El IV Plan de Salud de Castilla y León señala el suicidio como la primera causa de mortalidad externa entre los hombres y formula entre las iniciativas a adoptar (Medida 269) el desarrollo e implantación del proceso de atención a la conducta suicida. En su desarrollo, en 2017 se aprobó el Proceso de Prevención y atención a la conducta suicida con los objetivos de identificar a las personas en riesgo de suicidio, disminuir sus tentativas, reducir la mortalidad por suicidio y asegurar la coordinación asistencial en su atención.
En este contexto, la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León ha impulsado la presente Estrategia de Atención a la Conducta Suicida para mejorar su prevención y atención y favorecer la colaboración y coordinación tanto interinstitucional en los ámbitos de educación y servicios sociales, como con otros agentes como los medios de comunicación y las asociaciones de pacientes, entre otros.
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