El acusado tiene pendiente otro juicio por abusos sexuales, junto a unos amigos, a otras alumnas del centro
La Audiencia Provincial de Baleares ha condenado a cuatro años de cárcel a un profesor de Palma por un delito de abuso sexual a menor, al declarar probado que manoseó el pecho a una alumna.
Además de la pena de cárcel, el Tribunal impone al procesado la pena de inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto o relación con menores por un periodo de nueve años.
El condenado no se podrá acercar ni comunicarse con la víctima durante ocho años y la deberá indemnizar en la cantidad de 3.000 euros. La Sala también impone al procesado la pena de inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto o relación con menores por un periodo de nueve años.
El joven tiene pendiente otro juicio por abusos sexuales, junto a unos amigos, a otras alumnas del centro.
Los hechos del caso ahora sentenciado se remontan al 20 de abril de 2021, cuando la menor, de 13 años en la fecha, se acercó a la pizarra para preguntar una duda al profesor en relación a la clase que acababa de terminar. La Audiencia declara acreditado que el acusado, un joven de actualmente 26 años, le acarició la mano y después el brazo hasta llegar a la altura del pecho, momento en el que le manoseó y estrujó un pecho.
En este primer juicio, los magistrados entienden que el profesor cometió los hechos aprovechándose de un momento en el que la menor se acercó a la pizarra para que le resolviese una duda. El Tribunal considera que "el relato de la menor es persistente".
La Sala condena al profesor por realizar "a sabiendas un tocamiento no consentido de carácter sexual". Los magistrados señalan que "es cierto que este acto fue sorpresivo, duró pocos segundos y fue por fuera de la ropa". No obstante, la Sala apunta que "esto no afecta a la tipicidad, pues sigue tratándose de un contacto sexual intencionado no consentido que atentó a la indemnidad sexual" de la menor.
"El acusado no solo se aprovechó de la asimetría de edad, sino también de la superioridad derivada de la relación profesor alumna y de las circunstancias derivadas de ello", razona el Tribunal.
El acusado negó en el juicio, el pasado marzo, la versión de la víctima. Reconoció que tiene "la manía de gesticular" al hablar y que en ocasiones puede molestar a otras personas, pero "de ahí a la versión que se da [por la víctima] hay una diferencia sustancial". Además, aseguró que la conversación tuvo lugar "en la pizarra en el centro de la clase" delante del resto de alumnos.
Durante su testifical --se reprodujo una grabación en el juicio--, la víctima descartó por completo la posibilidad de que hubiera sido un roce accidental, explicándole a su madre que su profesor le había "estrujado" un pecho. "No sabía qué hacer", expresó. La niña indicó que ningún otro alumno vio lo ocurrido.
La madre se puso en contacto con el centro, donde la primera respuesta fue "que este chico era muy cariñoso y que había sido a lo mejor un malentendido", explicó ante el Tribunal. La madre comentó que ella misma comprobó que el docente seguía en redes sociales a muchos alumnos del colegio, lo que le pareció inapropiado. Finalmente el colegio no renovó el contrato al profesor; con todo, el motivo oficial fue el incumplimiento de protocolos covid.
La sentencia no es firme y la defensa del procesado, ejercida por el abogado Pablo Juanico, tiene previsto recurrir ante el Tribunal Superior.
El profesor está acusado junto a otros tres jóvenes de abusar sexualmente de las antiguas alumnas del docente, todas menores. Sin embargo, el caso sufrirá un considerable retraso debido a un recurso de la defensa que la Audiencia Provincial nunca tramitó.
El juicio queda pendiente de una prueba de madurez a los acusados que de momento no tiene fecha, como tampoco hay calendario para la vista oral. El fiscal Julio Cano se había opuesto a ese extremo porque al ser menores de 16 años "no pueden consentir y punto, y no hay más cuestión".
En este otro caso, la Fiscalía pide para el profesor, un joven de 26 años, una condena de 12 años de prisión, libertad vigilada con obligación de participar en un programa de educación sexual y la inhabilitación para trabajos que conlleven contacto con menores durante 15 años.
Otros tres acusados, de 21, 22 y 23 años, serán juzgados con él. Para dos de ellos la Fiscalía pide una condena de diez años y medio de cárcel, cada uno, y para el tercero solicita nueve años de prisión.