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Las duras experiencias de 3 de los 36 salmantinos deportados a los campos de concentración
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De Salamanca al infierno nazi

Las duras experiencias de 3 de los 36 salmantinos deportados a los campos de concentración

Actualizado 01/05/2024 17:55
César García

Un homenaje recordará esta semana las vidas de Sebastián Villoria Santiago, José Prieto Labrador y Pablo Agraz Alonso

El próximo domingo se celebrará en muchos lugares de Europa el aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Mauthausen, que fue el 5 de mayo de 1945. Esa fecha fue declarada por el Gobierno español como 'Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en Mauthausen y en otros campos y a todas las víctimas del nazismo de España'.

Y es que, en ese campo de concentración fueron internados la mayoría de los deportados españoles y donde –en el campo anexo de Gusen– falleció la mayor parte de ellos. De hecho, como recuerda la Asociación Salamanca Memoria y Justicia de Salamanca, Mauthausen también fue el campo destinado por los nazis para la mayoría de los 36 salmantinos deportados y donde más fallecidos hubo.

Tres de esos salmantinos serán homenajeados esta semana en la ciudad charra, como relatamos más abajo. Así fue la vida de cada uno de ellos, según recoge el Ministerio de Cultura- Pares. BOE 190 de 09/08/2019.

Sebastián Villoria Santiago

Sebastián Villoria o, como figura en el registro civil, Sebastián Félix Villoria Santiago, nació en Salamanca el 20 de noviembre de 1919 en el barrio de Pizarrales. Su padre, Sebastián Villoria, era un jornalero que había llegado de Villaseco de los Gamitos en busca de un nuevo modo de vida y residía, al menos desde 1912, en el Camino de la Moral, uno de los ejes que vertebraron el desarrollo de Pizarrales a principios del siglo XX, por aquel entonces un suburbio de viviendas precarias.

A poco de nacer Sebastián, la familia abandonó el barrio de Pizarrales, dejan de estar empadronados allí en 1921. Las noticias posteriores hacen suponer que emigraron a Francia poco después, siendo Sebastián todavía un niño, lo que explicaría que Sebastian Villoria (sic) aparezca como prisionero de nacionalidad francesa en la documentación relativa a la deportación. Aunque en algún listado aparece también como prisionero italiano, siempre aparecen el lugar y fecha de nacimiento correctos.

Lo cierto es que nada sabemos de Sebastián Villoria Santiago hasta que, a la edad de 23 años, aparece en varios listados de la jefatura de policía de Wiesbaden (Alemania) junto a otros prisioneros franceses, sin que sepamos cuándo y dónde fue detenido. Era febrero de 1943 y los prisioneros estaban asignados a Kalle & Co., una empresa de productos químicos ubicada en Wiesbaden-Biebrich que usó trabajadores esclavos desde 1941.

En un certificado médico del 10 de diciembre de 1943, Sebastián figura con el diagnóstico de “abultamiento en la espalda”, firmado por un médico ortopeda; y un mes después, en enero de 1944, se le destina a un campo de concentración.

Sin embargo, Sebastián tardó todavía medio año en ser deportado: el 18 de julio de 1944 fue ingresado en el campo de Dachau con el número 80122, para ser transferido un mes más tarde al campo de concentración de Flossenbürg, donde pasa a ser el número 21319. En su ficha de Flossenbürg figura como soldado y posible residencia anterior en Lourdes (Alto Garona, Francia).

El mismo día de su ingreso en Flossenbürg, el 26 de agosto de 1944, fue enviado al subcampo de Hersbruck, un campo anejo donde unos 10.000 presos trabajaban en túneles conocidos como Doggerstollen que contenían 4 km. de naves industriales proyectadas para la fabricación de motores de avión BMW.

Los prisioneros, además de trabajar en condiciones infrahumanas, debían caminar cada día 5 km desde el subcampo hasta los túneles; en Hersbruck murieron unos 3.500 deportados. La llegada de las tropas aliadas en la primavera de 1945 precipitó la evacuación de Flossenbürg y sus subcampos en varias “marchas de la muerte” enviadas hacia Dachau entre el 19 y 20 de abril.

Sebastián Villoria fue de nuevo ingresado en el campo de Dachau el 24 de abril de 1945, asignándole el número 160085. Cuatro días después, el 28 de abril de 1945 quedó registrada su muerte. Al día siguiente, tropas norteamericanas llegaron a Dachau y liberaron el campo.

No hay constancia de cómo fue asesinado Sebastián Villoria, pero la fecha en que se registró su muerte, a la semana de la evacuación de Flossenbürg, hace suponer que no sobrevivió a la “marcha de la muerte” en que llegó a Dachau. Uno de los relatos de cómo los norteamericanos descubrieron Dachau resulta bastante explícito de lo ocurrido: ”Para entrar en el campo, los soldados siguen una carretera que bordea la vía férrea. Horrorizados y estupefactos, encuentran allí un tren de unos cuarenta vagones abiertos donde yacen unos dos mil cadáveres en fase de descomposición. Es con esta visión digna de El Bosco como los estadounidenses se acercan al campo de Dachau…

El caso es que los soldados estadounidenses, enfurecidos por la visión del tren, dispararon sobre los SS que aún se encontraban allí, pese a que estos se presentaban a ellos con una bandera blanca para rendirse”. (Annette Wieviorka, 1945. Cómo el mundo descubrió el horror, 2015)

José Prieto Labrador

José Prieto Labrador nació en Salamanca, el 25 de febrero de 1908. Fue el segundo hijo del matrimonio formado por Hermenegildo Prieto, un jornalero procedente del cercano pueblo de Doñinos de Salamanca, y de Obdulia Labrador, natural de Salamanca. Residían en la calle Escoto, en un lateral del Colegio de Calatrava, domicilio que mantuvieron hasta 1920.

Tras quedarse viudo, el padre se trasladó a Madrid y se casó de nuevo, estableciendo su domicilio en la calle Basco de Garay, 36 de la capital, que será el domicilio con el que José Prieto queda registrado al ingresar en el campo de concentración. No se tienen referencias de la vida de José en Madrid.

Probablemente ejerciera el oficio de zapatero, empleo que consta en la documentación de Mauthausen. No se le conoce afiliación sindical o política ninguna durante los años 1930, ni se tienen noticias ciertas sobre su participación en la guerra civil, que le sorprende al cumplir 28 años.

Tanto la tradición familiar como las noticias posteriores dan por cierta su pertenencia al ejército republicano, pero José no pudo mantener el contacto con sus familiares y estos pensaron durante años que había fallecido en el frente. Sin embargo, su trayectoria posterior permite suponer que cruzó la frontera a principios de 1939 camino del exilio en Francia; y que, tras pasar por los campos de internamiento franceses, se enroló en alguna compañía de apoyo al ejército francés, en la que fue hecho prisionero por el ejército alemán al invadir Francia en junio de 1940.

A principios del verano de 1940 fue encarcelado junto a otros republicanos españoles en el Stalag XIII-A (campo de prisioneros de guerra) en Nuremberg, con el número de matrícula 42.772. Allí agentes de la Gestapo ubicaron a los prisioneros españoles en barracones aislados del resto de los cautivos y, en julio de 1940, fueron transportados en vagones para ganado a un nuevo stalag, el VII-A, situado cerca de Moosburg, al nordeste de Munich. En este nuevo campo, José Prieto fue uno de los 392 españoles que los nazis reunieron para su destino final en un campo de concentración destinado al exterminio por el trabajo esclavo.

El 5 de agosto de 1940, José Prieto y sus compañeros fueron embarcados de nuevo en vagones de ganado en la estación de Moosburg y a las 8 de la mañana del 6 de agosto el contingente español llegó al campo de concentración de Mauthausen. Era el primer grupo de los casi 7.000 españoles que en año y medio llegaron a Mauthausen, habían perdido su condición de prisioneros de guerra y, considerados enemigos del III Reich, fueron etiquetados simplemente como rotspanier (rojo español) y destinados a ser explotados y maltratados hasta su muerte.

En Mauthausen José Prieto pasó a ser el preso número 3495. Cuando llegó el 6 agosto de 1940, el campo estaba aún en construcción, sin el aspecto amurallado que adquirió poco después. Los españoles que llegaron allí no sabían lo que era aquello, pero pronto se debieron hacer una idea trabajando en condiciones extremas en la cantera, en la construcción de las murallas o de los 186 escalones de la “escalera de la muerte”. El 29 de agosto de 1941 murió en el Campo de Concentración de Gusen (Austria).

Pablo Agraz Alonso

Perfil biográfico Texto y fotografías facilitados por Pablo Martínez Botello, sobrino nieto de Pablo Agraz.

Pablo Agraz Alonso nació el 17 de mayo de 1908 en Salamanca. Era el único varón de una familia de ocho hijos. Hacia finales de los años veinte emigró a Madrid junto su madre, Cecilia Alonso Puente, y sus hermanas, instalándose en el madrileño barrio de Atocha.

Su padre, Leonardo Agraz Sendín, se quedó en Ledesma (Salamanca) pues era cartero en esa localidad. Leonardo fue asesinado el 28 de agosto de 1936 en una de las “sacas” de la Cárcel Provincial de Salamanca, en la carretera que va desde Salamanca a Zamora, probablemente a la altura del municipio del Cubo de la Tierra del Vino.

Durante los años treinta Pablo Agraz entró en contacto en Madrid con los movimientos sociopolíticos progresistas de la época, viviendo en la capital de España la proclamación de la II República. Tras el golpe de estado de 18 de julio de 1936 y el estallido de la guerra civil se alistó en el cuerpo de Carabineros para defender el régimen democrático republicano.

Por algunas de sus cartas tenemos referencia de que participó en el asedio del Alcázar de Toledo entre julio y septiembre de 1936. La siguiente noticia que tenemos de él lo sitúa en julio de 1938 en un acuartelamiento del Cuerpo de Carabineros localizado en Granollers (Barcelona).

Tras la ofensiva a finales de diciembre de 1938 de las tropas franquistas sobre Cataluña, la información que tenemos es que se repliega desde La Seu d’Urgell hacía la frontera francesa, dejando España el 10 de febrero de 1939 por Puigcerdá (Gerona). Ya en Francia, desde la localidad de Bourg-Madame recorre con sus compañeros de exilio ocho kilómetros a pie hasta Latour de Carol, donde sube a un tren que lo llevó a Gare de Borredon, para desde allí llegar al campo de internamiento francés de Septfonds; el cual que llegó a albergar a 150.000 republicanos exiliados. Por una carta que envió desde Septfonts a su amiga Pepita Selles, sabemos que se encontraba allí el 12 de marzo de 1939.

Fue deportado a Mauthausen el 9 de agosto de 1940, liberado en Ebensee el 6 de mayo de 1945 y falleció en París el 21 de marzo de 1963.

Emotivos recuerdos

Por eso, este viernes 3 de mayo se celebrará un acto de homenaje a tres deportados nacidos en la ciudad de Salamanca. Será a las 18:00 horas en la Iglesia Vieja de Pizarrales, ya que en este barrio de la capital charra, en concreto en la calle La Moral, nació Sebastián Villoria Santiago, que terminó sus días asesinado en el campo de concentración de Dachau (Alemania).

Los otros dos homenajeados son José Prieto Labrador, nacido en la calle Escoto y asesinado en Mauthausen-Gusen (Austria); y Pablo Agraz Alonso, que nació en la calle Asadería y fue uno de los pocos supervivientes de Mauthausen.

En el acto, abierto al público, participarán familiares de José Prieto y de Pablo Agraz, además de representantes del Ayuntamiento, de la Asociación Salamanca Memoria y Justicia y de la Asociación de Vecinos Munibar.

  • Se iniciará con una conferencia, "De Salamanca al infierno nazi", a cargo de Hilario Hernández, de la ASMJ, y de Pablo Martínez Botello, escritor y sobrino nieto de Pablo Agraz.
  • A continuación se hará entrega de las correspondientes Stolpersteine o piedras de la memoria a los familiares y vecinos para su instalación frente a las casas donde nacieron.
  • Tras finalizar el acto, a las 19.30 h, frente al número 20 de la calle La Moral se instalará la stolperstein de Sebastián Villoria, como símbolo del destino que sufrió y que nunca debería volver a repetirse.

En la mañana del sábado se instalarán las piedras de José Prieto, a las 11:30 h en la calle Escoto (esquina calle Rosario), y de Pablo Agraz, a las 12:00 h, en la calle Asadería (esquina calle Pinto).

El homenaje está promovido por la Asociación Salamanca Memoria y Justicia con la colaboración del Ayuntamiento de la ciudad y de la Asociación de Vecinos de Pizarrales Munibar.