Viernes, 03 de mayo de 2024
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“El tejido empresarial al final es un camaleón que se va adaptando a los devaneos de las olas”
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Diego García, presidente de CEOE-CEPYME Empresas de Salamanca 

“El tejido empresarial al final es un camaleón que se va adaptando a los devaneos de las olas”

Actualizado 10/03/2024 11:35
Rosa M. García

Salamanca tiene un gran potencial, opina García, que aboga porque “luchemos todos” para que crezca el tejido empresarial, que es el que hace que la sociedad alcance todos sus objetivos

Tras cumplir dos años el pasado noviembre al frente de CEOE-Cepyme Empresas de Salamanca, Diego García resalta la buena relación con la otra confederación y aboga por una unificación, además de criticar que no se cuente con el empresariado para medidas como el SMI o la reducción de la jornada laboral, y da su visión sobre el tejido empresarial de Salamanca y el potencial de la ciudad para que crezca.

¿Qué balance se puede hacer de estos dos años? ¿Cómo ha estado la confederación?

La confederación bien; evidentemente, es una parte importante del tejido empresarial, representamos a muchísimos sectores, a muchísimas empresas, y la importancia de la confederación va ganando peso. También hay que destacar que la firma del manifiesto con la otra confederación ha favorecido las relaciones entre las dos y la Cámara, y yo creo que eso la ciudad y el empresariado lo nota, que hay buena sintonía; al final todos somos empresarios y todos esperamos lo mismo y todos reivindicamos lo mismo

¿Da buena imagen esa unidad de cara a los empresarios?

Efectivamente y creo que tenemos que continuar dando pasos. Siempre he sido un gran defensor de que la unidad hace la fuerza, juntos somos más fuertes, y es evidente que para Salamanca, su tejido empresarial y productivo es fundamental.

¿Hay alguna posibilidad de que en un futuro os unáis las dos confederaciones en una?

Esperemos. Cuando llegué a la confederación dije que lo importante era tener una unidad de acción y unir todas las sensibilidades y evidentemente no cejo en mi empeño. Podremos o no podremos, el tiempo lo dirá, yo soy optimista, sinceramente, creo que es una cosa buena para la ciudad, aunque también es verdad que Salamanca siempre ha sido la ciudad de los bandos, dos equipos de fútbol, dos catedrales, dos universidades, dos confederaciones empresariales…

Entonces ¿seguís trabajando para unificaros?

Sí, en una reunificación, siempre dando pasos. Por su parte también, imagino. Evidentemente, si se hace seremos capaces de unir las sensibilidades, de ver todo lo que nos une, que son muchas cosas y dejar a un lado todo lo que nos separe

¿Cuántas asociaciones hay ahora en CEOE-Cepyme?

Más de 55 asociaciones de todos los sectores y más de 2.000 empresas asociadas de pleno derecho y otras muchas adheridas. Somos una confederación que prestamos muchos servicios a los asociados de pleno derecho, como por ejemplo, servicio jurídico, asesoramiento técnico, la prevención de riesgos laborales, la gestión de redes sociales, además de darles la representatividad en las mesas de negociación de convenios, en el diálogo social, que creo que es fundamental que luchemos todos porque crezca el tejido empresarial en Salamanca porque es el que hace que la sociedad alcance todos sus objetivos. El estado de bienestar se logra principalmente por la aportación que realizan las empresas con sus trabajadores; la aportación de sus trabajadores, los impuestos de las empresas, la Seguridad Social y toda una serie de impuestos que genera una economía circular; evidentemente, el trabajador luego también gasta, consume bienes y servicios que generan las empresas. Es todo un círculo, por eso, para mí es importante que no sea vea como últimamente parece que está haciendo hincapié en esto, al empresario siempre bajo el objetivo del opresor, como el enemigo a batir

Sí, como si fuerais los malos de la película

Efectivamente, como el malo de la película y nada más lejos de la realidad, el empresario lo que quiere es generar riqueza, generar empleo, crear inversión, porque al final siempre el empresario expone su tiempo, su dinero y todo lo que tiene en su vida lo expone en la empresa. Es evidente que los trabajadores también ponen su empeño, su trabajo, si no hubiera trabajadores, no habría empresas, pero creo que es fundamental que la figura del empresario se vea valorada con mucho más positivismo de lo que lo hace actualmente la sociedad; yo creo que la sociedad sí que nos reconoce, solo hay que ver cómo empatiza con los agricultores. Es fundamental que se sensibilice y lo importante es que nos pregunten a los empresarios. Yo creo que la política está perdiendo una gran oportunidad, no nos tienen en consideración, no nos preguntan, se creen que saben regular y legislar sin preguntar al que realmente tiene el problema día a día; y eso es un gran problema para la creación de empleo y para la inversión.

Porque ahora parece que toman todas las medidas sin contar con vosotros ¿no?

Efectivamente toman todas las medidas que van en contra de la creación de empleo, en contra del aumento del aumento de la productividad, en contra de la eficiencia económica de las empresas. No es que estemos en contra de esas medidas, no estamos en contra de la subida SMI ni de la conciliación familiar y laboral, lo que no puedes hacer es subir el salario mínimo siempre a costa de los empresarios y camuflar esa medida, que es recaudatoria, porque lo que hace es que pagamos más cotización; se está camuflando un aumento de la recaudación con un aumento del salario. Estoy a favor de subir salarios, pero es tan fácil como que la persona que esté afectada por el SMI su cotización baje dos puntos, si no pedimos más; entonces el trabajador gana más y la empresa no pierde competitividad. Exactamente es lo mismo que va a pasar con la reducción de la jornada laboral; estamos de acuerdo, pero no podemos hacerlo todo a costa del empresario, porque el empresario lo único que va a hacer es trasladarlo al precio de sus bienes o servicios. En progresar siempre tendrán de la mano a los empresarios, pero evidentemente con cierta connivencia y que nos pregunten, porque hay muchas maneras de hacerlo y que no nos afecte. Siempre he dicho que el empresario es un camaleón y se va a adaptar siempre a las circunstancias, lo que pasa que nos afecta mucho que nos impongan esas cosas de una manera sectaria, sin alcanzar acuerdos, cuando solo hay que ver que en todos los sitios donde se sienta el diálogo social, donde se sientan empresarios con sindicatos a negociar un convenio colectivo, se alcanza un acuerdo.

Pero con el Gobierno no pasa lo mismo

Efectivamente, ¿por qué con el Gobierno no? Los empresarios no podemos dar infinitamente todo lo que nos piden, podemos llegar a un término medio y alcanzar acuerdos. Siempre ha habido acuerdos, pero con todo este tipo de imposiciones y con la cantidad de imposiciones que tenemos, mucho me temo que muchas de las negociaciones colectivas en provincias como Salamanca no saldrán bien. En el momento que no os dejen a los empresarios tomar decisiones que no perjudiquen a los trabajadores, que puedan tener su estatus de vida y que a la vez podamos ser competitivos en provincias más deprimidas o con menos industria o unos servicios diferentes, pues creo que estaremos errando el tiro. Como en una provincia como Salamanca, donde ya de por sí tenemos muchas dificultades para crear empresas; aunque es verdad que el tejido empresarial de Salamanca es envidiable para muchas provincias, tenemos empresas potentes, pese a que estamos mal comunicados, por eso, estamos reivindicando las conexiones ferroviarias como el comer y evidentemente tendríamos que desarrollar muchísimo más el aeropuerto.

“El tejido empresarial al final es un camaleón que se va adaptando a los devaneos de las olas” | Imagen 1

¿Cómo está ese tejido empresarial salmantino?

El tejido empresarial al final es un camaleón que se va adaptando a los devaneos de las olas. Venimos arrastrando unos años muy complicados, venimos de una pandemia que nadie se la esperaba, luego tuvimos un gran problema con las escasez de materias primas, con los microchip, además se encarecieron los costes de traer contenedores, de la importación y la exportación, a eso le sumamos la guerra de Ucrania, la subida del combustible, de la electricidad,... ahora estamos adaptando la subida del salario mínimo, adaptándonos a lo que nos van implantando desde otras esferas. Al final, los empresarios se adaptan, igual que se adapta una economía doméstica, pues se adapta una empresa. Creo que los que menos se adaptan a las circunstancias son los políticos; las empresas y los ciudadanos nos tenemos siempre que adaptar y los políticos, creo que sufren menos esos reajustes.

¿Qué sectores son los que están peor en Salamanca?

El comercio está sufriendo mucho, pero la hostelería también con estas últimas medidas y las se avecinan en el horizonte. La reducción de jornada a ese tipo de sectores les va a afectar. Vivimos primero del sector primario, que mira cómo están, además del sector servicios, que sí que es uno de los grandes afectados de todas estas medidas que encima nos las venden como para crear empleo. Además este tipo de medidas no motivan a nadie a emprender; creo que ese es un gran problema, tenemos que buscar que nuestros niños y jóvenes desde los colegios se les estimule para tener ese emprendimiento que tiene todo empresario. Salamanca es una provincia y una ciudad con un alto número de emprendedores, un alto número de empresarios y eso nos favorece, siempre hemos sido gente además muy abierta, porque también vivimos mucho del turismo, quizás también se nota que somos una ciudad universitaria, ahí tenemos un filón importante para la retención del talento, que debemos de aprovechar, pero necesitamos unas comunicaciones que hagan que una persona joven pueda trabajar aquí, aunque su empresa matriz esté en Madrid, y que pueda ir cómodamente en tren o en comunicaciones que le permitan hacer una vida cómoda en Salamanca trabajando en otros lugares; si no, vamos a crear muchísima gente muy capacitada pero que por desgracia se nos va.

Que es lo que está pasando desde hace años

Efectivamente, somos unos grandes generadores de talento y de cultura y de inteligencia. Tenemos ahora los parques científicos. Salamanca en eso se ha desarrollado muy bien, se han dado pasos muy buenos, pero tenemos que terminar con la retención de la gente. Estamos en una ciudad que es inmejorable para vivir, tenemos de todo, podemos ir andando a todos los sitios, podemos vivir cómodamente, podemos ir a comer a casa y podemos conciliar mucho la vida familiar y laboral, pero es verdad que tenemos muchos hitos y muchas cosas por hacer, y tenemos que avanzar siempre mirando al futuro, pero mirando al futuro viendo el presente. Cuando me dicen del tren para el año 2050, ya es tarde, las decisiones tienen que ser muchísimo más ágiles y más prontas.

¿Y no cree que habría que apostar por otro sector que no fuera el de servicios?

Con el desarrollo del Puerto Seco creo que se nos abre una oportunidad si somos capaces de desarrollarlo, de unirlo con los puertos portugueses y hacer que muchas mercancías puedan pasar por Salamanca como punto neurálgico. Tenemos grandes empresas, grandes importadores y exportadores, tenemos empresas logísticas muy importantes. Es verdad que tenemos que atraer que se nos implanten aquí a lo mejor otro tipo de empresas y que vean en Salamanca un punto neurálgico para cambiar sus mercancías. Estamos en un punto clave, además de que tenemos que potenciar todos nuestros puntos fuertes, somos la provincia con la cabaña ganadera más extensa de toda España, pues a lo mejor tenemos que explotar eso, traer un matadero a Salamanca, un enclave frigorífico, un enclave logístico de muchísimas mercancías que se pueden desarrollar aquí. Es cuestión de querer y de impulsarlo, evidentemente por ganas no nos van a faltar.

¿Cree que se está haciendo lo posible para impulsarlo?

En el Puerto Seco, desde el Ayuntamiento se está haciendo un esfuerzo importante. Las administraciones en ese sentido sí que nos hemos unidos -Ayuntamiento, Diputación, Junta, confederaciones, Cámara, universidades…-; ahí estamos remando todos en la misma dirección y eso es muy positivo. También tenemos que poner Salamanca como un punto clave para el desarrollo de grandes congresos; se hacen, pero se pueden desarrollar muchísimos más y para eso necesitamos comunicaciones, sin ellas es muy difícil atraer grandes eventos. Salamanca tiene mucho potencial, tenemos que aprovecharlo y desarrollarlo, a veces no es fácil, a veces van más por delante las ideas que las posibilidades. Lo tiene todo, somos una ciudad universitaria, una ciudad joven, además tenemos experiencia, tenemos el mundo empresarial, tenemos bastante alto funcionario, el hospital siempre en vanguardia, la universidad, el centro del cáncer… Tenemos una serie de potenciales que no me cabe duda que podemos desarrollar y, de hecho, se están desarrollando, pero es verdad que también tenemos grandes competidores.

Qué mensaje transmitiría a los empresarios

Siempre transmito lo mismo, que luchen por sus sueños. Escuché una vez a una persona emprendedora que había puesto una empresa en el mundo rural en Zamora y dijo una frase que se me quedó y siempre que puedo la digo: “El empresario es aquel que lucha por sus sueños, porque si no luchas por tus sueños, va a venir otra persona que te va a pagar para luchar por los de esa otra persona”. Al final al empresario, el único consejo que le puedo dar es que, a pesar de las adversidades, luche por sus sueños, porque al final los cumplirá.