Lorena Martín y García Romo no han estado, pero sí las jugadoras del Perfumerías Avenida y la waterpolista Laura Ester
París, su Torre Eiffel y el jardín de las Tullerías prendieron la llama de los Juegos de 2024 tras el espectacular camino fluvial por el río Sena de los deportistas, convertido en un lienzo sobre el que la Capital de la Luz exhibió su acervo cultural, arquitectónico y artístico atravesando sus muchos lugares emblemáticos. Por ellos no pasaron Mario García Romo y Lorena Martín, pero sí las jugadoras del Perfumerías Avenida y la waterpolista Laura Ester. Fue el toque charro.
El Louvre, Los Inválidos, Notre Dame y Rafa Nadal. El tenista español, 14 veces campeón de Roland Garros, fue uno de los últimos portadores de la antorcha olímpica, recogida de manos de Zinedine Zidane. El fuego olímpico se instaló en las Tullerías, de mano en mano de célebres deportistas franceses, hasta prender un aro de siete metros bajo un globo de otros 30 que se alzó al cielo.
A bordo de 85 embarcaciones, los olímpicos de las 206 delegaciones fueron aclamados desde el gradería como los gladiadores de la antigua Roma, en un recorrido de cerca de 6 kilómetros que la flota completó hacia el oeste pasando por debajo de puentes históricos como el de Alejandro III, declarado Patrimonio de la Humanidad y que une Los Inválidos, el Grand y Petit Palais.