En Salamanca se produjeron 27 muertes por suicidio durante 2023: es la segunda causa más común entre las muertes violentas —solo por detrás de los fallecimientos producidos como consecuencia de accidentes
El suicidio es una realidad silenciada y llena de estigmas y tabúes. El 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio con el objetivo de concienciar a la sociedad de que este problema de salud pública puede evitarse. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma en su página web que esta jornada sirve como recordatorio de que la prevención del suicidio es una prioridad de salud pública y de que se requieren medidas urgentes para reducir las tasas de mortalidad por esta causa.
En Salamanca se produjeron 27 muertes por suicidio durante 2023: es la segunda causa más común entre las muertes violentas —solo por detrás de los fallecimientos producidos como consecuencia de accidentes—, tal y como detalla la última memoria del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Salamanca, Palencia y Valladolid (IMLCF). Este informe recoge que el suicidio constituye casi un tercio de las muertes violentas registradas en 2023 (un total de 102), dentro de las cuales están también incluidas las defunciones por accidente (casual, laboral o de tráfico) u homicidio.
De las 27 personas que fallecieron el año pasado por este motivo, 22 eran hombres y cinco, mujeres. Respecto a los procedimientos, el informe recoge que los más frecuentes son la ahorcadura y la precipitación, pero también se registran otras formas como la sumersión, las armas blancas o de fuego y distintos tipos de intoxicaciones.
La franja de edad más vulnerable es la comprendida entre los 51 y los 60 años. En 2023 se quitaron la vida ocho personas —hombres en todos los casos—, de esa generación. Otros tres hombres y dos mujeres tenían entre 61 y 70 años; dos hombres y una mujer, entre 71 y 80; y cuatro hombres, entre 81 y 90. El informe recoge la muerte por suicidio de un joven entre los 11 a los 20 años, de dos en la franja que va de 21 a 30 años; y de dos hombres y una mujer entre los 31 y los 40 años.
Respecto a la distribución de los suicidios por meses, junio, julio y septiembre fueron los más críticos con cuatro defunciones producidas en cada uno. En abril se registraron tres suicidios; dos en marzo, agosto, octubre y noviembre; y uno en enero, febrero, mayo y diciembre.
Aunque aún queda mucho trabajo por hacer como sociedad para terminar con las muertes por suicidio, estas cifras muestran una evolución positiva en la provincia. El número de fallecimientos ha descendido en Salamanca un 20% respecto a 2022. En ese año se produjeron 34 muertes por esta causa: 26 hombres y 8 mujeres. Once de ellos tenían entre 51 y 60 años y diez, entre 61 y 70.
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio fue establecido en 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS). La jornada, que se celebra el 10 de septiembre de cada año, tiene como objetivo centrar la atención en el problema, reducir el estigma asociado a él y crear conciencia entre las organizaciones, gobiernos y el público, transmitiendo el mensaje de que el suicidio puede prevenirse.
Dos internos de Topas se han suicidado en la prisión este verano. El 25 de julio encontraron a un hombre que prendió fuego a su colchón cuando se encontraba en el módulo de aislamiento. Unos días más tarde, el 4 de agosto, los funcionarios que estaban de servicio hallaron a otro recluso ahorcado dentro de su celda, en la que vivía solo, tras lo que se activó el protocolo de suicidio sin poder hacer nada por salvar su vida, según informó el sindicato CCOO.
Los representantes de Comisiones Obreras en el Centro Penitenciario de Topas han denunciado la “grave situación” que, a su juicio, se vive en esta cárcel por la “falta de recursos humanos, la deficiente atención sanitaria, el aumento de presos con patologías mentales y toxicomanías no tratadas adecuadamente, a lo que en esta época estival se unen las diferentes olas de calor, vienen generando un aumento de la conflictividad y alteración de la normal convivencia en el centro”.
Desde el sindicato han insistido en que no se dispensa una atención sanitaria adecuada y han criticado que no se cuenta con subdirector médico en el centro y que de nueve médicos “solo hay tres disponibles y la relación de puestos de trabajo no contempla la figura del psiquiatra a pesar de que una inmensa mayoría de internos toman medicación psiquiátrica”.
También este año, el 15 de julio un hombre se precipitó por el puente de la Carretera de Ledesma y cayó en la Avenida de Salamanca.
Afortunadamente, no todos los intentos de suicidio llegan a consumarse. El abril, agentes de la Policía Nacional de Béjar evitaron que una joven se lanzase al vacío desde un viaducto de la localidad. La rápida intervención policial consiguió abortar la intención de la joven en el justo instante en el cual se iba a lanzar por un hueco existente entre el hormigón del viaducto y los quita miedos. Durante la crisis, la joven manifestó que nadie podía ayudarle en la infinidad de problemas que padecía en su vida.