Exigen un médico de área en exclusiva más otro compartido, una ambulancia de soporte vital básico, un geriatra y aparcamiento para vehículos de emergencias
El Consejo de Salud de la zona de Ledesma, que se reunió el pasado 25 de julio para analizar las posibilidades de atención sanitaria a la vista de la carencia de personal sanitario para atender las necesidades de la zona, especialmente en los meses de verano, quiere expresar su preocupación por una situación que no solo no mejora, sino que incluso ha empeorado desde el año pasado por estas fechas, momento en que se denunció la precariedad de medios en la zona básica de salud y se tramitó formalmente la solicitud de una reunión con la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca, de la que no se ha obtenido respuesta hasta hoy.
El equipo de cinco médicos/-as en el Centro de Salud de Ledesma se ve reducido en los meses de verano, por vacaciones y descansos tras las jornadas de guardia, a tres médicos o dos incluso en determinados días, lo que hace imposible atender todas las localidades y respetar los horarios de atención a la población establecidos, con el agravante de que en esta época del año aumenta considerablemente la población de la zona y, por consiguiente, la demanda de los servicios sanitarios. El Centro cuenta con un solo médico de área –tiene asignado teóricamente con otro más compartido con La Fuente de san Esteban, aunque este segundo de hecho está desplazado a esa zona– con lo que no es suficiente para cubrir las guardias vacantes ni suplir los descansos por vacaciones del resto. La dotación de personal de enfermería está mejor, cinco enfermeras más otras dos de área, aunque existe el riesgo de que en el mes de agosto no se asigne a una persona para cubrir las vacaciones, con lo cual aparecería el problema en el servicio.
El equipo de médicos/-as está realizando un gran esfuerzo por mantener los servicios mínimos en todas las localidades, si bien hay días concretos en que se han visto obligados a centralizar la atención en exclusiva en Ledesma. Es un esfuerzo notable por su parte, muy de agradecer, pero que no puede compensar las carencias en la atención a los pacientes, a quienes se dedican menos días y menos tiempo en las consultas. Los ayuntamientos, por su parte, colaboran en la difusión a la población del cuadro de atención semanal, que se elabora en función de la disponibilidad de personal.
En vista de lo anteriormente expuesto, y poniendo sobre la mesa otras carencias del Centro de Salud, se acordó solicitar de nuevo una reunión con el Gerente de Atención Primaria y hacer llegar, tanto a las autoridades sanitarias como a la opinión pública, las siguientes reivindicaciones:
Que se dote al Centro de Salud de Ledesma con un médico de área en exclusiva más otro compartido que, efectivamente y no solo en el papel, desarrolle aquí la mitad de su jornada semanal, puesto que ese es el mínimo requerido para asegurar el funcionamiento sanitario normalizado.
Que se dote al Centro de Salud de una ambulancia de soporte vital básico para el transporte de pacientes en situaciones de emergencia con la mayor rapidez posible y con el equipamiento mínimo imprescindible. No se entiende, puesto que no se ha dado oficialmente ninguna explicación, por qué motivo, habiendo estado aprobado este servicio para la zona de Ledesma, se desvió a otra zona de la provincia quizás menos necesitada.
Reclamar la figura de un geriatra que se incorpore al equipo sanitario del Centro de Salud, con la jornada que se estime necesaria para apoyar la atención y el seguimiento de las personas mayores con enfermedades crónicas y mayores necesidades de cuidados específicos. No podemos ignorar que en la zona de salud existen cuatro residencias de personas mayores, dos en Ledesma, una en Villaseco de los Reyes y otra en El Manzano.
Que se habilite un área para aparcamiento en exclusiva de los vehículos médicos de atención en las urgencias, reivindicación que se trasladará al Ayuntamiento de Ledesma.
El Consejo de Salud de Ledesma se sitúa en la defensa de una sanidad pública digna y de calidad para el mundo rural, haciendo valer los derechos sociales de las personas que viven en territorios desfavorecidos.