“Lo razonable es que la gestión de nuestros edificios se ponga en manos de un administrador de fincas colegiado”

Todo lo relacionado con la vivienda, edificios y urbanizaciones se ha complicado, por lo que es aconsejable que las comunidades de vecinos cuenten con el asesoramiento de un profesional pluridisciplinar como son los administradores de fincas para esas tareas que les lleva demasiado tiempo o no saben desempeñar y esos problemas que desconocen cómo enfocar, afirma Ángel Hernández, presidente del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Salamanca y Zamora.

¿Cómo es el día a día de un administrador de fincas? ¿Cuáles son sus principales funciones?

Bastante ajetreado. Llegamos al despacho con la idea de hacer unas cosas y siempre surgen incidencias nuevas que trastocan nuestra agenda y nuestros propósitos. Nuestra función, en síntesis, es la de intentar que los servicios de las comunidades funcionen correctamente, atender las incidencias, ahorrarle molestias a la directiva e intentar que las relaciones vecinales -aunque cada uno somos de nuestra madre y de nuestro padre- discurran dentro de un orden.

¿Con qué situaciones y problemas os encontráis?

Lo que nos lleva más tiempo en los últimos años es la resolución de incidencias. Nuestro deseo es resolverlas con la mayor celeridad posible, pero dependemos de la voluntad y de la disponibilidad de terceros. De la voluntad, porque con más frecuencia de la que desearíamos tenemos que pelearnos con peritos y tramitadores de algunas compañías aseguradoras, muchas veces por cuestiones obvias; y de la disponibilidad, porque desde la pandemia hay menos empresas reparadoras, y con menos personal especializado, con lo cual el tiempo de respuesta se alarga demasiado y los costes son más elevados. Todo ello genera malestar en los vecinos, quienes unas veces lo entienden y otras no tanto.

¿Se puede decir que el administrador de fincas es clave en la gestión de las comunidades de vecinos?

Aportamos la visión y sentido común que nos brindan nuestros conocimientos y experiencia; y actuamos con la objetividad a la que nos obliga atender el interés general por encima de cualquier interés particular, aunque ello nos suponga quebraderos de cabeza e incomprensión en no pocas ocasiones.

No es obligatorio contar con un administrador, pero ¿los hay en muchas comunidades?

Más que hablar de lo que es o no obligatorio, cuando de profesionales se trata hay que decidirse por lo que nos resulta más conveniente. En los tiempos que vivimos lo razonable es que la gestión de nuestros edificios y urbanizaciones se ponga en manos de un administrador de fincas colegiado. Si la vida cada vez es más compleja y la convivencia entre los vecinos cada vez más difícil, todo lo relacionado con la vivienda, edificios y urbanizaciones se ha complicado exponencialmente; así, temas como la eficiencia energética, el mantenimiento, inspecciones y obras en el edificio, la oferta diversa en materia de instalaciones y energía, por poner sólo unos ejemplos, aconsejan contar con el asesoramiento de un profesional pluridisciplinar como somos nosotros, que analizamos los problemas y posibles soluciones desde una perspectiva global y no particular. Por ello cada vez más comunidades, incluso de pequeño tamaño, cuentan con nuestros servicios, descargando en nosotros esas tareas que les lleva demasiado tiempo o no saben desempeñar, y esos problemas que desconocen cómo enfocar, todo lo cual termina deteriorando las relaciones entre los vecinos.

¿Cuáles son las ventajas de contar con un administrador?

Las comunidades que cuenten con nuestros servicios han de tener la tranquilidad de que el Colegio está detrás del profesional que les administra, ofreciéndole formación, reciclaje, convenios con empresas y organismos que revierten en beneficio de sus administrados, y la cobertura de los seguros de responsabilidad civil y de caución. Y han de estar seguros de que a la experiencia de su administrador se sumará la experiencia de otros compañeros que a buen seguro la compartirán gustosamente.

¿Cuánto lleva como presidente del Colegio?

Pues bastantes años; los suficientes como para ser testigo de los cambios de ánimo de nuestros vecinos, que es tanto como decir, los cambios de ánimo de nuestra sociedad, especialmente tras la crisis de 2008 -cuando los ciudadanos empezamos a exigir cada vez más, a cambio de menos- y sobre todo, a partir de la pandemia, tras la que la situación se ha agudizado, complicándose aún más nuestro trabajo. Cada vez hay más obligaciones formales, más tiempo improductivo que dedicar a resolver problemas, más exigencias, más estrés… y lo peor de todo es que no sólo afecta a nuestro sector, sino que es una sensación generalizada. Lo cual, dicho sea de paso, debería llevar, especialmente a los que nos dirigen, a dedicar un tiempo a la reflexión, a hacernos la vida más sencilla y a escuchar a la sociedad civil, que algo sabemos de resolver problemas.

¿Hay muchos administradores de fincas en Salamanca?

Nuestro Colegio comprende las provincias de Salamanca y Zamora. En Salamanca, concretamente, somos en la actualidad sesenta y nueve colegiados y en toda Castilla y León superamos ampliamente los quinientos.