Jueves, 02 de enero de 2025
Volver Salamanca RTV al Día
Tomar la vera cruz y seguirle
X

Calle de la Fe s/n

Tomar la vera cruz y seguirle

Actualizado 14/03/2024 18:18

Entonces decía a todos:

A todos, todos, todos. Porque para todos abre los mismos brazos y las mismas comillas Jesús.

“Si alguno quiere venir en pos de mí…

Ir, salir y procesionar lo haremos algunos en los próximos días. No demasiados en Salamanca, bastantes en ciertos lugares, menos en muchos otros. Entre los que iremos, saldremos y procesionaremos, los azules de la Vera Cruz, la más antigua de entre las cofradías de nuestra ciudad. Otras diecisiete completan la nutrida lista de las hermandades llamadas penitenciales, que habrán de fomentar, antes de nada, la penitencia interior, pues desde allí dentro nace el deseo de ir en pos de Jesús. Enseña el Catecismo que “la penitencia interior es una reorientación radical de toda la vida, un retorno, una conversión a Dios con todo nuestro corazón, una ruptura con el pecado, una aversión del mal, con repugnancia hacia las malas acciones que hemos cometido. Al mismo tiempo, comprende el deseo y la resolución de cambiar de vida con la esperanza de la misericordia divina y la confianza en la ayuda de su gracia” (n. 1431). Ese retorno siempre tiene algo de primer anuncio, porque para todos sigue guardando Cristo su “venid y veréis” (Jn 1, 39) ante nuestras preguntas de convocados dubitativos.

que se niegue a sí mismo…

¿Seremos como el joven rico, que se fue triste? Su riqueza le ataba al mundo y le hacía esclavo, porque quizá había configurado su ser con la riqueza. Esta negación que se nos propone no es una suerte de nihilismo que convertiría en nada la obra (y gloria) de Dios, el hombre a su imagen y semejanza, sino un despojamiento liberador que nos devuelve a Él, más ligeros de equipaje. La negación de lo que nos separa de Dios y nos encadena al mundo es un sacrificio para nuestro yo absoluto, centrado en sí mismo. Al ponernos el capuchón de raso azul cielo nos ocultaremos de algún modo, no por vergüenza, sino para recogernos y quedarnos a solas con esta Palabra tan crucial, encarnada, complicada, dicha al corazón endurecido. Los ojos seguirán abiertos para lograr avanzar sin demasiados tropiezos (que los habrá), el aliento se alojará contra el tejido que cubre el rostro (podrá faltarnos el aire, pero no el Espíritu), y los pies irán despacio, muy despacio, torpes a menudo, buscando al Otro en el que nos encontramos, en el que volvemos a lo que somos, negados para el mundo pero afirmados para Dios.

tome su cruz cada día…

Porque estas cruces en minúscula no son menos veras. Su verdad la sentimos en nuestros hombros, su peso lo sufrimos, su aspereza nos lacera la piel, su carga nos dobla, su silencio nos calla, su crudeza nos rompe. Veraces tantas cruces aunque alguna se componga de falsas maderas, las mentiras que se nos susurran y a las que prestamos oídos. A cada día le basta su afán, y nunca falta esa cruz cotidiana que halla su apoyo en la que es asumida con obediencia y humildad de Hijo por el Nazareno Chico, como refleja Andrés Ñíguez Carbonell en su fotografía distinguida como cartel de la Cofradía de la Vera Cruz para esta Semana Santa. Cruz de cada día y de cada caída, porque si hasta Cristo cayó… y entonces, Verónica y Cireneo son piedad en medio de los impíos. Cruz humana mientras la Cruz divina se desgrana en partitura de Calvario, de Cristo de los Doctrinos elevado sobre la tierra para atraer las miradas hacia Él. Cruz desnuda, porque el sudario es apenas el paño de pureza que acaricia las lágrimas de la Dolorosa, Purísima Madre agarrada a siete espadas como quien se aferra al sentido del sufrimiento, porque la cruz de cada día nunca equivale a la nada, ni al vacío, sino que es un río que desemboca en Dios, donde se hace signo, victoria, Lignum Crucis.

… y me siga”.

Sus huellas, siempre sus huellas. Haciendo sumario de nuestra reciente, viva, necesaria Asamblea Diocesana (octubre 2016), las huellas de su obediencia y de su Encarnación, de su anuncio del Evangelio y de su oración, de su misericordia y de su entrega por nosotros, de su Cruz, de su Pascua y de su Venida Gloriosa. Es casi Semana Santa, y entonces, pero también ahora y siempre…

Entonces decía a todos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga” (Lucas 9, 23).

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.