Jueves, 09 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Juan Andrés Martín, sacerdote de varias parroquias en Salamanca: “Ahora a la Iglesia nos toca ser fermento”
X
religión

Juan Andrés Martín, sacerdote de varias parroquias en Salamanca: “Ahora a la Iglesia nos toca ser fermento”

Actualizado 12/03/2024 08:30
Berta Joven

Junto a Tomás Gil, está al frente de una unidad pastoral que aglutina a cuatro parroquias de los barrios de El Rollo y Puente Ladrillo

Juan Andrés Martín y Tomás Gil son los sacerdotes a cargo de la Unidad Pastoral Cristo, Luz de los Pueblos que aglutina cuatro parroquias: San Isidro, El Nombre de María, San Francisco y Santa Clara y La Asunción, en los barrios de El Rollo y Puente Ladrillo. Además, atienden varias residencias de ancianos. Se organizan para celebrar una eucaristía diaria cada uno, y entre dos y tres los sábados y domingos. Desde que Juan Andrés empezó a celebrar misas hace tres décadas en la Sierra de Francia, la iglesia ha cambiado mucho. El número de fieles se reduce, por lo que se hace necesario organizar la actividad pastoral de otra forma, aunque ellos siempre han atendido a varias comunidades, también en las Arribes y la comarca de Peñaranda; lo que ha supuesto un entrenamiento para la realidad que viven actualmente.

“Seguimos haciendo actividades en cada parroquia: el anuncio del Evangelio, la catequesis, la formación, los cursos de Biblia, las celebraciones de la Eucaristía, la formación social…” enumera a la vez que avanza que el objetivo a medio plazo es ir concentrando las actividades por parroquias, es decir, celebrar en una el culto y en otras las actividades más sociales. Venimos de una sociedad de cristianidad de masas, donde se llenaban las iglesias, había cantidades de grupos, de niños, de matrimonios, de mayores, de adultos. Y ha cambiado mucho ese aspecto. En la vida consagrada pasa lo mismo, solo hay un seminarista en Salamanca”, observa.

Juan Andrés vive este proceso de una forma adaptativa. “Es un reto muy grande. No debemos quedarnos en que venga la gente a la iglesia, a la parroquia, sino que tenemos que salir todos, ofreciendo el Evangelio en libertad y gratuidad, entendiendo la vida con pasión y con esperanza. La idea de Iglesia en Europa está cambiando muchísimo”, explica, y que evoluciona hacia un estilo más familiar. “Ahora nos toca a la Iglesia ser fermento, como la levadura”.

El sacerdote observa también como aspecto positivo el fuerte compromiso de quienes se acercan a las parroquias. “El que quiere acoger el Evangelio, lo hace libremente, es una opción personal. A la hora de vivirlo, a la hora de testimoniarlo, es más responsable”.

Frente al reto de seguir anunciando la Palabra a los jóvenes, Juan Andrés detecta un problema: la tendencia de convocar a niños y adolescentes solo para la preparación de los sacramentos (bautismo, comunión y confirmación). “Hay que hacer otro planteamiento, es decir, más desde una iniciación cristiana. La fe, ser cristiano o cristiana, es para toda la vida. Es positivo hacer un camino de acompañamiento desde la catequesis, sobre todo, después de la comunión”.