El torero peruano mostró su lado más personal e íntimo en una charla con la periodista Karina Sainz
El Teatro Liceo de Salamanca se quedó pequeño para acoger el acto organizado por Juventud Taurina de Salamanca bajo el lema: "Roca Rey. Ídolo de masas". La presencia del torero peruano provocó largas colas desde horas antes de abrirse las puertas del céntrico recinto. En una charla muy íntima conducida por la periodista Karina Sainz, Roca Rey mostró su lado más íntimo, habló sobre sus miedos, la soledad, la estrecha relación entre el triunfo y el fracaso, ...
Más de quinientas personas, entre los que se encontraban muchos jóvenes, atendían impávidos ante las declaraciones de un Roca Rey que, al igual que hace en el ruedo, llenó el escenario con su prestancia. Uno de los puntos cúlmen de la charla fue cuando la máxima figura de la tauromaquia habló sobre sus miedos: "Pese a lo que pueda pensar la gente, me da mucho miedo la muerte. A pesar de ello, uno cuando se viste de torero está dispuesto a todo. Cuando se consigue eso, ya no te dan miedo el resto de cosas".
Roca Rey tampoco pasó por alto la oportunidad para hablar de la presencia de jóvenes en las plazas de toros: "Cada vez veo más público joven en las plazas de toros. Es algo que me motiva y que me ilusiona. Creo que pese a que llevamos vidas diferentes, nos sentimos identificados mutuamente, y eso es algo muy bonito". El peruano, en la hora y cuarto de charla, también habló sobre cómo afrontó la pandemia de hace cuatro años: "Dejé de entrenar porque sabía que no íbamos a torear apenas nada". "Me dediqué a comer demasiado y engordé mucho", afirmó entre risas.
El acto, que contó con la presencia del alcalde Carlos García Carbayo, y que fue el primero de Juventud Taurina de Salamanca con la nueva junta directiva al frente, finalizó con unas palabras de María Fraile reivindicando la libertad de poder ir a los toros. A la conclusión del mismo, el protagonista de la noche no dudó en fotografiarse y firmar autógrafos a todas las personas que se lo solicitaron en el photocall del evento, en un gesto de acercamiento al aficionado tan necesario como vital para la tauromaquia.