La capea después del evento callejero fue la más entretenida de todos los días ovacionado el público a la vaquilla en su retirada.
La localidad cacereña de Moraleja culmina las fiestas de San Buenaventura con un gran encierro en el que los cinco toros tardaron poco más de dos minutos en llegar a la plaza del centro urbano, con una tregua por parte del calor al menos en la mañana del día 15.
Al igual que todos los días se pudieron ver magníficas carreras con la manada agrupada, encabezando los cinco bravos la manada, dejando para atrás a los mansos. En el caso de la mañana del lunes la manada se partió quedando dos bueyes rezagados.
Esto no quitó para que los corredores pudieran posicionarse en buen lugar para protagonizar hermosas carreras delante de las reses de Carmen Valiente en este último encierro de San Buenaventura.
Este ganado se lidiaría por la tarde en un concurso de recortes en la plaza portátil ubicada en la carretera de Cilleros.
La vaquilla que seguidamente se soltó tras el evento taurino callejero, fue de lo más entretenido, pues la res dio un juego excepcional a pesar de tener el cuerno derecho bizco, que en una primera impresión fue mala, pero que el animal solucionó con su bravura, agilidad y buen juego.
La res, con cinco de edad, amenazaba constantemente con meter la cabeza entre los barrotes de las jaulas que sirven de refugio a los mozos y mozas, consiguiendo varias veces el animal introducir por completo la cabeza aprovechando la forma desigual de sus cuernos.
Esto provocaba emoción y peligro a la vez, dando el aviso por megafonía a los pastores que recogieran la vaca; orden que protestó el público por unanimidad, ya que lo estaban pasando a lo grande. No solo por lo de introducir la cabeza dentro de la jaula, sino por la infinidad de carreras que el animal daba por toda la plaza, pudiendo recortar los mozos con facilidad y saltarla varias veces, pues la cornúpeta respondía a cualquier llamada de los corredores.
Sin duda ha sido la mejor capea de vaquillas habiendo tensión en todo momento. Tanto fue así, que al ser recogida la vaquilla tuvo una gran ovación del público y corredores, cosa que n o había ocurrido ninguno de los demás días con tanto ímpetu.
Las fiestas de San Buenaventura de Moraleja llegaron a su fin en la noche del lunes con un espectáculo de fuegos artificiales después de disfrutar la tarde con un concurso de recortes y la suelta de un toro auspiciado por el ayuntamiento local.