Era la jornada final de las fiestas en su honor
Villoruela ha vivido en las calles su segunda y ultima jornada festiva junto al Santisimo Cristo de la Esperanza, algo que se ha vuelto a convertir en toda una demostración de cariño a la imagen, patente desde que comenzaran los actos oficiales, que se ponían en marcha en la iglesia parroquial, con la solemne eucaristía en su honor.
Y por segunda vez, tras ella comenzaba la esperada procesión del Cristo por las calles de la localidad, finalizando con la histórica subasta de banzos, que lograba recaudar 425 celemines, que se traducían finalmente en 312,80 euros.
El programa de las fiestas pone su broche este sábado con actividades como el pasacalles de Gigantes ‘El Principe Villoruelense’ organizado por la asociación Villoruela Se Mueve y el Ayuntamiento.