Tarde taurina con amenaza de lluvia en la Santa Cruz de El Bodón
Extraordinario juego de la ganadería de El Pilar en una capea sabatina en la que solo hubo un revolcón sin consecuencias
La localidad de El Bodón ha vivido con gran paroxismo durante todo el fin de semana la festividad de La Santa Cruz, comenzando el domingo anterior con la bajada del Cristo de la Exaltación desde su Ermita hasta la Iglesia parroquial de San Lorenzo, donde permanecerá por tiempo indefinido al decidir los bodoneses y el sacerdote no devolverlo al campo por las malas condiciones que presta la Ermita; además de no contar con el personal apto para la carga de la imagen y, ser el recorrido largo y con buena pendiente ascendente.
Tras los actos solemnes del viernes cuatro de mayo por la mañana y una tarde pensada para los más pequeños del lugar, la jornada sabatina estuvo marcada por la tauromaquia a modo tradicional y popular, donde fue el público más joven fue muy representativo tanto en participación como de público. Jóvenes procedentes de la zona de El Rebollar, tierras extremeñas y toda la comarca mirobrigense que se acercaron con sus vehículos cargados de aficionados a las capeas y encierros.
Si la mañana estuvo soleada y ventosa para el encierro callejero, la tarde estuvo más áspera con nubes amenazantes de agua, que de vez en cuando soltaban alguna gota tras su efímera estancia en la plaza de tientas, aunque la temperatura era agradable. Esto no fue suficiente para amedrantar a los bodoneses y forasteros, que disfrutaron de una gran capea tradicional con las seis vacas de la ganadería salmantina de El Pilar con una gran presencia y cornamenta dando un buen juego.
A pesar de la gran envergadura de las reses, solamente un joven resultó volteado a la hora de dar un quiebro a la cornúpeta, siendo trasladado a la ambulancia sin que presentara graves daños. Mientras tanto, la fiesta continuaba amenizada por la charanga mirobrigense Santa Ana, que hizo de la casi destemplada y casi lluviosa tarde una fiesta continuada en la que los asistentes poco miraban al cielo.
Una vez las reses capeadas, tuvo lugar otro evento que llena las calles y talanqueras de colorido y emoción. Un nuevo encierro urbano en el que participaron solamente cuatro vacas de las seis toreadas, al decidir los veterinarios que no se encontraban en condiciones de salir a correr a la calle por “haberlo dado todo” en el coso taurino embistiendo a los mozos.
Una de las vaquillas mostró su bravura al quedarse rezagada en el recorrido, adquiriendo la posición de defensa y mostrar a la vez cansancio, por lo que hubo que trasladarla en camión hasta el corral para que descansara sin más consecuencias con sus hermanas.
Terminado el encierro, solo que daba disfrutar de un refrigerio al son de la música de la charanga, que seguía animando al público que agotaba los últimos momentos de las fiestas de mayo, pensando ya en San Lorenzo, en el mes de agosto, que están ya a la vuelta de la esquina.
De forma más tranquila y quizás más familiar, los lugareños podrán disfrutar el domingo en la tarde del grupo musical EN3JAZZ, poniendo esta vez si, el broche final a las fiestas de la Santa Cruz 2024.