Comunicado de la Comunidad de Franciscanas del Colegio Santa Isabel
La Comunidad de franciscanas del Colegio Santa Isabel se dirige a todos vosotros con un gran agradecimiento. La verdad, que estuvimos emocionadas por la respuesta que tuvo la GALA, tan de sorpresa e inesperada, ya que partió de la entereza y empeño nacido del corazón solidario de una persona, en este caso, de Beatriz Sánchez.
Muchísimas gracias, en primer lugar a Beatriz, al Ayuntamiento y a todas las personas que directamente colaborasteis para que eso fuera posible: presentadora, bailarinas con su profesora al frente Silvia Pérez, todos los niños y niñas del desfile y sus familias y cómo no a todas las personas y entidades que han colaborado con sus donativos anónimos, demostrando un corazón sensible y generoso. Hoy cerramos las cuentas con una recaudación: 5.320 €.
Y… os preguntaríais ¿Por qué Kenia? Muy brevemente os lo contamos. En el año 2021 y a raíz de la pandemia, nuestros cinco conventos: Granada, Trujillo, Coria, Toledo y Alba de Tormes, formamos la Federación “SANTA ISABEL DE HUNGRÍA”, de la Tercera Orden Franciscana en España, nos planteamos qué hacer por las vocaciones y por nuestros conventos, de más de cinco siglos para que continuaran con vida. España y Europa no dan vocaciones, había que aventurarse y arriesgar. Así fue como optamos por África.
Iniciamos la experiencia con 10 jóvenes vocacionadas y después de dos años y medio de formación, pasando por no pocas dificultades: sin casa, sin medios económicos, ellas perseveraron y hoy están en España repartidas en los 5 conventos. En enero de 2024, llegaron las últimas, las dos jóvenes María y Mery, que comparten vida con nosotras, una es de Uganda y otra de Kenia, como pudisteis verlas.
La alegría fue grande, pero el Señor nos tenía algo guardado, y a la semana de llegar, se produjo un fuego debido a un cortocircuito, se quemó toda una habitación: literas, colchones, mantas y todas las pertenencias de cuatro de las nuevas aspirantes que hoy se encuentran de nuevo en la casa. Gracias a Dios, no hubo desgracias personales, pero hubo que hacer frente al siniestro con obras y reparación de materiales.
Hoy se encuentran un relevo de 11 jóvenes aspirantes de: Kenia, Tanzania y Uganda. No tenemos, de momento, casa propia, estamos de prestado en una casita propiedad de una parroquia y con el espacio muy reducido, pero allí vivimos una vida franciscana de paz, alegría y oración por toda la Iglesia y por este pueblo de Alba que nos apoya y quiere.
Muchísimas gracias de nuevo, que Dios os premie y bendiga a todas las familias y a cada persona con bienes espirituales y materiales por vuestra generosidad.