Decenas de personas, en su mayoria descendientes directos de Palomares de Alba, se congregaron en los alrededores de la ermita de Otero para disfrutar de la fiesta
La ermita de Otero se llenó de fieles como ocurre en cada cada primer lunes del mes de septiembre. La festividad de la Virgen de Otero congregó a decenas de personas primero por la mañana en la eucaristía y procesión, y posteriormente por la tarde en la celebración de la tradicional romería de las sandías.
Después de la misa, la Virgen de Otero salió en procesión por los alrededores de su ermita acompañada de los tradicionales sonidos de dulzainas. Porteriormente los mayordomos repartieron dulces y bebida para los asistentes, mientras no faltaba la presencia de Miguel Aparicio vendiendo obleas, barquillos y almendras garrapiñadas.
Al mediodía, en Palomares de Alba, Catering Gabriel presumía de buen gusto cocinando patatas meneás para el público asistente a la carpa. Tras el sorteo del bingo comenzó el traslado a la ermita, donde tendría lugar la tradicional Romería de la Sandía, fruta que se degusta siempre cada primer lunes de septiembre en los alrededores de la ermita. Allí la Comisión de Festejos sorteó una cesta y el agraciado fue Angel García.
Ya por la noche, la música la puso Dj Iker y la chocolatada fue cuenta de Restaurante Doña Matea.
Muchos niños disfrutaban también de la 'LLaves de Otero', artesanas de 'Pastelería La Teresiana', pionera en la realización de este tipo de dulce, recuperando esta tradición cuando cayó en el olvido, y posibilitando que las generaciones futuras disfruten de este tan curioso manjar. Siempre siguiendo los pasos de elaboración, que no son otros que añadir azúcar, glucosa, agua y el aroma del sabor que se quiera dar, dejándolo cocer hasta el punto de caramelo.
Tras esto, es el turno de preparar los moldes, definiendo ya la forma que se quiera dar (llave, gallo, cruz,), para posteriormente y cuando el caramelo esté hecho, verterlo sobre el recipiente con la forma ya definida.