Los rendimientos medios previstos de cereal alcanzan los 3.900 kg/ha, que representa un aumento del 88 % respecto al de la campaña pasada
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, ha participado este lunes en el acto de presentación de la cosecha de cereal de invierno de este 2024, que se ha celebrado en Fontiberos (Ávila), y donde ha confirmado las “buenas expectativas” que se esperan para la recogida de trigo, cebada, avena o centeno, entre otros cultivos, pese a que las condiciones meteorológicas no han sido las mejores, especialmente, en León y Segovia e incluso en Ávila. En estas provincias las abundantes lluvias de finales de otoño y principios de invierno han impedido la siembra de cereal, pero sí han permitido la de otros cultivos de verano, como el girasol.
En general, las condiciones meteorológicas han permitido un buen desarrollo del cereal en el conjunto de Castilla y León, presentando en estos momentos buenas expectativas. La superficie sembrada es similar a la de la campaña pasada, alcanzando las 1,62 millones de hectáreas, si bien se debe destacar la tendencia decreciente de esta superficie en 2023 y 2024 en relación a la media de los últimos cinco años, consecuencia directa de los requisitos de la nueva PAC sobre diversificación y rotación de cultivos, principalmente.
Para el conjunto de la Comunidad, los rendimientos medios previstos de cereal alcanzan los 3.900 kg/ha, que representa un aumento del 88 % respecto al rendimiento de la campaña pasada (2.089 kg/ha) y un 20 % por encima de los rendimientos medios de los últimos cinco años (3.268 kg/ha). Son Burgos, Valladolid y Palencia las provincias que presentan mejores rendimientos, en torno a los 4.400 kg/ha.
Por cultivos, el rendimiento medio del trigo alcanza los 4.100 kg/ha y el de cebada 4.000 kg/ha. El rendimiento de la avena se estima en 3.200 kg/ha, el centeno en 2.400 kg/ha y el triticale en torno a los 3.300 kg/ha. La producción de cereal de invierno prevista alcanza los 6,38 millones de toneladas, de las que 3,23 millones serían trigo y 2,55 millones corresponderían a cebada. La producción de avena es de 310.000 t, la de centeno 171.000 t y la de triticale de 120.000 t.
La producción es un 8 % superior a la media de los cinco últimos años y un 89 % superior a la de la campaña pasada. Si bien en esta hay unas buenas expectativas de producción, la rentabilidad de las explotaciones cerealistas se verá lastrada por la tendencia inicialmente negativa en los precios y por el encarecimiento de los insumos.
Por ello, la Consejería seguirá exigiendo al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la revisión del Plan Nacional de Seguros Agrarios para conseguir un mayor grado de acogida en zonas como las de la comarca de la Moraña, en Ávila. Además, se exigirá el establecimiento de cláusulas o limitaciones “freno de emergencia” e incluso la imposición de aranceles a las importaciones de todos los granos de cereal, que provocan caídas en los precios, como ya se han impuesto para la avena.
El consejero también ve necesario que el Gobierno extienda las bonificaciones o ayudas de tipo fiscal a la adquisición de input como el gasóleo o los fertilizantes, que permitan obtener un mejor equilibrio entre ingresos y costes efectivos de la explotación.