Una publicación que preparaban con mucha ilusión y trabajo y donde también querían hablar de su experiencia visitando los centros educativos para concienciar a los jóvenes acerca de todo aquello que, por desgracia, les había llevado a la cárcel
Cuando el 6 de abril los internos y encargados de la Unidad Terapéutica y Educativa del Centro Penitenciario de Topas visitaron el IES Mateo Hernández, aparte de sus valerosos testimonios dirigidos a alumnos y profesores, trajeron una estupenda noticia: el anuncio de la salida del primer número de su revista “Uteopía”. Una publicación que preparaban con mucha ilusión y trabajo y donde también querían hablar de su experiencia visitando los centros educativos para concienciar a los jóvenes acerca de todo aquello que, por desgracia, les había llevado a la cárcel.
Cárcel. Prisión. Muros protegidos y vigilados. Una realidad que desconocemos y que, pese a la dureza y el drama, guarda un empeño de esperanza. Y en esa esperanza, con fuerza, diariamente, se sustenta la UTE, una unidad de respeto y acompañamiento donde los internos que sufren de problemas conductuales y de adicciones disponen de un equipo humano que les apoya y alienta para que su reinserción en la sociedad sea un éxito. Un equipo que vive y se implica y que se esfuerza en rodearles de actividades que sirvan para reconducir aquello que no se sabe cuándo se rompió y que les ha llevado al Centro Penitenciario de Topas. Y toda esa actividad, todo ese trabajo, se ve reflejado en las páginas de una revista que fue presentada con mucho cariño en un acto con el aval de profesionales como la Directora de Salamanca Rtv al Día María Fuentes.
La UTE cree en la reinserción que no resulta para ellos una “utopía”, pero cuando se está en prisión, la libertad es una utopía para la que prepararse. De ahí las salidas escalonadas, las actividades, las visitas al centro por parte de aquellos que son invitados a hablar a los internos y que sienten, sentimos, ese escalofrío desolado de ver abrirse y cerrarse las puertas ante nosotros, los que entramos y salimos, los que venimos de visita y recorremos el módulo: su taller, su pequeña biblioteca a la que siempre le faltan volúmenes, su aula de clase, su gimnasio… y en la sala común de la UTE, un módulo ahora mixto donde aprender a respetarse, dentro y fuera, como en ese patio donde está pintada una colorida Plaza Mayor. La actividad artística, la primorosa artesanía son una ocupación diaria que alienta la paciencia. Como lo son para alimentar la mente y aprender el Cinefórum, el Taller de Memoria… y las benditas salidas, por ejemplo, a visitarnos con la valentía de su ejemplo contado con sencillez. Testimonio de vida dura, de infancia y adolescencia truncada, de esperanza, de salida.
“Uteopía” es un ejercicio de libertad. Una muestra de todo el trabajo diario de sus autores, diseñadores. De nuevo Pilar Peramoto nos emociona con su cercanía recordando las actividades del Día de a Mujer, ella, tan aguerrida. Jose Luis del Rey hace una magnífica entrevista a la Subdirectora de Tratamiento, la prestigiosa y también enormemente cercana jurista Marta Pérez. César Sánchez cuenta su historia con valentía en “Pasado con historia. Pasado para vencer” y los miembros de la redacción recorren las actividades deportivas y las salidas con las que se preparan para volver a vivir la vida “normal”, fuera de estos muros dentro de los que se atreven a escribir poesía, a comentar incluso, las noticias de fuera, tan dolorosas como la muerte de una jefa de cocina en otro Centro Penitenciario por parte de un interno. Son valientes y no dejan nada en el tintero, de ahí que este número, esperamos, el primero de muchos, tenga tanta vida dentro, tanto ánimo, tanta alegría, tanto protagonismo.
La UTE es una de las iniciativas más hermosas que he conocido y me siento muy agradecida por su ejemplo. La entrega de la psicóloga Eva Aliste, la del coordinador del proyecto, Ramón López, la de la trabajadora social Marta de Dios y sobre todo, la energía de la educadora Carmen Cabrera, la “culpable” de que conozca este proyecto, son un ejemplo maravilloso de cómo el trabajo en equipo, bien hecho y sentido, es capaz de superar dolorosas situaciones. Las vidas de los protagonistas de “Uteopía” ha sido tristes, tortuosas y necesitaban el apoyo y el estímulo que una sociedad injusta no les ha dado o ellos no han sabido tomar. Sin embargo, pese a lo terrible de la situación, a la dureza de la idea “cárcel”, porque cárcel es privación de libertad, hay un espacio de esperanza, respeto y ánimo que se llama UTE, y que ahora se ha convertido en revista, en palabra, en ánimo y en trabajo del que sentirse orgullosos. Bienvenidos a un lugar donde todos somos libres y dignos, un lugar de esfuerzo en forma de revista que se llama “Uteopía” y que existe de verdad, en un rincón hermoso de Topas, sembrado y cuidado por buena gente.
Charo Alonso.