Al cumplir 17 años, Pepa fue a servir en casa de un comerciante, quien le cogió cariño y la adoptó. ¿Este comerciante sería Tomás Maraño? (hermano de su padre). Durante su estancia en casa del citado comerciante, le puso un profesor a fin de que le enseñara a leer, escribir y hacer cuentas básicas. El contratado fue el joven Daniel Couso. Ambos terminarían enamorándose. Todo tomaba vida y felicidad para Pepa. Pero el destino guardaba otra cruel carta. Un día en que estaban bañándose en el río, llegó la guardia civil para detenerlos… El comerciante apareció asesinado con un cuchillo clavado en el pecho. Tras ser detenidos, y celebrado el juicio, se terminó exculpando al joven y acusando a Pepa, por el hecho de que era la heredera del gran capital del que disponía el tendero. Fue encarcelada, imputada, por un delito de asesinato. Con un juicio, plagado de irregularidades y sin garantías, se la declaró culpable, condenándola a cadena perpetua.
Los comentarios de los vecinos tendían a exculpar a la joven, dirigiendo sus acusaciones al hermano del tendero (presunto padre de Pepa), pero de nada sirvió.
Durante su estancia en prisión se llena de rencor alimentado cada segundo por el deseo de venganza. Pide ser visitada por el capellán a fin de recibir el sacramento de la reconciliación. No bien llega a la celda, le golpea con una piedra cogida en el patio y oculta entre las raídas faldas, lo deja inconsciente. Le despoja de su indumentaria eclesiástica, se viste con sus ropas, fugándose de la prisión.
Con arma de fuego y, de nuevo, con “Lueiro” (que no sabemos dónde había estado durante todos estos años) acude a su pueblo para vengarse de su padre. Azuza a su perro y este lo mata. Pepa, antes forajida, ahora es asesina. Es el primer crimen de Pepa a Loba.
Después de consumar la venganza, se marcha al monte, donde forma una cuadrilla de bandoleros que se dedican, a modo de vengadores, a hacer justicia a ladrones, asesinos y violadores, además de asaltar a la clase alta, clero y caciques Los lugares de acción son siempre los mismos: pazos, encrucijada de caminos y rectorales. Los ricos la odian y temen, sin embargo, los campesinos la admiran, ya que reparte una parte del botín con ellos, a imagen de Robin Hood, el héroe del Bosque de Sherwood.
De esta manera, Pepa empieza su periplo criminal. Inmediatamente, fue a vivir al monte donde organizaría una banda de bandoleros con los que empezaría sus crímenes, asaltos y robos.
Actuó sobre todo en tierras del interior de Galicia, Dozón, Cee, Carballiño, O Caurel, Mondoñedo, Pontevedra, y en el norte de la provincia de Lugo. A diferencia de otras cuadrillas que atacaban a vendedores ambulantes, la cuadrilla de Pepa tiene claro su objetivo: curas, caciques, y ricos a los que asaltaba en los caminos o en sus propias residencias.
Poco a poco se va labrando fama y está en boca de todos: para los más adinerados, los caciques locales y los párrocos, era el mal hecho mujer, sin embargo, el pueblo sentía cierta admiración hacia ella, la consideraba justiciera, pues no se limitaba a robar a los más poderosos, sino que también se encargaba de eliminar a criminales.
En Xermade tenía una posada, ubicada en el Camiño Real da Carba, entre Mondoñedo y Ferrol, donde daba comida y alojamiento a pobres y peregrinos. También era su refugio entre hazaña y hazaña. La posada sigue en pie y en ella se pueden apreciar sobre la puerta rastros de las troneras defensivas.
Pepa actuaba por toda Galicia, lo que sugiere que quizá no siempre era Josefa, sino mujeres carteristas, que operaban de manera similar. Esto ayudó a forjar la leyenda de una campesina azotada por la tragedia, la crueldad, la injusticia y la miseria. La mayoría de los relatos que llegaron a nuestros días han sido transmitidos de generación en generación de forma oral, pero no todos son leyendas sin base. Existe una referencia escrita. La penalista Concepción Arenal, habla sobre ella en una carta tras haberla visto y/o hablado con Pepa en una visita a la cárcel de A Coruña.
Un inciso, recordar que la zona más elitista de La Coruña en la actualidad está ubicada en donde antes fue prisión de mujeres O Parrote.
Cuenta la leyenda que todo aquel que pasaba por el camino se encontraba con la banda de Pepa a Loba. Si era alguien de los mencionados anteriormente le sacaba todo el dinero, si llevaba lo poco que había ganado para sostén de su familia, no solo le permitía conservarlo, sino que le añadía una bolsa con monedas. El malvado o asesino, no corría la misma suerte.
Las zonas de actuación fueron el antiguo camino a Ponteareas, poco antes del Castillo de Villasobroso. Se tiene constancia que en “A Hermida” (Covelo) asaltaba con frecuencia la casa de María Paula. Mujer muy religiosa y con alto poder adquisitivo, una de sus donaciones fue la campana de la capilla de San Pedro de La Hermida, solo sonó una vez y fue a difuntos, el fallecimiento de Mª Paula.
Dicen las crónicas, que la bandolera tenía un acuerdo con la señora y, cuando aparecía con su caterva, "tenía que darle tres 'petadas', (cantidad caprichosa de algo) dinero, jamones, pan… a fin de no sufrir daños”. El pazo hoy es el museo Etnográfico más importante de Galicia, con más de seis mil piezas. En las obras recientes en dicha casa han aparecido dos revólveres de la época, que probablemente eran utilizados para defenderse desde las troneras de Pepa. Los frecuentes asaltos al pazo hicieron que la familia escondiera en un monte de su propiedad, dinero y joyas ante el temor de perder todo en algún asalto.
Sobre 1866 el juez Quiñones instruye una causa contra ella en la villa de Cambados por robar al cura de Cea. Prisionera en la cárcel de Santiago, dormía en el mejor colchón, la mejor comida y bebida era para ella . “Vestía como una condesa”.
En sus últimos años, Pepa habría perdido a su amado Daniel, del que tenía una hija. Ahora, sabiendo que ya no comprometía a su amado, decidió continuar con sus actividades delictivas. Ahora las zonas elegidas fueron Eume, Ferrol y Viveiro En la Sierra del Xistral es detenida por la Guardia Civil y llevada a la cárcel de Mondoñedo, para ser posteriormente trasladada a la prisión de mujeres de A Coruña.
No se sabe nada sobre el final de Pepa, hay una versión que afirma que fallece en la cárcel de A Coruña; otra, que murió en un asalto a una rectoral de Carballiño, al recibir aceite hirviendo que le arrojaron los vecinos de la villa. Incluso se dice que dejó las armas para ocuparse de su posada, falleciendo a una avanzada edad. Verdad o no, sabemos que fue la única bandolera gallega y seguramente de toda España.
Conclusiones y curiosidades.
Pepa era una mujer fuerte, atractiva e inteligente. Tuvo una hija a la que no crio. Se convirtió en “el terror de curiales, terratenientes, nobles, caciques y madres abadesas, asesina de ladrones, y violadores:
Dejó frases que traspasaron la densa niebla del tiempo:
—Aquí no hay más justicia que la que imparte Pepa… a loba que viene para vengar el agro gallego de estos ladrones, larpeiros, y lampantíns traficantes de la honra ajena.
—
Entrababa en los pueblos montada en un caballo negro con la frente blanca. Escurridiza.
Anécdotas:
—Una noche se presentó en Ribadavia en casa de cierto usurero, matachín y gabacho, y viéndolo tan pálido y tembloroso, se contentó con atizarle un par de bofetadas y llevarle el bombín que luego fue vendido en la feria de Maside para más escarnio del francés.
—Doña Mariquita de Carballiño cuenta que le prestaba dinero porque le parecía una mujer cumplidora y honrada que se lo devolvía con crecientes intereses.
Su historia y leyenda siguió/e viva en la tradición gallega,
Podemos un artículo de Fernández Ferreiro, publicado en el diario “La noche” en el año 1954, que bajo el título
“La historia de Pepa la loba contada por una anciana en los montes de Valdaporca”, conectada con la provincia de Ourense, y de la que hacemos un extracto:
La Loba, decía la anciana, era la hija del pecado, como muchas otras mujeres desafortunadas que había en esa época. No se sabe con seguridad de dónde había nacido. Algunos dicen que fue una campesina de la zona de Barras de Miño y otros que de Xunqueira de Espadañedo… Pepa creció bajo la tutela de un carnicero tío, ladrón, con bastante mala reputación en toda la comarca. Con este hombre comenzó a robar y convertirse en una joven con fama de cruel. Dicen que fue alimentada con sangre, por lo que creció muy rápido.
La leyenda cuenta que en su juventud fue una ladrona cruel y hasta se dice que con fama de sanguinaria, aunque más tarde, su historia cambiaría, y pasó a ser una especie de Robin Hood.
A los dieciséis años tuvo un hijo y unos dicen que se deshizo de él, o que lo mato, otros que lo entregó a una campesina que no podía tener hijos, por esa razón, a veces Pepa desaparecía durante un tiempo y pese a ser jefa de la banda de ladrones, nunca se la veía hacer gala de riquezas, con ese dinero robado educó en un elitista colegio a su hijo llegando a ser un prestigioso abogado. Nunca supo de sus orígenes.
Fue mala y dura con su propia banda. Dicen que cuando sus hombres regresaban de cometer un robo, no preguntaba nunca si traían dinero, sino si traían sangre… Es decir, si habían tenido que matar para conseguir lo robado.
En las ferias de ganado, Pepa siempre sacaba buen negocio, pues solía bailar para atraer la atención de los hombres. Mientras bailaba desvergonzadamente para atraer la atención, sus hombres robaban a los inocentes admiradores. Nunca la atraparon por esto. Otro truco era engañar a los ganaderos y llevarlos a donde estaban los de su banda, y allí los desvalijaban y asesinaban. Sabía dónde no podía mostrarse o dónde necesitaba hacerlo con prudencia, por lo cual a algunos trabajos muy peligrosos, eran enviados sus hombres…
Llego a hacerse pasar por partera o cura y era tan hábil con sus disfraces que se dice que nunca la descubrieron. Además de guapa, era fuerte y ruda, peleaba a puñetazos, era hábil haciendo trampas en los juegos de azar.
La vida de Pepa recuerda a la Reina Lupa. La protagonista de un mito precristiano. En el entorno de Santiago se desarrollan relatos en torno a la reina Lupa. Cuentan que, tras exigir despiadados impuestos a los campesinos, sufrió una emboscada por los súbditos. Se armaron de valor y con rudimentarias armas atacaron el castillo. El ejército se vio sorprendido por el ataque y no tuvo tiempo de reaccionar, por lo que la reina quedó indefensa. Asustada ante la sublevación de su pueblo, la reina Lupa se escondió en lo más alto del castillo. Los campesinos no tardaron mucho tiempo en llegar hasta ella y decidió saltar al vacío desde la torre ante el previsible castigo que la esperaba Esta mujer engañó a todos desde su casa en Iria Flavia para quedarse con los restos mortales del Apóstol Santiago, hasta que fue descubierta y bautizada en la fe católica.
Algunos autores relacionan la figura de Pepa la loba con una versión femenina del hombre lobo, un ser que aparece en la tradición mitológica de Galicia y Portugal. Este ser se conoce con el nombre de “A Peeira”, y sería una mujer con capacidades sobrenaturales, entre las que destacaría que era capaz de comunicarse con los lobos y manejarlos según sus propios deseos. Pero hay una sustancial diferencia y es que A Peeira no es un ser que se haga, sino que lo es desde su nacimiento, y la cultura popular dice que será Peeira la séptima hija de un matrimonio que solo haya tenido descendencia femenina.
En una posada de Sidoro no Carrizo, en Santaballa (Villalba, Lugo), asesinaron a su marido. Por otro lado, en el Caurel, también en la provincia de Lugo, en el Alto do Campelo da Rugueira, le devolvió a una persona los cinco pesos que le había robado con anterioridad un miembro de su cuadrilla. Una historia que alimenta romances y se invoca como modelo de mujer brava y rebelde.
Y para finalizar hablemos de… Obras literarias, con protagonismo de Pepa la Loba
Además de la novela de Aurelio Mirás, escritores como Ramón María del Valle Inclán o Emilia Pardo Bazán, Vicente Risco, Ramón Cabanillas, en su Romance “O cruceiro do Monte”, nos dice:
“E dende alí ollaban as vereas
e os camiños travesos
coa carabina ó lombo
do paso dos civiles en axexo
os espías da Loba e do Xan Quinto,
ladróns e cabaleiros”
Un cantar popular.
Aún recuerdan los más viejos
de Pepa la Loba andanzas
por Germade y por Cospeito
por Muras y Santaballa.
Cometió robos y crímenes,
vivió en el monte escondida
hasta que un día quedó
su banda disminuida.
Pepa vivió con un hombre
que por marido trataba
en una casa en Roupar
que está cerca de Villalba.
Allí moriría un día
en la abejera instalada
v
Al cumplir 17 años, Pepa fue a servir en casa de un comerciante, quien le cogió cariño y la adoptó. ¿Este comerciante sería Tomás Maraño? (hermano de su padre). Durante su estancia en casa del citado comerciante, le puso un profesor a fin de que le enseñara a leer, escribir y hacer cuentas básicas. El contratado fue el joven Daniel Couso. Ambos terminarían enamorándose. Todo tomaba vida y felicidad para Pepa. Pero el destino guardaba otra cruel carta. Un día en que estaban bañándose en el río, llegó la guardia civil para detenerlos… El comerciante apareció asesinado con un cuchillo clavado en el pecho. Tras ser detenidos, y celebrado el juicio, se terminó exculpando al joven y acusando a Pepa, por el hecho de que era la heredera del gran capital del que disponía el tendero. Fue encarcelada, imputada, por un delito de asesinato. Con un juicio, plagado de irregularidades y sin garantías, se la declaró culpable, condenándola a cadena perpetua.
Los comentarios de los vecinos tendían a exculpar a la joven, dirigiendo sus acusaciones al hermano del tendero (presunto padre de Pepa), pero de nada sirvió.
Durante su estancia en prisión se llena de rencor alimentado cada segundo por el deseo de venganza. Pide ser visitada por el capellán a fin de recibir el sacramento de la reconciliación. No bien llega a la celda, le golpea con una piedra cogida en el patio y oculta entre las raídas faldas, lo deja inconsciente. Le despoja de su indumentaria eclesiástica, se viste con sus ropas, fugándose de la prisión.
Con arma de fuego y, de nuevo, con “Lueiro” (que no sabemos dónde había estado durante todos estos años) acude a su pueblo para vengarse de su padre. Azuza a su perro y este lo mata. Pepa, antes forajida, ahora es asesina. Es el primer crimen de Pepa a Loba.
Después de consumar la venganza, se marcha al monte, donde forma una cuadrilla de bandoleros que se dedican, a modo de vengadores, a hacer justicia a ladrones, asesinos y violadores, además de asaltar a la clase alta, clero y caciques Los lugares de acción son siempre los mismos: pazos, encrucijada de caminos y rectorales. Los ricos la odian y temen, sin embargo, los campesinos la admiran, ya que reparte una parte del botín con ellos, a imagen de Robin Hood, el héroe del Bosque de Sherwood.
De esta manera, Pepa empieza su periplo criminal. Inmediatamente, fue a vivir al monte donde organizaría una banda de bandoleros con los que empezaría sus crímenes, asaltos y robos.
Actuó sobre todo en tierras del interior de Galicia, Dozón, Cee, Carballiño, O Caurel, Mondoñedo, Pontevedra, y en el norte de la provincia de Lugo. A diferencia de otras cuadrillas que atacaban a vendedores ambulantes, la cuadrilla de Pepa tiene claro su objetivo: curas, caciques, y ricos a los que asaltaba en los caminos o en sus propias residencias.
Poco a poco se va labrando fama y está en boca de todos: para los más adinerados, los caciques locales y los párrocos, era el mal hecho mujer, sin embargo, el pueblo sentía cierta admiración hacia ella, la consideraba justiciera, pues no se limitaba a robar a los más poderosos, sino que también se encargaba de eliminar a criminales.
En Xermade tenía una posada, ubicada en el Camiño Real da Carba, entre Mondoñedo y Ferrol, donde daba comida y alojamiento a pobres y peregrinos. También era su refugio entre hazaña y hazaña. La posada sigue en pie y en ella se pueden apreciar sobre la puerta rastros de las troneras defensivas.
Pepa actuaba por toda Galicia, lo que sugiere que quizá no siempre era Josefa, sino mujeres carteristas, que operaban de manera similar. Esto ayudó a forjar la leyenda de una campesina azotada por la tragedia, la crueldad, la injusticia y la miseria. La mayoría de los relatos que llegaron a nuestros días han sido transmitidos de generación en generación de forma oral, pero no todos son leyendas sin base. Existe una referencia escrita. La penalista Concepción Arenal, habla sobre ella en una carta tras haberla visto y/o hablado con Pepa en una visita a la cárcel de A Coruña.
Un inciso, recordar que la zona más elitista de La Coruña en la actualidad está ubicada en donde antes fue prisión de mujeres O Parrote.
Cuenta la leyenda que todo aquel que pasaba por el camino se encontraba con la banda de Pepa a Loba. Si era alguien de los mencionados anteriormente le sacaba todo el dinero, si llevaba lo poco que había ganado para sostén de su familia, no solo le permitía conservarlo, sino que le añadía una bolsa con monedas. El malvado o asesino, no corría la misma suerte.
Las zonas de actuación fueron el antiguo camino a Ponteareas, poco antes del Castillo de Villasobroso. Se tiene constancia que en “A Hermida” (Covelo) asaltaba con frecuencia la casa de María Paula. Mujer muy religiosa y con alto poder adquisitivo, una de sus donaciones fue la campana de la capilla de San Pedro de La Hermida, solo sonó una vez y fue a difuntos, el fallecimiento de Mª Paula.
Dicen las crónicas, que la bandolera tenía un acuerdo con la señora y, cuando aparecía con su caterva, "tenía que darle tres 'petadas', (cantidad caprichosa de algo) dinero, jamones, pan… a fin de no sufrir daños”. El pazo hoy es el museo Etnográfico más importante de Galicia, con más de seis mil piezas. En las obras recientes en dicha casa han aparecido dos revólveres de la época, que probablemente eran utilizados para defenderse desde las troneras de Pepa. Los frecuentes asaltos al pazo hicieron que la familia escondiera en un monte de su propiedad, dinero y joyas ante el temor de perder todo en algún asalto.
Sobre 1866 el juez Quiñones instruye una causa contra ella en la villa de Cambados por robar al cura de Cea. Prisionera en la cárcel de Santiago, dormía en el mejor colchón, la mejor comida y bebida era para ella . “Vestía como una condesa”.
En sus últimos años, Pepa habría perdido a su amado Daniel, del que tenía una hija. Ahora, sabiendo que ya no comprometía a su amado, decidió continuar con sus actividades delictivas. Ahora las zonas elegidas fueron Eume, Ferrol y Viveiro En la Sierra del Xistral es detenida por la Guardia Civil y llevada a la cárcel de Mondoñedo, para ser posteriormente trasladada a la prisión de mujeres de A Coruña.
No se sabe nada sobre el final de Pepa, hay una versión que afirma que fallece en la cárcel de A Coruña; otra, que murió en un asalto a una rectoral de Carballiño, al recibir aceite hirviendo que le arrojaron los vecinos de la villa. Incluso se dice que dejó las armas para ocuparse de su posada, falleciendo a una avanzada edad. Verdad o no, sabemos que fue la única bandolera gallega y seguramente de toda España.
Conclusiones y curiosidades.
Pepa era una mujer fuerte, atractiva e inteligente. Tuvo una hija a la que no crio. Se convirtió en “el terror de curiales, terratenientes, nobles, caciques y madres abadesas, asesina de ladrones, y violadores:
Dejó frases que traspasaron la densa niebla del tiempo:
—Aquí no hay más justicia que la que imparte Pepa… a loba que viene para vengar el agro gallego de estos ladrones, larpeiros, y lampantíns traficantes de la honra ajena.
—
Entrababa en los pueblos montada en un caballo negro con la frente blanca. Escurridiza.
Anécdotas:
—Una noche se presentó en Ribadavia en casa de cierto usurero, matachín y gabacho, y viéndolo tan pálido y tembloroso, se contentó con atizarle un par de bofetadas y llevarle el bombín que luego fue vendido en la feria de Maside para más escarnio del francés.
—Doña Mariquita de Carballiño cuenta que le prestaba dinero porque le parecía una mujer cumplidora y honrada que se lo devolvía con crecientes intereses.
Su historia y leyenda siguió/e viva en la tradición gallega,
Podemos un artículo de Fernández Ferreiro, publicado en el diario “La noche” en el año 1954, que bajo el título
“La historia de Pepa la loba contada por una anciana en los montes de Valdaporca”, conectada con la provincia de Ourense, y de la que hacemos un extracto:
La Loba, decía la anciana, era la hija del pecado, como muchas otras mujeres desafortunadas que había en esa época. No se sabe con seguridad de dónde había nacido. Algunos dicen que fue una campesina de la zona de Barras de Miño y otros que de Xunqueira de Espadañedo… Pepa creció bajo la tutela de un carnicero tío, ladrón, con bastante mala reputación en toda la comarca. Con este hombre comenzó a robar y convertirse en una joven con fama de cruel. Dicen que fue alimentada con sangre, por lo que creció muy rápido.
La leyenda cuenta que en su juventud fue una ladrona cruel y hasta se dice que con fama de sanguinaria, aunque más tarde, su historia cambiaría, y pasó a ser una especie de Robin Hood.
A los dieciséis años tuvo un hijo y unos dicen que se deshizo de él, o que lo mato, otros que lo entregó a una campesina que no podía tener hijos, por esa razón, a veces Pepa desaparecía durante un tiempo y pese a ser jefa de la banda de ladrones, nunca se la veía hacer gala de riquezas, con ese dinero robado educó en un elitista colegio a su hijo llegando a ser un prestigioso abogado. Nunca supo de sus orígenes.
Fue mala y dura con su propia banda. Dicen que cuando sus hombres regresaban de cometer un robo, no preguntaba nunca si traían dinero, sino si traían sangre… Es decir, si habían tenido que matar para conseguir lo robado.
En las ferias de ganado, Pepa siempre sacaba buen negocio, pues solía bailar para atraer la atención de los hombres. Mientras bailaba desvergonzadamente para atraer la atención, sus hombres robaban a los inocentes admiradores. Nunca la atraparon por esto. Otro truco era engañar a los ganaderos y llevarlos a donde estaban los de su banda, y allí los desvalijaban y asesinaban. Sabía dónde no podía mostrarse o dónde necesitaba hacerlo con prudencia, por lo cual a algunos trabajos muy peligrosos, eran enviados sus hombres…
Llego a hacerse pasar por partera o cura y era tan hábil con sus disfraces que se dice que nunca la descubrieron. Además de guapa, era fuerte y ruda, peleaba a puñetazos, era hábil haciendo trampas en los juegos de azar.
La vida de Pepa recuerda a la Reina Lupa. La protagonista de un mito precristiano. En el entorno de Santiago se desarrollan relatos en torno a la reina Lupa. Cuentan que, tras exigir despiadados impuestos a los campesinos, sufrió una emboscada por los súbditos. Se armaron de valor y con rudimentarias armas atacaron el castillo. El ejército se vio sorprendido por el ataque y no tuvo tiempo de reaccionar, por lo que la reina quedó indefensa. Asustada ante la sublevación de su pueblo, la reina Lupa se escondió en lo más alto del castillo. Los campesinos no tardaron mucho tiempo en llegar hasta ella y decidió saltar al vacío desde la torre ante el previsible castigo que la esperaba Esta mujer engañó a todos desde su casa en Iria Flavia para quedarse con los restos mortales del Apóstol Santiago, hasta que fue descubierta y bautizada en la fe católica.
Algunos autores relacionan la figura de Pepa la loba con una versión femenina del hombre lobo, un ser que aparece en la tradición mitológica de Galicia y Portugal. Este ser se conoce con el nombre de “A Peeira”, y sería una mujer con capacidades sobrenaturales, entre las que destacaría que era capaz de comunicarse con los lobos y manejarlos según sus propios deseos. Pero hay una sustancial diferencia y es que A Peeira no es un ser que se haga, sino que lo es desde su nacimiento, y la cultura popular dice que será Peeira la séptima hija de un matrimonio que solo haya tenido descendencia femenina.
En una posada de Sidoro no Carrizo, en Santaballa (Villalba, Lugo), asesinaron a su marido. Por otro lado, en el Caurel, también en la provincia de Lugo, en el Alto do Campelo da Rugueira, le devolvió a una persona los cinco pesos que le había robado con anterioridad un miembro de su cuadrilla. Una historia que alimenta romances y se invoca como modelo de mujer brava y rebelde.
Y para finalizar hablemos de… Obras literarias, con protagonismo de Pepa la Loba
Además de la novela de Aurelio Mirás, escritores como Ramón María del Valle Inclán o Emilia Pardo Bazán, Vicente Risco, Ramón Cabanillas, en su Romance “O cruceiro do Monte”, nos dice:
“E dende alí ollaban as vereas
e os camiños travesos
coa carabina ó lombo
do paso dos civiles en axexo
os espías da Loba e do Xan Quinto,
ladróns e cabaleiros”
Un cantar popular.
Aún recuerdan los más viejos
de Pepa la Loba andanzas
por Germade y por Cospeito
por Muras y Santaballa.
Cometió robos y crímenes,
vivió en el monte escondida
hasta que un día quedó
su banda disminuida.
Pepa vivió con un hombre
que por marido trataba
en una casa en Roupar
que está cerca de Villalba.
Allí moriría un día
en la abejera instalada
viuda y cuidando a un hijo
y no se supo más nada.
El final no está claro. Particularmente prefiero la versión romántica: Dejó las armas para ocuparse de su posada y falleció a una avanzada edad.
A quienes visiten Galicia, les recuerdo que los días 11, 12 y 13 de septiembre, en la localidad de O Carballiño, Barrio de Flores, Ourense, se celebra conjuntamente con la fiesta de San Cibrao un homenaje a Pepa. Las calles son recorridas por una mujer de armas tomar arropada por su cuadrilla. Y recuerden el dicho: Pan pulpo e viño o mellor en Carballiño.
Al cumplir 17 años, Pepa fue a servir en casa de un comerciante, quien le cogió cariño y la adoptó. ¿Este comerciante sería Tomás Maraño? (hermano de su padre). Durante su estancia en casa del citado comerciante, le puso un profesor a fin de que le enseñara a leer, escribir y hacer cuentas básicas. El contratado fue el joven Daniel Couso. Ambos terminarían enamorándose. Todo tomaba vida y felicidad para Pepa. Pero el destino guardaba otra cruel carta. Un día en que estaban bañándose en el río, llegó la guardia civil para detenerlos… El comerciante apareció asesinado con un cuchillo clavado en el pecho. Tras ser detenidos, y celebrado el juicio, se terminó exculpando al joven y acusando a Pepa, por el hecho de que era la heredera del gran capital del que disponía el tendero. Fue encarcelada, imputada, por un delito de asesinato. Con un juicio, plagado de irregularidades y sin garantías, se la declaró culpable, condenándola a cadena perpetua.
Los comentarios de los vecinos tendían a exculpar a la joven, dirigiendo sus acusaciones al hermano del tendero (presunto padre de Pepa), pero de nada sirvió.
Durante su estancia en prisión se llena de rencor alimentado cada segundo por el deseo de venganza. Pide ser visitada por el capellán a fin de recibir el sacramento de la reconciliación. No bien llega a la celda, le golpea con una piedra cogida en el patio y oculta entre las raídas faldas, lo deja inconsciente. Le despoja de su indumentaria eclesiástica, se viste con sus ropas, fugándose de la prisión.
Con arma de fuego y, de nuevo, con “Lueiro” (que no sabemos dónde había estado durante todos estos años) acude a su pueblo para vengarse de su padre. Azuza a su perro y este lo mata. Pepa, antes forajida, ahora es asesina. Es el primer crimen de Pepa a Loba.
Después de consumar la venganza, se marcha al monte, donde forma una cuadrilla de bandoleros que se dedican, a modo de vengadores, a hacer justicia a ladrones, asesinos y violadores, además de asaltar a la clase alta, clero y caciques Los lugares de acción son siempre los mismos: pazos, encrucijada de caminos y rectorales. Los ricos la odian y temen, sin embargo, los campesinos la admiran, ya que reparte una parte del botín con ellos, a imagen de Robin Hood, el héroe del Bosque de Sherwood.
De esta manera, Pepa empieza su periplo criminal. Inmediatamente, fue a vivir al monte donde organizaría una banda de bandoleros con los que empezaría sus crímenes, asaltos y robos.
Actuó sobre todo en tierras del interior de Galicia, Dozón, Cee, Carballiño, O Caurel, Mondoñedo, Pontevedra, y en el norte de la provincia de Lugo. A diferencia de otras cuadrillas que atacaban a vendedores ambulantes, la cuadrilla de Pepa tiene claro su objetivo: curas, caciques, y ricos a los que asaltaba en los caminos o en sus propias residencias.
Poco a poco se va labrando fama y está en boca de todos: para los más adinerados, los caciques locales y los párrocos, era el mal hecho mujer, sin embargo, el pueblo sentía cierta admiración hacia ella, la consideraba justiciera, pues no se limitaba a robar a los más poderosos, sino que también se encargaba de eliminar a criminales.
En Xermade tenía una posada, ubicada en el Camiño Real da Carba, entre Mondoñedo y Ferrol, donde daba comida y alojamiento a pobres y peregrinos. También era su refugio entre hazaña y hazaña. La posada sigue en pie y en ella se pueden apreciar sobre la puerta rastros de las troneras defensivas.
Pepa actuaba por toda Galicia, lo que sugiere que quizá no siempre era Josefa, sino mujeres carteristas, que operaban de manera similar. Esto ayudó a forjar la leyenda de una campesina azotada por la tragedia, la crueldad, la injusticia y la miseria. La mayoría de los relatos que llegaron a nuestros días han sido transmitidos de generación en generación de forma oral, pero no todos son leyendas sin base. Existe una referencia escrita. La penalista Concepción Arenal, habla sobre ella en una carta tras haberla visto y/o hablado con Pepa en una visita a la cárcel de A Coruña.
Un inciso, recordar que la zona más elitista de La Coruña en la actualidad está ubicada en donde antes fue prisión de mujeres O Parrote.
Cuenta la leyenda que todo aquel que pasaba por el camino se encontraba con la banda de Pepa a Loba. Si era alguien de los mencionados anteriormente le sacaba todo el dinero, si llevaba lo poco que había ganado para sostén de su familia, no solo le permitía conservarlo, sino que le añadía una bolsa con monedas. El malvado o asesino, no corría la misma suerte.
Las zonas de actuación fueron el antiguo camino a Ponteareas, poco antes del Castillo de Villasobroso. Se tiene constancia que en “A Hermida” (Covelo) asaltaba con frecuencia la casa de María Paula. Mujer muy religiosa y con alto poder adquisitivo, una de sus donaciones fue la campana de la capilla de San Pedro de La Hermida, solo sonó una vez y fue a difuntos, el fallecimiento de Mª Paula.
Dicen las crónicas, que la bandolera tenía un acuerdo con la señora y, cuando aparecía con su caterva, "tenía que darle tres 'petadas', (cantidad caprichosa de algo) dinero, jamones, pan… a fin de no sufrir daños”. El pazo hoy es el museo Etnográfico más importante de Galicia, con más de seis mil piezas. En las obras recientes en dicha casa han aparecido dos revólveres de la época, que probablemente eran utilizados para defenderse desde las troneras de Pepa. Los frecuentes asaltos al pazo hicieron que la familia escondiera en un monte de su propiedad, dinero y joyas ante el temor de perder todo en algún asalto.
Sobre 1866 el juez Quiñones instruye una causa contra ella en la villa de Cambados por robar al cura de Cea. Prisionera en la cárcel de Santiago, dormía en el mejor colchón, la mejor comida y bebida era para ella . “Vestía como una condesa”.
En sus últimos años, Pepa habría perdido a su amado Daniel, del que tenía una hija. Ahora, sabiendo que ya no comprometía a su amado, decidió continuar con sus actividades delictivas. Ahora las zonas elegidas fueron Eume, Ferrol y Viveiro En la Sierra del Xistral es detenida por la Guardia Civil y llevada a la cárcel de Mondoñedo, para ser posteriormente trasladada a la prisión de mujeres de A Coruña.
No se sabe nada sobre el final de Pepa, hay una versión que afirma que fallece en la cárcel de A Coruña; otra, que murió en un asalto a una rectoral de Carballiño, al recibir aceite hirviendo que le arrojaron los vecinos de la villa. Incluso se dice que dejó las armas para ocuparse de su posada, falleciendo a una avanzada edad. Verdad o no, sabemos que fue la única bandolera gallega y seguramente de toda España.
Conclusiones y curiosidades.
Pepa era una mujer fuerte, atractiva e inteligente. Tuvo una hija a la que no crio. Se convirtió en “el terror de curiales, terratenientes, nobles, caciques y madres abadesas, asesina de ladrones, y violadores:
Dejó frases que traspasaron la densa niebla del tiempo:
—Aquí no hay más justicia que la que imparte Pepa… a loba que viene para vengar el agro gallego de estos ladrones, larpeiros, y lampantíns traficantes de la honra ajena.
—
Entrababa en los pueblos montada en un caballo negro con la frente blanca. Escurridiza.
Anécdotas:
—Una noche se presentó en Ribadavia en casa de cierto usurero, matachín y gabacho, y viéndolo tan pálido y tembloroso, se contentó con atizarle un par de bofetadas y llevarle el bombín que luego fue vendido en la feria de Maside para más escarnio del francés.
—Doña Mariquita de Carballiño cuenta que le prestaba dinero porque le parecía una mujer cumplidora y honrada que se lo devolvía con crecientes intereses.
Su historia y leyenda siguió/e viva en la tradición gallega,
Podemos un artículo de Fernández Ferreiro, publicado en el diario “La noche” en el año 1954, que bajo el título
“La historia de Pepa la loba contada por una anciana en los montes de Valdaporca”, conectada con la provincia de Ourense, y de la que hacemos un extracto:
La Loba, decía la anciana, era la hija del pecado, como muchas otras mujeres desafortunadas que había en esa época. No se sabe con seguridad de dónde había nacido. Algunos dicen que fue una campesina de la zona de Barras de Miño y otros que de Xunqueira de Espadañedo… Pepa creció bajo la tutela de un carnicero tío, ladrón, con bastante mala reputación en toda la comarca. Con este hombre comenzó a robar y convertirse en una joven con fama de cruel. Dicen que fue alimentada con sangre, por lo que creció muy rápido.
La leyenda cuenta que en su juventud fue una ladrona cruel y hasta se dice que con fama de sanguinaria, aunque más tarde, su historia cambiaría, y pasó a ser una especie de Robin Hood.
A los dieciséis años tuvo un hijo y unos dicen que se deshizo de él, o que lo mato, otros que lo entregó a una campesina que no podía tener hijos, por esa razón, a veces Pepa desaparecía durante un tiempo y pese a ser jefa de la banda de ladrones, nunca se la veía hacer gala de riquezas, con ese dinero robado educó en un elitista colegio a su hijo llegando a ser un prestigioso abogado. Nunca supo de sus orígenes.
Fue mala y dura con su propia banda. Dicen que cuando sus hombres regresaban de cometer un robo, no preguntaba nunca si traían dinero, sino si traían sangre… Es decir, si habían tenido que matar para conseguir lo robado.
En las ferias de ganado, Pepa siempre sacaba buen negocio, pues solía bailar para atraer la atención de los hombres. Mientras bailaba desvergonzadamente para atraer la atención, sus hombres robaban a los inocentes admiradores. Nunca la atraparon por esto. Otro truco era engañar a los ganaderos y llevarlos a donde estaban los de su banda, y allí los desvalijaban y asesinaban. Sabía dónde no podía mostrarse o dónde necesitaba hacerlo con prudencia, por lo cual a algunos trabajos muy peligrosos, eran enviados sus hombres…
Llego a hacerse pasar por partera o cura y era tan hábil con sus disfraces que se dice que nunca la descubrieron. Además de guapa, era fuerte y ruda, peleaba a puñetazos, era hábil haciendo trampas en los juegos de azar.
La vida de Pepa recuerda a la Reina Lupa. La protagonista de un mito precristiano. En el entorno de Santiago se desarrollan relatos en torno a la reina Lupa. Cuentan que, tras exigir despiadados impuestos a los campesinos, sufrió una emboscada por los súbditos. Se armaron de valor y con rudimentarias armas atacaron el castillo. El ejército se vio sorprendido por el ataque y no tuvo tiempo de reaccionar, por lo que la reina quedó indefensa. Asustada ante la sublevación de su pueblo, la reina Lupa se escondió en lo más alto del castillo. Los campesinos no tardaron mucho tiempo en llegar hasta ella y decidió saltar al vacío desde la torre ante el previsible castigo que la esperaba Esta mujer engañó a todos desde su casa en Iria Flavia para quedarse con los restos mortales del Apóstol Santiago, hasta que fue descubierta y bautizada en la fe católica.
Algunos autores relacionan la figura de Pepa la loba con una versión femenina del hombre lobo, un ser que aparece en la tradición mitológica de Galicia y Portugal. Este ser se conoce con el nombre de “A Peeira”, y sería una mujer con capacidades sobrenaturales, entre las que destacaría que era capaz de comunicarse con los lobos y manejarlos según sus propios deseos. Pero hay una sustancial diferencia y es que A Peeira no es un ser que se haga, sino que lo es desde su nacimiento, y la cultura popular dice que será Peeira la séptima hija de un matrimonio que solo haya tenido descendencia femenina.
En una posada de Sidoro no Carrizo, en Santaballa (Villalba, Lugo), asesinaron a su marido. Por otro lado, en el Caurel, también en la provincia de Lugo, en el Alto do Campelo da Rugueira, le devolvió a una persona los cinco pesos que le había robado con anterioridad un miembro de su cuadrilla. Una historia que alimenta romances y se invoca como modelo de mujer brava y rebelde.
Y para finalizar hablemos de… Obras literarias, con protagonismo de Pepa la Loba
Además de la novela de Aurelio Mirás, escritores como Ramón María del Valle Inclán o Emilia Pardo Bazán, Vicente Risco, Ramón Cabanillas, en su Romance “O cruceiro do Monte”, nos dice:
“E dende alí ollaban as vereas
e os camiños travesos
coa carabina ó lombo
do paso dos civiles en axexo
os espías da Loba e do Xan Quinto,
ladróns e cabaleiros”
Un cantar popular.
Aún recuerdan los más viejos
de Pepa la Loba andanzas
por Germade y por Cospeito
por Muras y Santaballa.
Cometió robos y crímenes,
vivió en el monte escondida
hasta que un día quedó
su banda disminuida.
Pepa vivió con un hombre
que por marido trataba
en una casa en Roupar
que está cerca de Villalba.
Allí moriría un día
en la abejera instalada
viuda y cuidando a un hijo
y no se supo más nada.
El final no está claro. Particularmente prefiero la versión romántica: Dejó las armas para ocuparse de su posada y falleció a una avanzada edad.
A quienes visiten Galicia, les recuerdo que los días 11, 12 y 13 de septiembre, en la localidad de O Carballiño, Barrio de Flores, Ourense, se celebra conjuntamente con la fiesta de San Cibrao un homenaje a Pepa. Las calles son recorridas por una mujer de armas tomar arropada por su cuadrilla. Y recuerden el dicho: Pan pulpo e viño o mellor en Carballiño.
iuda y cuidando a un hijo
y no se supo más nada.
El final no está claro. Particularmente prefiero la versión romántica: Dejó las armas para ocuparse de su posada y falleció a una avanzada edad.
A quienes visiten Galicia, les recuerdo que los días 11, 12 y 13 de septiembre, en la localidad de O Carballiño, Barrio de Flores, Ourense, se celebra conjuntamente con la fiesta de San Cibrao un homenaje a Pepa. Las calles son recorridas por una mujer de armas tomar arropada por su cuadrilla. Y recuerden el dicho: Pan pulpo e viño o mellor en Carballiño.
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