Miles de personas participan en la manifestación convocada por el Movimiento Feminista que ha concluido en la Plaza Mayor con la lectura del manifiesto '¿Privilegios de las mujeres?'
Una multitudinaria manifestación ha recorrido este viernes, Día Internacional de la Mujer, las calles de Salamanca para reclamar igualdad y derechos y para decir alto y claro que "hoy luchamos todas" y sobre todo "por seguir estando vivas".
Miles de personas han salido a la calle convocadas por el Movimiento Feminista de Salamanca. Partiendo desde la plaza de la Concordia, ha recorrido la avenida de María Auxiliadora y la calle Toro para terminar en la Plaza Mayor. El manifiesto con el título '¿Privilegios de mujeres?' han criticado a esos hombres que dicen que han perdido privilegios; y lo han hecho con datos. Pero las mujeres "hemos decidido luchar por seguir vivas" y por eso, "hoy luchamos todas".
¿PRIVILEGIOS DE LAS MUJERES?
Podría ser el año 1977 y tener que pedir permiso a un hombre para ejercer nuestras funciones. O quizás 1985, porque nuestra vestimenta sigue incomodando y siendo motivo de agresión. Pero, tal vez, simplemente, estemos en el año 1993 y todavía no podemos dirigir nuestro propio negocio, adquirir un puesto relevante en nuestra empresa o formar parte de un comité de dirección.
O esta vez ya hemos pasado el año 2003 y las noticias hablan de mujeres asesinadas, bueno “muertas”, porque cuando un hombre acaba con nuestras vidas, nosotras simplemente morimos. Pero tal vez ya nuestros crímenes parece ser que forman parte de un listado y los medios de comunicación se hacen eco de ello.
Pero todavía estamos a las puertas del año 2010, donde seguimos siendo las guardianas del hogar. Sin nuestro criterio, consentimiento o deseo. Pero nos toca dejar de trabajar porque somos las únicas que pueden llevar un hogar.
Aunque ya huele a 2018 y acabamos de llenar las calles de sororidad en nuestro país por nuestra compañera que fue violada brutalmente por cinco hombres y que aún así se tuvo que enfrentar al mal criterio de algunos jueces.
¿O ya estamos en 2023 donde tu jefe puede abusar de ti delante de miles de personas mientras es televisado y tú debes guardar silencio?
Pues siento deciros que es 2024 y la cosa no ha cambiado mucho.
Nuestro criterio, conocimiento, profesionalidad, trabajo, forma de vivir, e incluso nosotras mismas todavía somos un problema para algunos. Para los mismos que opinan en encuestas que han perdido privilegios.
¿Pero de qué privilegios hacemos uso nosotras? ¿De qué privilegios hablan?
¿Quizás de eso 7 de cada 10 puestos de trabajo con jornada parcial de los que formamos parte?
¿O quizás de que ganemos un 19% menos en jornadas laborales a tiempo completo? Ah no, era de nuestra pensión y ese 33% que ganamos menos que ellos.
A lo mejor es porque estamos más “descansaditas”, ya que 9 de cada 10 excedencias de las mujeres son para el cuidado de hijos o mayores. Ya sabéis, hechas para cuidar y limpiar.
Limpiar mientras trabajamos (cuando nos dejan), ya que las mujeres dedican más de 20 horas a las tareas domésticas, mientras que los hombres no llegan a 11 horas.
Pero quizás y sólo quizás, por eso nosotras ocupamos puestos de trabajo que ellos nunca cubrirían.
Residencias, guarderías, sanidad, educación… que tienen un cierto sabor a precariedad y salarios más bajos.
Por eso si, cuando queremos cubrir puestos de poder público y sumarnos a la vida política tampoco encontramos nuestro hueco.
Solamente un 24.5% de mujeres ocupan puestos de alcaldía, bastante más alto que el porcentaje de la presidencia del gobierno de nuestro país que es inexistente.
El poder económico nos trata mejor. Pasamos de la nada al 8% en alguna presidencia. Será casualidad o quizás economía de chicas.
Pero decidimos ampliar nuestra trayectoria y acercarnos a la justicia, esa que nos trata y cuida tan bien. Nuestra protectora. Y conocemos que, por ejemplo, en el tribunal Supremos ocupamos 15 puestos frente a los 53 de los que ocupan ellos.
“Abusadoras”
Volvamos a las aulas, donde nos costó tanto llegar, donde no nos querían, y empezó dependiendo de la autorización de hombres.
Aquí parece que nos atienden mejor o no: 23 mujeres han sido rectoras, frente a 91 hombres.
Y eso que el 56% del alumnado universitario somos nosotras. Qué raro, siendo más durante la etapa estudiantil somos menos cuando hay que dirigir.
Pero estos son nuestros privilegios laborales, y menos mal que ellos no pueden formar parte de los otros.
Por ahora no se les niega el derecho a abortar en la sanidad pública de su provincia o se cuestiona su menstruación o el dolor que esta les pueda causar.
Tampoco son los culpables de la falta de natalidad, ya que el 90% de responsabilidad recae en nosotras.
Como veis, unos privilegios que cualquiera pelearía.
Aunque nosotras hemos decidido luchar por seguir vivas.
Luchamos por seguir alzando la voz por todas las compañeras que ya no están
Luchamos por conseguir una igualdad salarial en el mismo puesto de trabajo.
Luchamos por nuestra libertad sexual.
Luchamos por no ser cosificadas desde que somos unas crías.
Luchamos por decidir sobre nuestros cuerpos y vidas.
Luchamos por no pisar el suelo pegajoso y no dejar de recoger los cristales del techo de cristal.
Luchamos por no ser violentadas por nuestros jefes y desautorizadas por toda una industria.
Luchamos por conseguir que el derecho a la libre interrupción del embarazo no sea un privilegio., sino un derecho.
Luchamos por una paridad en los puestos de trabajo.
Luchamos por ser escuchadas, creídas y apoyadas.
Luchamos porque ninguna agresión sexual quede impune, y ningún violador libre.
Luchamos por nuestras pensiones, porque hemos trabajado igual que ellos.
Luchamos por nuestras compañeras trans, que tantas veces son perseguidas.
Luchamos por nuestras compañeras palestinas, que está siendo víctimas de un genocidio mientras Europa cierra los ojos.
Luchamos por nosotras las que estamos hoy aquí, pero sobre todo luchamos por las que vendrán. Por ti, por mi, por vosotras, por nosotras.
Hoy luchamos todas.
¡¡¡QUÉ VIVA LA LUCHA DE LAS MUJERES!!!
¡¡¡QUÉ VIVA LA LUCHA FEMINISTA!!!
¡¡¡QUE VIVA!!!