, 23 de junio de 2024
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La insoportable escalada de la ira en la derechona
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Desde la Code. Profesor de Derecho Penal de la Usal

La insoportable escalada de la ira en la derechona

Actualizado 25/05/2024 09:50
Julio Fernández

Los psicólogos y otros especialistas de las ciencias de la conducta, dicen que la ira es una de las emociones más desagradables que puede experimentar el ser humano y que puede tener consecuencias terribles si la escalada de la ira no es controlada por la persona o personas que la padecen. Esos “pensamientos calientes” que provoca la ira, son, para otros autores, la cerilla que va quemando, inexorablemente, a la persona a pasos agigantados. Las manifestaciones físicas y psicológicas son fácilmente diagnosticables: irritabilidad, sudoración excesiva, sofocos, miedo, ansiedad, tensión muscular, aumento de los latidos cardiacos, respiración acelerada, dientes y labios apretados, entre otras.

Esta emoción tan desagradable es la que están padeciendo los líderes de la derecha y la ultra derecha desde que a partir de los resultados electorales de las últimas elecciones generales del 23 de julio no consiguieron formar gobierno. Feijóo, que representa muy bien el rol de “zorro político” lo sabe muy bien; está, a duras penas, ofreciendo a sus electores y a los ciudadanos una imagen que no es real, una imagen de socarronería y farsa, transmitiendo una sensación de pseudo seguridad y de control, cuando, en realidad, sabe perfectamente que tal como están las cosas en su partido, la gente que lo acompaña y el nivel de “histerismo” que impera en muchos de sus mandatarios autonómicos y municipales, no va a conseguir acceder al poder por los medios lícitos previstos en democracia. Sí, digo bien, porque para el acceso al poder no considero legítimos los medios que está utilizando, más bien son ética y moralmente reprochables, y, como siempre, voy a esgrimir los argumentos correspondientes:

En primer lugar, acusando de corrupción al presidente y su esposa, sin pruebas; en cambio, de todos es conocido que el “novio” de la mesiánica e hilarante presidenta madrileña, Ayuso, se ha confesado culpable de dos graves delitos fiscales y uno de falsedad documental.

En segundo lugar, manipulando la información sobre la valoración del resultado de las elecciones al Parlament catalán, diciendo que no ha sido derrotado el “procés”, cuando ha tenido el peor resultado de su historia y el PSC, el mejor; cuando, por primera vez en nuestra reciente historia democrática, el independentismo no puede sumar para formar gobierno (ni siquiera contando con los independentistas más radicales y ultras de Aliança catalana).

En tercer lugar, por las hipérboles pronunciadas sistemáticamente en la sede de la Asamblea de la Comunidad de Madrid, por la “novia” del delincuente confeso por graves delitos económicos, cuando afirma que con el acto de reconocimiento del Estado de Palestina por España, el gobierno está defendiendo al terrorismo de Hamás, lo mismo que defiende al terrorismo de ETA. Lo hizo con estas palabras: “tú mata, que te daré una Comunidad, tú mata y te daré un Estado”. Esta señora ignora que el Estado de Israel ha asesinado a más de 35.000 personas (hombres, ancianos, mujeres y niños) desde octubre en ataques indiscriminados contra la población civil, actos claros de genocidio porque se está haciendo con el claro propósito de destruir al pueblo palestino. Esta señora ignora también los 7291 ancianos que murieron entre marzo y abril de 2020 en las residencias de la Comunidad de Madrid, porque las autoridades regionales se negaron a llevarlos a los hospitales, muriendo asfixiados, ahogados, deshidratados y sin sedación, muriendo solos, abandonados a su suerte. Lo que no entenderé nunca es que una persona tan maleducada, tan rencorosa y con una ignorancia política sin precedentes, pueda tener el apoyo que tiene en Madrid. ¿Es esta imagen de chabacanería, vulgaridad y ordinariez diabólica la que quieren tener los ciudadanos de sus políticos? ¡Qué triste y penoso! Además, Ayuso, al igual que Milei, Trump y los ideólogos más radicales de la escena política, son los partidarios de la dialéctica amigo-enemigo; ya se sabe, “o estás conmigo, o estás contra mí” y todo lo que sea contrario a mis ideales, lo intento eliminar y destruir. Esta corriente de políticos reaccionarios quieren volver a la imposición de unos sobre otros, a los tiempos primitivos de la historia, a la ley del más fuerte. Y, para colmo, se definen fervientes defensores de la libertad. Los verdaderos demócratas, los que enarbolamos los valores de libertad, igualdad, justicia social, pluralismo, tolerancia y solidaridad, pensamos conforme a la célebre frase de la escritora británica Evelyn Beatrice Hall, mal atribuida a Voltaire “no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo”

En quinto lugar, por el nerviosismo que percibí en Dolors Montserrat, candidata al Parlamento Europeo por el PP, en el debate que ofreció el pasado miércoles una cadena de televisión que mantuvo con la candidata socialista, Teresa Rivera, mucho más centrada, con infinidad de argumentos racionales, coherentes y sensatos. La señora Motserrat perdió los papeles y ante cualquier argumento de peso de Teresa Rivera, contestaba con la ley del “solo sí es sí” o con Puigdemont, quién lo incluía en todos los bloques del debate. Si el tema era la agricultura, el protagonista era Puigdemont, si lo era el cambio climático y las energías renovables, el cartel electoral lo ocupaba Puigdemont, si el tema era los fondos europeos “next generation”, quién aparecía en la escena era Puigdemont. Creo que Dolors Montserrat no dio la talla, interrumpía constantemente a Teresa Rivera en sus intervenciones, mientras esta, con un razonamiento más sosegado, la envió, en argot de boxeo, hacia la lona del cuadrilátero en varias ocasiones.

En sexto lugar, por los “numeritos” que montan los diputados del PP en el Congreso de los Diputados, donde, obsesivamente, preguntan por presuntos casos de corrupción del gobierno con hechos ni probados ni con indicios racionales suficientes y por denuncias interpuestas por el pseudo sindicato “manos limpias”; pero, en cambio, no realizan ninguna pregunta sobre lo que realmente interesa a los ciudadanos: la economía, el empleo, los salarios, las pensiones o las prestaciones sociales. Y no lo hacen porque saben que España, aunque no lo reconozcan públicamente, es la economía que más está creciendo de la UE.

En séptimo lugar, porque el PP ha convertido el Senado en el cortijo de su propiedad, citando a quién les da la gana para que comparezcan y dar la sensación de que los comparecientes están bajo la espada de Damocles de la corrupción. Eso hicieron con Salvador Illa y en plena campaña de las elecciones catalanas. Pues les salió el “tiro por la culata”, porque pensaban que con esto Illa perdería las elecciones, cuando ha sido todo lo contrario.

En octavo lugar porque, por enésima vez y esta en campaña electoral de las Europeas, han vuelto a convocar una “manifestación patriótica” para el domingo 26. Y, si cuela, concentraciones en Ferraz y, si puede ser, con muñecos simulando a Pedro Sánchez con el que hacen “piñatas”, dándole palos, como ha sucedido no hace mucho tiempo.

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