Miércoles, 09 de octubre de 2024
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Un Museo para el Art Déco y el Art Nouveau que es referente de Salamanca 
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eNTREVISTA SU DIRECTOR, Pedro Pérez Castro

Un Museo para el Art Déco y el Art Nouveau que es referente de Salamanca 

Actualizado 08/03/2024 15:53
Charo Alonso

Junto a las catedrales, la Casa modernista de los Lis alberga uno de los centros culturales más visitados de Castilla y León

Pasea como una criselefantina más la artista Rosana Largo por las estancias quietas del Museo de la Casa Lis, la luz de las vidrieras coloridas jugando en el patio cerrado que anuncia la muestra de la contundente obra del pintor y escultor colombiano Fernando Botero. Prueba espléndida del empeño de la institución por ofrecer exposiciones sorprendentes y mundialmente reconocidas, el conjunto excepcional de dibujos, esculturas y pinturas del genio de la rotundidad se alía con la muestra permanente de la colección de Lis, referente absoluto del Art Déco y Art Nouveau cuyo legado, el de Manuel Ramos Andrade, tan bien conoce y gestiona con el corazón el director del Museo, Pedro Pérez Castro, más de 25 años haciendo historia.

Charo Alonso: ¿Qué papel ofrece este Museo en una ciudad tan monumental como Salamanca?

Pedro Pérez Castro: Como la pintura de Rosana Largo, la singularidad. Como decía Botero, que pintaba como los demás, pero diferente. Esta es una propuesta que rompe con todo lo monumental salmantino, que es impresionante desde los restos romanos, románicos, góticos, renacentistas, barrocos y, de pronto, el modernismo que es luz, color, justo enfrente de las catedrales, que es un toque de modernidad. Y lo más sorprendente quizás es la simbiosis entre contenedor y contenido: es un edificio que llama la atención por su estructura de hierro, básicamente, y los vitrales y el contenido que pertenece a la época en la que se construyó el edificio y, por lo tanto, se consigue así una unidad temática y de contenido importante, y esto a la gente le gusta mucho.

Ch.A.: Es uno de los museos más visitados… ¿Se puede morir de éxito por la afluencia de público?

P.P.C.: Como se suele decir, es una buena pregunta. Este museo, en el que vamos ya camino de los treinta años, ha ido creciendo en número de visitantes. Yo siempre digo que el número de visitantes es importante porque es la respuesta social, es que le interesa a la sociedad y en este momento estamos ya llegando al tope. Ahora nosotros no podemos hacer ningún filtro para que no venga tanta gente pero sí corremos el peligro de que un excesivo número de visitantes dificulte ese hecho –que digo siempre– de ver este Museo como una Casa. Esto es una casa, visitarla implica que estés en tu casa. La visita a una casa debe ser con intimidad, por eso no dejamos hacer fotos, yo cuando voy a una casa que me invitan no me pongo a hacer fotos. Evidentemente corremos el peligro de que se llegue a lo que se llama el turismo cultural contaminante, algo que ya pasa en el Louvre, por poner un ejemplo.

Carmen Borrego: ¿Hay un aforo máximo? Hoy estaba el museo lleno…

P.P.C: Sí, lo hay, se llena y hay que esperar.

Ch.A.: Pero intentáis que venga más público con este tipo de exposiciones tan mediáticas como la de Ágatha Ruiz de la Prada o Botero…

P.P.C.: El objetivo es facilitar todo lo más posible a cualquier tipo de turista, sea de fuera o sea salmantino, el acceso al museo y no hay condicionantes. La gratuidad que tenemos cierto tipo de días, los precios rebajados… Queremos que el dinero nunca sea un problema para visitar el Museo. Hay una posibilidad de hacer un filtro, que es subir los precios, el turismo internacional cuando llega aquí alucina con los precios. Lo vamos a mantener así. Es un reto esta afluencia de público y ya iremos viendo cómo lo solucionamos.

Ch.A.: ¿En esas muestras temporales os habéis planteado hacer algún rincón para arte salmantino?

P.P.C.: No porque no tenemos espacio, la colección permanente no está expuesta en su totalidad, como pasa en todos los museos. No tenemos el espacio ¡aunque ahí está Celso Lagar!

Ch.A.: ¿Cómo es vuestra relación con las instituciones?

P.P.C.: La relación institucional ha sido siempre muy buena salvo en un momento muy concreto en el que hubo problemas. El museo funciona, el problema de los museos que acaban cerrándose o que terminan perdiendo las ayudas de las instituciones es que no va la gente, aquí, como ha venido siempre mucha gente, los políticos lo que hacen es dejarle trabajar. Las relaciones han sido muy buenas, salvo una excepción, siempre ha ido muy bien y ahora van muy bien.

Ch.A.: ¿Tienen los museos la obligación de ser otra cosa? Aquí presentáis libros, pocos, hacéis conciertos, actividades culturales…

P.P.C.: Nosotros tenemos una política en ese sentido muy facilitada por la Asociación de Amigos del Museo. Tenemos una Asociación muy fuerte, creo que después de Cruz Roja es la más fuerte de Salamanca, son 999 personas, no pueden ser mil porque si son mil tienen que pagar una cuota mayor, y por ello hay lista de espera. La Asociación de Amigos hace prácticamente todos los sábados una actividad cultural, hay teatro de cámara, hay música. Evidentemente, con el problema del espacio, que es reducido, el aforo es de unas cien personas, pero hay actividades constantemente. En algunas ocasiones presentamos libros, por ejemplo, el tuyo. Los libros que presentamos siempre están contextualizados con el tema del museo, en tu caso era la biografía novelada de Inés Luna Terrero vinculada a esta Casa, mujer modernista, hija de la persona que trajo la luz a Salamanca, una fábrica instalada ahí abajo. Siempre presentamos libros que tengan que ver con temas relacionados con el museo: la moda, por ejemplo, el libro de José Luis Cuerda… Siempre con alguna excusa o relación con el tema que nos ocupa. Aquí ha presentado libros Lorenzo Caprile, libros sobre la iconografía religiosa. Y después está una actividad muy importante en verano que son ‘Las Noches de Lis’, aquí si damos entrada a artistas salmantinos. Aquí empezó Sheila Blanco, por ejemplo, este año voy a traer, y esto es primicia, no lo sabe nadie, a una cantante maravillosa que se llama Nereida Sanchón, finalista de La Voz.

Ch.A.: Habéis creado con la mercadotecnia del Museo una imagen propia que se identifica.

P.P.C.: Las tiendas son un proyecto en el que fuimos muy pioneros desde el principio y siempre lo hemos orientado en dos sentidos, uno, para que sea promoción del museo, para que quien compre una cosa del museo sea nuestro embajador y segundo porque supone un ingreso importante. De momento, un 60% de los ingresos del museo vienen de las tiendas. Y al final se ha creado una marca, la marca Lis, que está muy introducida no solo en Salamanca sino en muchos sitios, hay mucha gente que le dice a los visitantes: Ve a ver el Museo pero compra algo en la tienda…

Ch.A.: ¿Cuál es el futuro de este proyecto, Pedro? No es una pregunta personal aunque evidentemente este museo se identifica contigo…

P.P.C.: No, bueno, las personas estamos y pasamos. Este museo está tan consolidado… es normal que se identifique conmigo porque soy el heredero sentimental de Ramos, soy el único director que ha tenido este museo. El futuro que yo hubiera querido habría sido la ampliación. Si no ha podido ser, el futuro es consolidarse mejorando la calidad de las exposiciones temporales y mejorando la comunicación, la museografía, seguir fidelizando mucho al público salmantino y seguir siendo un referente para esta ciudad. Ese es el futuro que deseamos.

Charo Alonso, Carmen Borrego.