Como es tradición, la Feria de las Cantarinhas y de Artesanía llena de primavera la ciudad trasmontana
Las cantarinhas son pequeños cántaros de barro que tienen un origen muy antiguo en Bragança, remontándose a la gran feria que se realizaba a principios de mayo en la ciudad, donde se vendían cántaros y otros utensilios para las labores del campo.
Además de objetos útiles, era costumbre llevar de la feria, a la que se había ido tanto a comprar como a vender, algo para los más pequeños de la casa, para la madre o para la novia, y las cantarinhas, una pequeña vasija de barro, era el objeto más popular. No por casualidad, en el distrito de Bragança están los pueblos donde mejores cántaros de barro de fabricaban: Pinela y Vila Boa.
En la feria del 3 de mayo de Bragança, día de la Santa Cruz, se adquirían los cántaros de agua para la casa, en una época en la que se avecinaban las siegas y cosechas, con mucha labor en el campo y mucha agua que acarrear. Se dice que las de Pinela son las que conservan el agua más fresca y rica, por el tipo de barro con el que están hechas, el saber de las cantareras y las gruesas paredes de las vasijas.
Durante la Feria de las Cantarinhas de Bragança podemos ver miles de ellas, en los puestos de la plaza de la Catedral y por las calles adyacentes. Encontramos las más tradicionales y las más modernas, esmaltadas y sin esmaltar. Desde luego, no faltan las austeras pero bonitas y únicas Cantarinhas de Pinela, aún hoy realizadas de forma totalmente artesanal, junto a las más llamativas.
Todas sirven para cumplir la costumbre de regalar, -mejor de tres en tres-, a la persona a quien se quiere bien. No habrá hogar en el distrito de Bragança que no luzca una triada de cantarinhas, pues la tradición asegura que recibirlas trae suerte.
En la plaza Camões, al lado de la Catedral, se celebra hasta el 5 de mayo la XXXVI Feria de Artesanía. Además de piezas de alfarería de todo tipo, en este certamen brigantino encontramos también productos de panadería y dulcería, hortícolas, artículos para la casa y el jardín, textiles, cerámicas y lozas. Pero ahí están las cantarinhas, llamando la atención del visitante curioso.
Desde el miércoles 1 al domingo 5 de mayo, las calles del centro de Bragança son un escaparate lleno de color, donde además habrá animación musical constante con bandas y charangas.
Entre la programación, destaca el domingo por la mañana las Cantarinhas sobre Ruedas y el campeonato de Chega de Touros, una modalidad de lucha de toros propia del nordeste de Portugal, que cuenta con la Mirandesa y la Barrosã como razas bovinas autóctonas. El mismo domingo, a las 9:00 horas, dará comienzo la Media Maratón de las Cantarinhas. Y hasta el 12 de mayo, en el Parque Eixo Atlántico, en la parte noroeste de la ciudad, están abiertas las atracciones de feria.
Las cantarinhas son para Bragança una tradición propia y ancestral que conecta con la memoria afectiva de sus habitantes, con un significado transmitido de generación en generación.
Cerca del paseo fluvial, delante y detrás de la Sé Catedral y en las calles del centro, se respira primavera en Bragança, con unos pequeños cántaros como paño de fondo.
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