En su novela de 1963, Rayuela, una obra magistral que marcó la vida de una generación entera de jóvenes en todo el mundo, el escritor argentino Julio Cortázar incluyó, entre los heterogéneos capítulos de un libro inclasificable e innovador (lo fue en su momento), una reflexión que hoy traigo ante ustedes como pórtico a esta nueva sección de reseñas literarias en SALAMANCArtv AL DÍA: Imagino al hombre como una ameba que tira seudópodos para alcanzar y envolver su alimento. Hay seudópodos largos y cortos, movimientos, rodeos. Un día eso se fija (lo que llaman la madurez, el hombre hecho y derecho). Por un lado alcanza lejos, por otro no ve una lámpara a dos pasos. Y ya no hay nada que hacer, como dicen los reos, uno es favorito de esto o de aquello. En esa forma el tipo va viviendo bastante convencido de que no se le escapa nada interesante, hasta que un instantáneo corrimiento a un costado le muestra por un segundo, sin por desgracia darle tiempo a saber qué, le muestra su parcelado ser, sus seudópodos irregulares, la sospecha de que más allá, donde ahora ve el aire limpio, o en esta indecisión, en la encrucijada de la opción, yo mismo, en el resto de la realidad que ignoro, me estoy esperando inútilmente.
Así somos, por desgracia, amebas esclerotizadas que, a partir de un cierto momento vital, esa madurez “cortazariana”, no somos capaces de ver más allá de las rígidas fronteras de nuestra autolimitada existencia, ignorantes de tantos otros mundos a los que somos ajenos. Y sin embargo, a la escasa distancia de un mero y ligerísimo acto de voluntad, asoma la intuición de tantos otros yoes apenas presentidos, de tantas otras vidas posibles, de tantas experiencias ni siquiera imaginadas, de tantas gentes por conocer, de tantos lugares por visitar, de tantas canciones por escuchar, de tantas películas por ver, de tantos museos, de tanto teatro, de tanta cultura por disfrutar, de tantos libros por leer. De tantas posibilidades de rebelarnos contra la tiránica naturaleza -la madurez; no la biológica sino la del alma- que nos impone sus restrictivas anteojeras.
Tantos libros por leer. Según la última Estadística de la Edición Española de Libros con ISBN correspondiente a 2023, en ese mismo año se publicaron en nuestro país 87.100 títulos. ¿Cómo abrirse paso en este inabarcable maremágnum? Tantos libros por leer. Ésta será la rúbrica bajo la que cada viernes aparecerá mi colaboración en este periódico digital salmantino que tan amablemente me acoge desde hoy. Un espacio en el que semanalmente voy a ofrecerles una suerte de modesta guía para moverse entre tamaña desmesura.
Cada viernes encontrarán aquí una nueva propuesta de lectura elegida siempre con criterios -muy subjetivos, eso sí- de calidad, belleza e interés, con la intención -ameba insatisfecha y rebelde al fin- de mostrarles otros mundos, otras vidas, otras voces, otros ámbitos… distintos a los de nuestra cotidianidad y que se nos abren a través de esas ventanas encantadas que son los libros, permitiéndoles seleccionar, si se fían de mi criterio, una obra de entre esas decenas de miles que desde los anaqueles de las librerías nos abruman con su excesiva presencia.
Libros recientes y también de publicación más o menos remota, libros de géneros diversos, narrativa o ensayo divulgativo, poesía o crónica periodística, libros de historia o filosofía, de música, de arte o de cine, novelas negras o westerns, best-sellers (apenas) o títulos con menor repercusión, presentados por editoriales afamadas o dados a la luz por sellos más modestos, libros de autores españoles y extranjeros, escritos por hombres o mujeres, libros clásicos y universales, intemporales o efímeros, narraciones convencionales o experimentales, libros, libros, muchos libros… Tantos libros por leer…
Elias Canetti incluyó en sus Apuntes, 1973-1984, publicados en septiembre de 2000 por la editorial Galaxia Gutenberg, una frase que no solo hago mía, sino que define el modo en que la lectura “marca” mi existencia: Vivo entre muchos libros y extraigo una gran parte de mis ganas de vivir del hecho de que aún leeré la mayoría de ellos. Éste es el lema que encabeza un programa de radio, Todos los libros un libro, que desde hace década y media dirijo y presento en Radio Universidad de Salamanca y al que les remito (busquen en internet el blog y el canal de YouTube) por si quieren profundizar en los comentarios, forzosamente breves, que aquí irán apareciendo semanalmente.
Confío en ser capaz de transmitirles mi pasión por la lectura y por los libros, y en descubrirles -y no quiero resultar pretencioso- textos memorables.
Hoy, para cerrar ya esta presentación, les dejo, sin más glosas, con Rayuela, la novela con la que Julio Cortázar cambió mi vida (y, créanme, la expresión no es exagerada) a los veinte años.
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Julio Cortázar. Rayuela. Edición de Andrés Amorós. Editorial Cátedra. 2008. 756 páginas. 15.15 euros
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