Sábado, 21 de diciembre de 2024
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Beatriz Montejo: “Los médicos somos de los colectivos con mayor formación y mayor responsabilidad de la sociedad”
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médico especialista en cirugía general y del aparato digestivo y cirujana taurina

Beatriz Montejo: “Los médicos somos de los colectivos con mayor formación y mayor responsabilidad de la sociedad”

Actualizado 01/08/2024 11:28
María Fuentes

La salmantina, entre otras muchas responsabilidades, lidera uno de los equipos médicos taurinos que recorrerá los festejos de los pueblos de la provincia este mes “desde el compromiso máximo de mejora continua y de llevar preparado todo lo que se puede controlar”

Llegó agosto, el mes taurino por excelencia en el calendario de las programaciones toreras, el mes en que la provincia se llena de citas taurinas y el fervor y la afición llena las calles. Ante ese panorama, cobra un especial protagonismo el trabajo de los equipos médicos que son el seguro de vida para todos aquellos aficionados y profesionales del toro (novilleros, toreros, banderilleros…).

Beatriz Montejo lidera uno de esos equipos médicos que este mes recorrerá los pueblos de la provincia de Salamanca. Montejo, una eminencia en el sector de la medicina en Salamanca, es licenciada y doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca y Licenciado Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo por el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.

Desde el año 2009 trabaja en el Complejo Asistencial de Zamora, donde es personal estatutario fijo por oposición desde 2012. También es profesora asociada universitaria y dirige su propia clínica en Salamanca desde el año 2020. Además de su especialidad en la cirugía digestiva, dentro de lo amplia que es la especialidad, tiene una dedicación preferente al politrauma taurino (muy frecuente en nuestro medio: en España en general, y en Castilla y León en particular). Además, es una buenísima aficionada al sector de los toros, y es la cirujano responsable de la plaza de toros de La Glorieta. Habla sobre todo esto para SALAMANCA AL DÍA.

¿Qué condiciones tiene que cumplir un cirujano para especializarse en esta área?

El jefe de equipo médico taurino debería ser un especialista en cirugía general y del aparato digestivo, puesto que, por razones de competencia de la especialidad, somos quienes tenemos una formación quirúrgica más amplia y quienes más frecuentemente estamos involucrados en atención inicial y cirugía de urgencias de pacientes traumáticos graves.

Idealmente también, todos los especialistas quirúrgicos que quieran formarse y especializarse trauma taurino (TT), deberían hacerlo primero desde la capacitación que otorgan los cursos del Colegio Americano de Cirujanos. En ellos nos entrenan para actuar de forma protocolizada: a evaluar y tratar simultáneamente, de forma ordenada y reglada, a estos heridos para priorizar la atención a lesiones con riesgo vital y que no pase desapercibida ninguna lesión con riesgo inminente de muerte. Y después y en segundo lugar, esos protocolos deben adaptarse a las particularidades del lesionado taurino y para esto, también hay formaciones específicas y acreditadas que se organizan anualmente: una desde la Junta de Extremadura, dirigida por el Dr. Ricardo Iglesias, jefe del equipo médico Cemex (y que es requisito indispensable para prestar asistencia sanitaria en festejos populares en esa comunidad) y otra desde la Universidad Pontificia de Salamanca, organizada por nuestro equipo médico.

Mes clave de festejos taurinos es agosto. ¿Cómo lo afronta? ¿Cuántos festejos tiene y qué pueblos recorrerá?

Por lo menos para nosotros, que apenas nos dedicamos al festejo popular, el mes clave va del 15 de agosto al 15 de septiembre, con fechas especialmente complicadas por el número de festejos como 15 y 16 de agosto, y el 8 y 9 de septiembre. Esos días hay verdadera dificultad para encontrar equipos médicos, ambulancias y dotar enfermerías.

Nuestro equipo lo afronta desde el compromiso máximo de mejora continua y de llevar preparado todo lo que se puede controlar a priori (medicación, aparataje, instrumental, profesionales…). Muchas veces incluso por encima de lo que exige la ley (aquí en Castilla León RD 57/2008), para tratar de asegurar la mejor asistencia en caso de que suceda un percance. Nosotros estamos muy entrenados en trabajar juntos (lo que es un equipo, vaya) y si hay una cogida, cada uno sabe lo que tiene que hacer, de forma ordenada y sin interferencias ni pérdidas de tiempo, porque el pronóstico de estos pacientes depende de quien lo atiende en los primeros diez minutos. Y aunque a veces pasamos miedo, para nosotros también cada temporada es ilusionante.

Nuestra temporada empieza el 29 de enero en Valero, continúa en Corpus en Sancti Spiritus y el grueso viene a partir del 14 de agosto, fundamentalmente en pueblos de Las Arribes: Villarino, Masueco y Aldeadávila y, además, Linares de Riofrío, Peñaranda, Salamanca y Tamames. Además, también cuenta con nosotros la Escuela Taurina de Salamanca para sus clases prácticas, el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo y la empresa Servicios Taurinos del Duero. A todos ellos estamos muy agradecidos por la confianza.

¿Qué es lo más difícil de ser cirujano en una plaza portátil? ¿Hay mucha diferencia de serlo en este tipo de plazas o serlo en una fija?

Más de que se trate de una plaza fija o portátil, los condicionantes creo que son otras. Hay muchas plazas de tercera e incluso segunda categoría que al dar pocos festejos no tienen una enfermería fija idónea, no es viable acondicionarla y optan para esos días por un quirófano móvil.

Como decía, la mayor diferencia creo que es lo que implica cada tipo de plaza, puesto que, en general, las plazas portátiles están en localidades más alejadas de los hospitales y en ellas suelen torear novilleros o toreros más inexpertos, y por tanto con mayor riesgo de cogida.

Es la cirujana responsable de la plaza de toros de La Glorieta. ¿Cómo afronta cada Feria? ¿Cuántos años lleva ya en el equipo?

En La Glorieta hemos tenido el honor y la responsabilidad de suceder, después de 40 años al frente, al equipo liderado por el Dr. Luis Ortega. Este va a ser nuestro cuarto año y lo afrontamos con mucha ilusión porque hemos estudiado, trabajado y peleado duro por llegar hasta aquí de frente y por derecho. Y al mismo tiempo con la inevitable tensión por las potenciales lesiones graves que puedan suceder, pero con la tranquilidad que da formar un equipo con grandes profesionales y grandes personas, y con una enfermería con más de lo que se exige para poder realizar una cirugía de control de daños o de urgencia. Y también es justo reconocer públicamente el esfuerzo y la implicación de la empresa de Salamanca en garantizar una asistencia sanitaria adecuada.

¿Cuál ha sido allí la cornada más grave a la que os tuvisteis que enfrentar?

La cornada más grave a la que yo me he enfrentado en mi vida gracias a Dios me pasó en el hospital y fue un recortador de 18 años que llegó con una herida por empalamiento que le rompió el recto y la vena ilíaca interna, provocándole un hemoperitoneo o hemorragia intra-abdominal de 2 litros.

En La Glorieta la más grave fue el año pasado la de El Pilo, banderillero de Juli con una cornada en el muslo y una cornada envainada en la pierna derecha, de dos trayectorias extensas cada una, de la que le está costando recuperarse.

Y en la provincia, no sé si recuerda alguna especialmente por la dificultad.

En Tamames en 2022, El Mene se cortó con la espada en la pierna izquierda, seccionando por completo el músculo gemelo, que es una lesión grave no por riesgo vital, pero si incapacitante en una persona joven, y de la que, afortunadamente evolucionó bien.

¿Cómo ha evolucionado la cirugía taurina en los últimos años?

Creo que ha evolucionado en el sentido que decía al principio, a la adaptación de protocolos mundialmente aceptados de asistencia inicial y cirugía de urgencia en paciente traumáticos graves a las especificidades del lesionado taurino y esto ha demostrado que consigue el mejor pronóstico de los heridos.

Aún así todavía hay trabajo por hacer y cosas que mejorar, como por ejemplo la movilización de los heridos en el ruedo y el traslado a la enfermería para no ocasionar lesiones neurológicas o no agravar lesiones ya existentes no diagnosticadas.

Está muy cerca del sector, ¿Cómo ves el panorama actual? ¿está la Tauromaquia en peligro de extinción?

El panorama en general lo veo mal, porque llevamos años inmersos en una crisis política, económica, social y moral, circunstancia a la que no vemos fin y a la que la tauromaquia no puede ser ajena. Y, además, en vez de ser protegida, es atacada por la ideología y el sectarismo de quienes gobiernan solo para unos pocos.

Sin embargo, la realidad es que sigue despertando un enorme interés y muchas localidades no conciben sus fiestas sin toros. Público y aficionados de todas las edades participan y disfrutan de festejos populares y profesionales y probablemente lo hicieran mucho más de estos últimos si se abaratara el precio de las entradas y los novilleros y toreros más jóvenes fueran más conocidos por la sociedad.

En general, ¿los médicos os sentís valorados?

Al hilo de la pregunta anterior, creo que existe también una crisis de valores y principios potenciada porque desde hace décadas se ha hecho creer a la población que solo tiene derechos y no deberes ni obligaciones. Y en ser más exigente con los demás que con uno mismo. Esto se refleja también en los nuevos planes de estudio donde se tiende a dar más valor lo emocional y subjetivo que a lo racional y lo objetivo, y esto llevaría a una sociedad blandita, aborregada y manipulable.

Los médicos somos de los colectivos con mayor formación y mayor responsabilidad de la sociedad, puesto que cuidamos y devolvemos lo más preciado que tenemos, que es la salud. Tomamos constantemente, muchas veces al día, decisiones que afectan a la vida de la gente y eso no está ni reconocido, ni valorado ni pagado. Se valora mucho más otro tipo de “profesiones”: “famosos” en general más o menos talentosos, que representan el estilo de vida fácil y adinerado al que aspira muchísima gente. Y con los profesores, que también tienen gran relevancia social, sucede algo parecido.

¿Qué es lo más gratificante de esta profesión?

Es poder ayudar a la gente en algunos de los peores momentos de su vida y actuar para que pueden recuperar la salud y su vida. En esto, la cirugía es especialmente gratificante puesto que, la relación causa-efecto, actuación-consecuencia, es muy tangible. Y cuando esto no es posible, intentamos que tengan le mejor calidad de vida posible.

La medicina es un estilo de vida: es un compromiso vitalicio con el estudio, la formación, el entrenamiento dedicado a tomar las mejores decisiones y destinar los mejores recursos, en base al conocimiento científico del momento, para tratar a nuestros pacientes.

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