Tratamiento, prevención, mujeres y salud mental son algunos de los temas prioritarios para la organización y que ha expuesto en su comparecencia ante la Comisión Mixta
Manuel Muiños, presidente nacional de la Asociación Proyecto Hombre, ha intervenido en la comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones celebrado este jueves en el Congreso y ha recordado la necesidad de debatir y legislar de manera adecuada sobre los problemas de las adicciones. En este espacio, los distintos grupos parlamentarios han podido exponer a debate y a votación las distintas proposiciones no de ley sobre esta cuestión y escuchar el trabajo y propuestas de organizaciones de la sociedad civil como la Asociación Proyecto Hombre.
Un debate muy necesario: de acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES), la prevalencia en el consumo de drogas es muy alta: 76,4% en alcohol, 39% en tabaco, 13,1% en hipnosedantes con o sin receta médica, 10,6% de cannabis y 2,4% en cocaína.
“Desde Proyecto Hombre nos preocupa la falta de conciencia, la trivialización y la normalización del consumo y de comportamientos potencialmente adictivos, cuando la realidad y los datos nos demuestran que las adicciones siguen estado ahí. Nos preocupa también que, como sociedad, no se atienda a las causas de esta realidad. Actualmente casi no se oye hablar de las drogas como problema, es como si no existieran, como si no hicieran daño a las personas y a las familias. Pero las drogas y los comportamientos problemáticos siguen estando ahí y continúan destruyendo personas y relaciones de una manera silenciosa, aunque no tan evidente y ruidosa como lo hizo la heroína en los ’80”, argumenta Manuel Muiños, presidente nacional de la Asociación Proyecto Hombre.
Desde sus orígenes, hace casi cuatro décadas, la organización ha atendido a más de 400.00 personas en sus programas de tratamiento y ha sido testigo de la evolución de la problemática de las adicciones, los consumos y otros comportamientos potencialmente adictivos.
En su comparecencia Muiños destacó la importancia de actuar desde la prevención. Proyecto Hombre trabaja desde 1984 en el ámbito de la prevención, habiendo llegado hasta la actualidad a más de 1.500.000 personas.
“Es necesario, además, fortalecer la acción y la cooperación global para lograr un mundo libre de abuso de drogas y otros comportamientos potencialmente adictivos. Y para abordar este desafío, desde la Asociación Proyecto Hombre se ha liderado el desarrollo, difusión y promoción de la Iniciativa Global de Prevención del Uso de Drogas “La Declaración de Oviedo” que consta de 10 propuestas para integrar la prevención en políticas de drogas y que fue presentada ante Naciones Unidas el pasado mes de marzo. Hasta la fecha, casi 1.700 organizaciones provenientes de 140 países se han adherido a esta iniciativa que aboga por la prevención”, añade Muiños.
Además, Muiños hizo hincapié en la necesidad de seguir incluyendo la perspectiva de género de manera efectiva en todos los recursos y ámbitos de actuación relacionados con las adicciones: desde la formación, la prevención, pasando por el tratamiento, hasta la reinserción socio laboral.
Ante el dato de que más de la mitad de las personas atendidas en Proyecto Hombre sufre problemas emocionales y psicológicos, Muiños insistió en que “es necesario el diseño de políticas públicas de salud que aseguren la equidad en el acceso a las personas con problemas de adicción a los recursos sociosanitarios. Las políticas y las intervenciones relacionadas con las personas con adicción y trastornos mentales también deben favorecer la inclusión social, la visibilización de este problema y no la justificación de su cronicidad ni la estigmatización, para combatir la discriminación”, explica Muiños.
Muiños aprovechó su intervención también para felicitar a los distintos partidos por la aprobación del anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales y recordar la necesidad de legislar sobre sustancias como el alcohol y menores.
“Toda ley que promueva la protección de un menor es necesaria y adecuada. La clave, como en tantos otros procesos vitales, es la educación y la prevención, generando espíritu crítico entre los más jóvenes a partir de procesos y espacios de diálogo… pero si además se legisla buscando proteger al menor, conseguimos reducir la vulnerabilidad a la que está expuesta nuestra juventud”, afirmó.