Hay especies que cantan, especialmente entre las aves, y otras que no ¿Por qué cantamos los humanos? Una reciente investigación sobre este tema me ha llamado la atención.
Las conclusiones de los autores (a las que añado mis reflexiones, porque he sido cantarín en solitario, en grupo y, sobre todo, con los hijos y nieto) son interesantes:
Seguramente los humanos intentaron imitar las aves porque su canto es muy llamativo, se hacen presentes en medio del bosque, se reconocen, avisan de los peligros y seducen a sus parejas. Incluso yo creo que, a veces, lo hacen también porque se sienten bien, están alegres y disfrutan de su propia música. Basta observar como una lluvia cálida, después de una sequía, provoca canticos y vuelos que desbordan su alegría. Los pájaros cantan la naturaleza y la vida.
Los humanos oímos ya antes de nacer y las figuras de apego usamos las canciones para calmar o decir cosas bonitas a los bebes. Hay miles de canciones de cuna. En realidad, nacemos entre canciones.
La pasión sexual y amorosa es otra fuente inagotable de canciones de amor o desesperación. Canciones de exaltación, suaves melodías o con desgarradoras letras. Cantar a alguien o con alguien es una de las formas de comunicación más intensas y ricas en emociones.
Las canciones, sus letras, su música y la elevación de la voz, los gestos y bailes son una llamada a la pareja sexual y amorosa o un encuentro hecho realidad.
Los coros nos unen en una coral, una iglesia, un festival o un campo de futbol; incluso en una guerra. Y cada país tiene un himno.
Cantamos también para uno mismo. Para expresar alegría, entusiasmo, gozo y exaltación. O para expresar nuestro dolor, decepción o desesperación. También para levantar el ánimo.
“No pienses que porque canto, tengo el corazón alegre, que soy como el pajarillo que si no canta se muere”.
Somos seres emocionales y las canciones nos permiten expresar toda su riqueza: cantar a la persona amada, cantar la vida, expresar deseos, diferentes emociones, lamentos y sufrimientos, cantar historias, poesías, nostalgias y recuerdos, etc.
Una amiga, que lo está pasando mal, me cuenta estos días que encuentra consuelo escuchando “Vientos del norte” de Nando Agüero.
Canciones que divierten, como las que cantamos en los viajes, excursiones, campamentos, etc.
A mí me ha gustado cantar mientras cuidaba ovejas o vacas, en medio del campo. Y cuando era joven y mi garganta me lo permitía eran capaz, cuando iba solo en coche , de salir cantando de Salamanca y llegar cantando a Madrid.
El coche con los hijos o nietos es también un buen lugar para cantar.
“Tengo yo una cantarina toda llena de cantares, cuando quiero cantar uno tiro de la cuerda y sale”
Y no nos basta con cantar, hemos creado muchos instrumentos musicales y una de las artes más humanas, la música, con cientos de instrumentos, tipos de música y mezcla entre orquestas y coros.
¿Qué canciones, himnos, sinfonías son sus preferidas?
Enseñar a cantar a los peques y cantar la vida con ellos es una forma de gozar y ayudarles a encontrar sentido a la vida.
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