El sector más importante de la ciudad, según el presidente de los hosteleros, se ha recuperado de la pandemia, pero se enfrenta al problema de la mano de obra e insiste en contar con terrazas de invierno
En mayo cumple dos años como presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca, un sector que considera que en la actualidad es el más grande e importante de la ciudad. Jorge Moro nos da su visión sobre algunos de los problemas de la hostelería salmantina y sus reivindicaciones más importantes.
¿Cómo han sido estos dos años, que además han coincidido con la recuperación tras la pandemia?
Ha sido una experiencia bastante bonita, aunque con mucho trabajo. El sector lo pedía, porque veníamos de la pandemia con varios cambios importantes, digamos en la forma de vivir; nos hemos dado cuenta que la forma de ocio está cambiando a partir de la pandemia, entonces hemos tenido que adaptarnos a todo eso.
¿Cómo está actualmente el sector en Salamanca?
Ahora bastante bien, la gente se ha animado y uno de los cambios que ha habido es que se tiene más mentalidad de salir, de disfrutar, de pasar tiempo con los amigos y la familia; es una tendencia española, salir a la hostelería, a comer, a cenar, a pasar el rato.
¿Cuáles son los problemas más importantes que tenéis?
Lo que está pasando también en otros sectores, que no tenemos gente para trabajar. Una de las cuestiones que desde la asociación estamos trabajando es el intentar por todos los medios que la gente vea que somos un sector atractivo para poder trabajar, que los jóvenes vean que la hostelería también es una salida muy importante, ser camarero, cocinero, ayudante, lo que sea, es un trabajo muy digno y se paga bien. Entendemos que la gente puede ver que hay mucho ‘pirata’ en ese aspecto, pero, como en cualquier otro sector, hay empresarios buenos y malos, pero intentamos por todos los medios ser un sector atractivo para poder trabajar, para que la mano de obra no nos falte, porque si no, tenemos un problema gordo.
Hay como un bulo de que los horarios son extensos y los sueldos bajos…
La inmensa mayoría de las empresas de hostelería cumple lo que marca el convenio laboral, que está muy bien regulado en descansos, sueldo, vacaciones, en absolutamente todo. Y está bien pagado; de hecho, ahora ha subido el SMI y a nosotros no nos afecta, porque estamos por encima del salario mínimo.
¿Falta mano de obra o es escasa?
Es escasa, no es que falte. Nuestro sector es muy temporal, pero al final siempre ‘salvamos muebles’, siempre aparece gente y nos arreglamos. La verdad que no hay de sobra, pero no es solo en nuestro sector, creo que pasa en muchos. Lo que sí notamos es que muy poca gente quiere contratos de media jornada, es un sueldo de 670 euros y si te pagan casi 500 por no hacer nada, no les interesa. Son mentalidades, porque a la gente hay que decirle que hay que cotizar y si no cotizas, tienes un problema. Hay muchas fórmulas para ganar dinero, unas legales, otras alegales y otras ilegales, la que es más fácil de las que conozco es trabajar, por supuesto, dignamente, con tus derechos, porque tenemos que entender que tenemos que vivir de trabajar.
Hace tiempo hablaba de modernizar el sector, ¿se ha avanzado en este sentido?
Sí, en eso nos hemos puesto mucho las pilas. Lo hemos visto sobre todo en las últimas ferias en las que hemos estado este año, se ha visto que la provincia de Salamanca es impresionante. Nos estamos poniendo las pilas, somos una ciudad y una provincia con récords turísticos y para esto hay que estar preparados, porque nosotros somos el servicio para esos turistas, y lo estamos sacando con nota. Ahora la gente que monta un restaurante está arriesgando mucho y se preocupa muchísimo de hacer las cosas bien. Por otro lado, en este momento estamos luchando con las terrazas de invierno, que es una cuestión que nos parece primordial, viene gente en invierno y hay quien quiere estar en la calle también y tenemos que estar preparados; en cualquier lugar de Europa ahora mismo, incluso en ciudades patrimonio, tienen terrazas con un monumento al lado, se puede convivir con eso.
¿Cómo está este tema?
Está sobre la mesa, lo hemos planteado en reunión reciente en el Ayuntamiento. Es una de nuestras propuestas, no queremos hacer construcciones ni cerramientos de aluminio, porque entendemos que también jugamos con el patrimonio de nuestra ciudad y además con los ciudadanos. Cubriendo el mismo espacio que tenemos ahora mismo en una terraza, desde la asociación hemos presentado un proyecto para que podamos tener unas terrazas que estén bien y que no rompan el patrimonio ni la vida normal de los ciudadanos, si no todo lo contrario, se pueden conjugar perfectamente.
¿Alguna otra demanda de vuestro sector?
No es una demanda como tal, pero siempre estamos pensando cosas y creo que Salamanca está pidiendo a gritos un festival de invierno o de primavera, pero nos encontramos con el bache de que no hay espacios, no tenemos espacios para montar algo así. Por ejemplo, el fin de año universitario congrega a 18.000 o 20.000 personas y podríamos alargar un poco la pernoctación con actividades lúdicas de todo tipo y un buen festival; pondría a Salamanca en el mapa más de lo que está.
¿La hostelería es ahora mismo uno de los sectores más importante o si cabe, el que más?
Yo no quiero tirar por tierra a nadie, todos son importantes, y en Salamanca tenemos nuestra Universidad, que es un valor increíble, pero es verdad que la hostelería es el sector más grande e importante de la ciudad en este momento; si mañana se crea industria u otra cosa, ya veremos.
Y hablando de la asociación, ¿cuáles son sus principales funciones?
Lo más importante que tiene es a nivel profesional, es decir, tenemos servicios profesionales, jurídico, laboral y contable, asesoramos sobre todas las cuestiones, por ejemplo, cómo se abre un bar, restaurante o discoteca. Aparte somos el vínculo entre los hosteleros y las administraciones y además tenemos la representatividad del sector y lo defendemos ante cualquier injusticia que consideremos por parte de quien venga. Tenemos la representatividad de la hostelería de Salamanca y de la provincia y somos el camino ante cualquier duda de cualquier asociado. Por eso, quiero animar, que creo que es lo más inteligente que puede hacer la gente, a que todos tienen que asociarse, les compensa, los defendemos, hacemos trámites, todo.
¿Quedan muchos fuera?
Somos un sector grandísimo y tenemos algo más de 500, pero somos más de 2.000 licencias en Salamanca y provincia. Teníamos que tener 1.200-1500, pero la gente se asocia cuando tiene un problema, que es lo que más fastidia. Hay que ser corporativista; si estoy en un sector, cuanto más seamos, más fuerte será mi sector, te hacen más caso, porque al ser muy grande, hay más presión y más cosas se pueden lograr.