pueblos que quieren que vayamos muy guapos vestidos y que cobremos poco, casi que tenemos que pagar para bailar. Pero también hay pueblos que se portan muy bien. Y nosotros, aunque nos cuesta, seguimos intentado mantener estas tradiciones. El problema está en sembrar para que entre la juventud se fomente el arraigo a estas tradiciones.
El Grupo Folklórico Ntra. Sra. del Castañar lleva muchos años difundiendo y representando esta música y lo seguirán haciendo, llegando a todos los pueblos y lugares que lo quieran.