De esta forma apoyan al consistorio para que las fiestas sean todo un éxito
Las tardes vespertinas de San Buenaventura se reciben con la salida de un toro bravo por la calles de Moraleja a las diez de la noche, cuando ya el sol da tregua para salir con más comodidad a la calle.
El toro se suelta en los toriles de la Plaza de España y recorre varias calles aledañas hasta llegar a la efímera plaza de toros del casco urbano.
El toro del sábado, un ejemplar de la ganadería de Jara del Retamar que pasta en las fincas cacereñas de Zagalvientillo en Portaje, de pelaje berrendo remendado lo aportó el colectivo de autónomos de Moraleja, una forma del pequeño empresario en poner su grano de arena para las fiestas patronales.
El toro dio un buen juego, saliendo de corrales y dando varias carreras por los alrededores pudiendo verlo bastante público que abarrota todas las noches el recorrido.
Llegado el tiempo reglamentario de la lidia popular el animal se llevó a los corrales de la plaza de toros.