Al escuchar el veredicto del tribunal, con la compañía de sus padres, Daniel rompía a llorar abatido
La Justicia tailandesa considera a Daniel Sancho culpable de los tres delitos de los que fue acusado en el juicio que arrancó en la Corte de Koh Samui el pasado 9 de abril y concluyó el 2 de mayo. Cuatro meses después -y a punto de cumplirse 13 meses del crimen- el juez del caso ha hecho pública la sentencia, condenando al hijo de Rodolfo Sancho a cadena perpetua por el asesinato premeditado de Edwin Arrieta, descuartizamiento y ocultación del cádaver, y destrucción de pruebas y de la documentación de la víctima.
Al escuchar el veredicto del tribunal, con la compañía de sus padres, Daniel rompía a llorar abatido, puesto que confiaba en que el juez considerase que no hubo premeditación en el asesinato, sino que se trataba de un homicidio imprudente como su defensa -que ya ha confirmado que recurrirá la sentencia al Tribunal de Apelación y al Supremo- defendió durante todo el proceso.
Sin embargo, la Corte de Samui ha condenado al chef español a una pena de muerte conmutada por cadena perpetua por haber colaborado en el juicio. Una sentencia durísima tanto para el español como para sus padres, que han reaccionado a la condena de una manera muy diferente.
Mientras Silvia Bronchalo abandonaba el Tribunal completamente destrozada tras escuchar el veredicto del juez, incapaz de hacer declaraciones, Rodolfo se ha mostrado entero y traquilo, y no ha dudado en dejar claro que no piensan rendirse: "A seguir luchando siempre, a seguir luchando", ha asegurado ante las cámaras al salir de la Corte.
Los abogados de Daniel, Marcos García Montes y Carmen Balfagón, han defendido su defensa y su labor durante el juicio y, aunque respetan y asumen lo que ha dicho la Justicia tailandesa, siguen convencidos de que su argumentación es sólida como para poder recurrir la sentencia.