Un mozo llegó a ser alcanzado por uno de los astados en el último del recorrido
Todos los encierros de la una de la tarde son esperados con entusiasmo por los aficionados al toro, pero los de la ganadería de Victorino Martín de Monteviejo, denominados los “Patas Blancas” tienen su público, llamando una atención diferente por su encaste.
No defraudaron en el penúltimo encierro de las fiestas de San Buenaventura, en la que los de Victorino hicieron el recorrido en menos de 3 minutos, logrando los corredores ser protagonistas en bonitas carreras a gran velocidad y con el peligro que estos toros conllevan.
Uno de los jóvenes corredores, en los últimos metros del recorrido fue alcanzado por uno de los astados, pegando el cornúpeta y el corredor un golpe contra una pared, con la suerte de que el corredor cayó en una entrada de una peña a forma de burladero pudiendo auxiliar al mozo continuando el morlaco su camino hacia los toriles de la plaza.
No hubo que lamentar daños mayores que algún raspón sin consecuencias.
De seguida, tuvo lugar la capea de una vaquilla en la plaza de toros, que en la mañana del domingo fue aburrida para el más de medio millar de personas que fueron con intención de presenciar el evento taurino.
Una vaca brava con buena cornamenta y mucha inteligencia al no dar paso en falso, no terminó de gustar a los recortadores que apenas se atrevieron a recortar ni saltar como otros días. Dejándola corretear por las orillas de las jaulas sin mayor emoción.