Las colaboradoras de SALAMANCA RTV AL DÍA acaban de publicar conjuntamente Tiempo de sementera, editado por la Diputación de Salamanca
Escenas costumbristas que nacen del columnismo “de provincias” que su autora ejerce en SALAMANCA RTV AL DÍA. Charo Alonso publica junto a la ilustradora y también colaboradora de este medio Carmen Borrego Tiempo de sementera (Diputación de Salamanca, 2024), un libro que reúne más de treinta textos costumbristas y cuyos ejemplares ya están disponibles en librerías.
“Las columnas que publica Charo todos los martes hablan de la vida diaria de ahora, pero también de la de nuestros abuelos y madres. Son escenas que ella traslada a tiempo real, es decir, que cada columna está ubicada en la estación en la que estamos viviendo en ese momento”, explica Carmen. Los textos son un viaje de ida y vuelta entre un barrio de la ciudad y el pueblo, un municipio indeterminado cuyo nombre no se menciona. “La idea era esa, que cualquiera —los que tenemos la suerte de haber vivido una infancia un poco campesina— pueda identificarse con el pueblo”. Un dintel, la espadaña de una ermita o el retrato de una virgen son algunos de los detalles que pueden orientar al lector sobre el escenario que inspira a la autora. “Son ruinas que tenemos por todas partes y que identificamos con la España vaciada”, apunta Charo.
La ilustradora confiesa que siempre tuvo claro su objetivo: “Quería evocar aquellas antiguas enciclopedias y libros viejos donde el texto estaba al lado de un grabado o de un dibujo a plumilla. La ilustración era algo muy propio de aquellos libros de santos”. Tiempo de sementera llega, como puntualizan sus autoras, en un momento de repunte de la novela gráfica y del cómic. Una propuesta con el aire de los libros de las antiguas escuelas que siempre tenían un dibujo alusivo para que el texto fuera más sencillo de leer. “Son escenas costumbristas, muy decimonónicas, de ahí también el grabado del siglo XIX”, apuntan. El proceso de ilustración ha sido más sencillo por la imprecisión del municipio. “La lectura de las columnas de Charo también me traslada a mi vida en un barrio pequeñito. En "La Prospe” también hay una tradición, hay huerta y río”, recuerda Carmen.
La publicación de Tiempo de sementera está precedida por el trabajo de varias autoras de la generación millennial como Maribel Andrés Llamero, María Sánchez, o Virginia Mendoza, que llevan años ofreciendo una nueva perspectiva del medio rural en sus textos. “La literatura responde un poco al espíritu del tiempo, y en este tiempo tenemos que volver a mirar a la tierra para reencontrarnos con ella. No podemos mantener el nivel de ciudades tan grandes. El arte, la literatura, el pensamiento, el ensayo, tiene que decir: ‘oye, tenemos que frenar porque así no podemos seguir, y hay que regresar a la tierra’. Jesús Carrasco, en sus novelas, dice que no le gusta el adjetivo “neorrural” porque hay como una especie de glorificación del pueblo”, reflexiona Charo.
“Gamarza”, “agua de mayo arregla el año”, “costurera sin dedal cose poco y cose mal”... son solo algunas de las palabras y expresiones que Charo recoge en sus textos. “Una manifestación de nuestra cultura y de nuestra identidad es la palabra es el léxico. No hay una obligación de recuperar arcaísmos. Si ya no se usa el brasero de cisco, pues la palabra "badila" cae en desuso, es normal. Esa recuperación es muy bonita porque es un patrimonio un patrimonio muy particular. Tengo la suerte de vivir rodeada de personas que recuerdan esas palabras y que tienen esa expresión tan rica y tan maravillosa”. Carmen apostilla que tal vez, el libro sirva para despertar cierta “curiosidad” por este lenguaje entre la gente joven. Tiempo de sementera es también un libro que plasma la economía circular que la escritora ha vivido siempre desde niña. “Hablamos del pasado pero también proyectando hacia el futuro. Ahora tenemos la necesidad de reivindicar una manera de trabajar los residuos que producimos de otra forma”, considera la escritora.
La edición de la Diputación de Salamanca se completa con el prólogo de Isabel Bernardo. “Es una maravilla de texto. Ella también es una persona en esta longitud de onda de recuperar la vida en el campo”, observa Charo. La escritora también tiene un recuerdo especial para el también columnista local Alberto Estella. “Yo lo digo siempre: soy una provinciana absoluta, una persona que viene del campo, que se ha criado a caballo entre el pueblo y una pequeña ciudad”. La escritora valora su obra como un libro “casi íntimo”. Una mirada tierna hacia escenas cotidianas que conecta el pasado con el presente y que convierte en protagonistas a objetos y personajes reconocibles en la memoria de todos.