Miércoles, 01 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
De la caída a la libertad
X
Calle de la Fe s/n

De la caída a la libertad

Actualizado 27/03/2024 07:55
Tomás González Blázquez

Va a buscar a nuestro primer padre, como a la oveja perdida. Quiere visitar a los que yacen sumergidos en las tinieblas y en las sombras de la muerte; Dios y su Hijo van a liberar de los dolores de la muerte a Adán, que está cautivo, y a Eva, que está cautiva con él. (…) Me dormí en la cruz, y la lanza penetró en mi costado, por ti, de cuyo costado salió Eva, mientras dormías allá en el paraíso. Mi costado ha curado el dolor del tuyo. Mi sueño te sacará del sueño de la muerte. Mi lanza ha reprimido la espada de fuego que se alzaba contra ti. Levántate, vayámonos de aquí. El enemigo te hizo salir del paraíso; yo, en cambio, te coloco no ya en el paraíso, sino en el trono celestial. Te prohibí comer del simbólico árbol de la vida; mas he aquí que yo, que soy la vida, estoy unido a ti.

No es el primer Sábado Santo en que sostengo sobre este basamento mi columna. En 2017 utilicé un fragmento semejante de “una antigua homilía sobre el grande y santo Sábado”, hoy presente en el Oficio de Lectura, fijándome entonces en el Cristo del Perdón del salmantino convento de la Madre de Dios, el de las terciarias regulares franciscanas con puertas a la plaza de San Benito y a la esquina de Prado con Juan del Rey. Esa imagen de Cristo, a un tiempo doliente y triunfante, nos remite al descenso a los infiernos, al lugar de los muertos anteriores a la Redención, que para ellos también sucedió, porque la sangre del Justo se derramó por todos los justos.

Si el orbe sobre el que se eleva el Cristo del Perdón nos muestra el Paraíso, escenario de la caída del hombre, sumido en sombras de muerte, esa misma iconografía es la que estrenó el reciente Lunes Santo en el paso de la Virgen de la Amargura, de la Cofradía de la Vera Cruz, que procesionó en fría y ventosa noche desde su capilla para hacer estación ante el Santísimo Sacramento en la Catedral de Salamanca. La pintura del joven artista José Ángel Nava contribuye a seguir situando la novedosa presentación de esta imagen del siglo XVII como un reflejo de la espiritualidad de la cofradía, que lo es de la Santa Cruz, en la que extiende sus brazos el sobrecogedor Cristo de los Doctrinos, y también de la Purísima Concepción, misterio mariano en el que nos adentra el paso de la Virgen de la Amargura.

En 2023 se vistió la Virgen con una nueva saya, realizada por Bordados Modes, que nos señala el papel central de la humilde nazarena en la Historia de la Salvación, elegida por Dios y, por esto, y en atención a los méritos de su Hijo en la Cruz, preservada de ese pecado original que está ocurriendo precisamente en la pintura del orbe. Es la caída de Adán y Eva, que necesita un nuevo Adán, Jesús que muere, desciende a los infiernos y resucita, y una nueva Eva, María, en la que se cumple la profecía del Altísimo dirigida al Diablo, la serpiente, y recogida en la parte superior del tondo: Ipsum conteret caput tuum et tu… (… conteres calcaneum eius; Ésta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón). Este texto del Génesis (3, 15), que se proclama cada año en la Misa de la Inmaculada, entronca con el del Apocalipsis, la mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies, que dibuja a María como la nueva Eva que participa de la victoria del Bien sobre el Mal, de la gracia sobre el pecado, de la vida sobre la muerte. Esta historia, la Historia de la Salvación con mayúsculas, la del pueblo que peregrina, la de cada mujer y la de cada hombre que habita el orbe terrenal camino del Cielo, es la que quiere contar, todavía en proceso, el paso de la Amargura.

Hoy, durante el grande y santo Sábado, aguardamos en silencio y con esperanza la hora de celebrar que el Bien derrota al Mal, que donde abunda el pecado sobreabunda la gracia, que Aquel que murió ha resucitado, porque desde ese momento en que descendió a buscar a nuestro primer padre, como oveja perdida, la muerte de los hombres no es ya la misma muerte: la Muerte de Cristo derrota a la nuestra, su Resurrección procura nuestra resurrección. Los caídos ya somos libres, porque es la Pascua, el paso del Señor.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.