Necesidades y problemas en la infancia: Apego y Abusos sexuales

Un problema que puede plantearse en cualquiera de las etapas que hemos resumido en estos textos son los abusos sexuales a menores: afectan en torno a un 20% de chicas y un 10% de chicos, desde el nacimiento hasta los 17 años.

Hay varios tipos de Apego. Dos fundamentales; Apego seguro y apegos inseguros, que ha hemos comentado en otros textos. Los hijos e hijas con apego seguro saben, sienten y han experimentado que los padres les cuidan y no les van a fallar. Por eso afrontan mejor los posibles problemas de la vida, incluidos los abusos sexuales.

Pues bien, si el menor ha adquirido un vínculo de Apego Seguro gracias al adecuado Sistema de Cuidados y la incondicionalidad de sus padres o cuidadores, los efectos de los abusos sexuales son menores a corto plazo y es más probable que no se mantengan a largo plazo.

Por otra parte, cuando estos menores tienen Apego Seguro, cuando sean adultos, es más probable que mantengan este estilo de apego seguro y tengan mayor bienestar personal e intrapersonal y mayor autoestima.

Los menores con Apego Inseguro que hayan sufrido abusos es más probable que sufran de malestar psicológico y baja autoestima también a largo plazo.

En definitiva, los investigadores concluyen en las revisiones recientes que acabo de hacer que el Apego Seguro protege parcialmente de los afectos de los abusos a largo plazo y favorece el ajuste psicológico de la persona, la autoestima y las relaciones interpersonales más saludables.

Por otra parte, resulta más fácil ayudar a las victimas de abusos con estilo de apego seguro. Y también a las familias en las que un hijo o hija ha sufrido un Abuso.

Por eso insistimos tanto en que la familia, las madres y los padres, sean buenos cuidadores e incondicionales con los hijos e hijas.

La familia es la institución más importante, especialmente si las formamos para que crean a sus hijos e hijas, detecten los abusos, los denuncien y apoyen a las víctimas a lo largo del proceso. Si fuera así, los efectos de los abusos a largo plazo serían aun menos probables de lo que señalan estas investigaciones.

Por cierto, el gobierno hace bien aceptando las diversidades actuales de las familias, pero muy mal tratando de manera inadecuada el concepto de familia, de madres y padres, de las familias numerosas, etc. Las minorías deben ser apoyadas, pero las mayorías no deben ser maltratadas en el vocabulario, conceptos y leyes.

Un problema que arrastra la izquierda desde que Engels y compañía la emprendieran contra” La Familia, la Propiedad y el Estado”.

La izquierda y la derecha deberían aceptar que la familia, también la convencional, son la institución más importante para la infancia porque es la que puede ofrecer un Sistema de Cuidados afectivo y eficaz.

Las familias llamadas minoritarias, cada vez más, por cierto, deben ser aceptadas y ayudadas, pero no se debe legislar, denominar y usar conceptos contra las familias convencionales.

Cada persona tiene el derecho a construir su biografía amorosa y de pareja. Y, con independencia de a quien voten, deben ser aceptadas y apoyadas por los gobiernos.

Es tema que no se debe politizar (cosa que llevan haciendo los políticos toda la vida) porque tanto los padres de izquierda como de derechas pueden ofrecer lo que más necesita la infancia. Todos deberían pactar políticas de apoyo a las familias en una sociedad con una crisis grave de natalidad y del Sistema de Cuidados. Tener hijos no es una obligación personal, pero que una sociedad ponga en crisis la infancia y la adolescencia es un problema social muy grave.

Todos los textos que he escrito en esta serie sobre “Las necesidades y problemas de la infancia”, pretenden concienciar de estos dos problemas, a la vez que denuncio que se pretenda imponer un tipo de familia en las leyes, los conceptos, el vocabulario y las ayudas. Antes lo hacían los políticos desde una concepción religiosa conservadora, ahora desde un radicalismo de izquierdas ignorante y doctrinario.

¿Por qué no aceptamos que las personas tengan una vida sexual y amorosa libre y ética, sean de derechas o de izquierdas? ¿No tienen los políticos en cuenta los derechos humanos?

Por cierto, todas estas leyes deberían contar con un apoyo muy alto del parlamento y pensando siempre también en el bienestar de los hijos e hijas, que es una responsabilidad de las familias y de los Estados.

Félix López Sánchez