Un libro editado en colaboración por el Archivo catedralicio y el Archivo diocesano de Salamanca recoge la visita pastoral de los arciprestazgos y ofrece valiosos datos históricos
Un okupa en la casa parroquial, un cura con conducta "lasciva", un sagrario lleno de polvo, tierra y telas de araña... las anécdotas y los datos curiosos que recoge el libro Visita pastoral de los arciprestazgos de Ledesma y Vitigudino. Año 1872 muestran la vida religiosa y espiritual de estos territorios a finales del siglo XIX. Procedente del archivo parroquial de Ledesma, este documento manuscrito de 142 páginas firmado por el arcipreste de Ledesma, Andrés Palomero, acaba de ser editado en colaboración por el Archivo catedralicio y el Archivo diocesano de Salamanca.
El canónigo archivero, Casimiro Muñoz, ha explicado en la presentación de la publicación que el informe es fruto de las visitas que hacía el arcipreste para comprobar el estado de las parroquias y de la atención a los fieles en las comarcas de Ledesma y Vitigudino, y que posteriormente enviaba al obispo Joaquín Lluch. Un recorrido que comprendía 96 templos (iglesias, ermitas y capillas). "De los 57 curas, 37 tenían una conducta buena o ejemplar", ha recalcado. El informe solo menciona a siete sacerdotes que demostraron una comportamiento poco adecuado. También recoge información sobre las duras condiciones de vida de muchos de estos sacerdotes, sobre el estado de los templos visitados y sobre incidencias como robos. Además, el canónigo ha destacado el papel del obispo, "muy comprometido" con la realidad de su tiempo y que llegó a participar en el Concilio Vaticano I.
El vicario general, Tomás Durán, prologa este informe. "No caigamos en la colonización actual. La cultura mercantilista ha barrido la cultura de nuestros pueblos". También ha invitado a los alcaldes presentes a ahorrar la mitad del presupuesto de las fiestas e invertirlo en cultura. "No hay nadie más manipulable que una persona que no tenga raíces".
El libro se puede descargar gratuitamente desde este enlace.