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Fuenteliante celebra su matanza con los sabores más tradicionales
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Fuenteliante celebra su matanza con los sabores más tradicionales

Actualizado 06/03/2024 01:08
Redacción

Mientras los hombres procedían al despiece de la cochina, las mujeres elaboraban las morcillas, preparaban las tripas para los embutidos y adobaban las chichas, además de cocinar manjares como morcilla fresca, chorizo, farinato, sopas de ajo, panceta, chichas y vino caldo

Un año más los vecinos de Fuenteliante celebraron la Fiesta de la Matanza Tradicional, evento incluido en el programa impulsado por la Diputación Provincial con el objetivo de conservar y difundir una de las tradiciones de la cultura salmantina de gran arraigo en los pueblos y que se encuentra en grave declive por distintos factores.

Y mientras en la mayoría de los pueblos de la comarca de Vitigudino el temporal se dejaba notar, la lluvia y el viento que azotó el sábado a casi toda la provincia eran condescendientes con los vecinos de Fuenteliante para que celebrasen su fiesta de la matanza, una gran cita gastronómica con la degustación de los productos más tradicionales de la matanza, comenzando por el desayuno a base de perrunillas, rosquillas, pastas y otros dulces regados con aguardiente de La Ribera, un tentempié para acompañar con las labores de chamuscado y limpieza de una cochina de buen peso.

Y mientras el maestro de ceremonias narraba el despiece de la cerda bajo los sones de la gaita y el tamboril, los hombres deshacían la cochina y las mujeres limpiaban tripas y elaboraban morcillas frescas para su degustación posterior. Precisamente, tampoco faltó la degustación de morcilla entre le público asistente, un plato al que seguiría chorizo frito y farinato, todo acompañado de un rico vino caldo para entrar en calor.

Con las carnes ya en los varales, y una vez a temperatura ambiente, se procedía al picado y al adobo para la elaboración de embutidos, momento que disfrutaron los más jóvenes. Aunque lo que nadie quiso perderse de esta jornada fue la comida, típicamente matancera: sopa de ajo, panceta y chichas de chorizo y de salchichón, mus de limón de postre y café de puchero como broche al potente menú.

Y como señalaba Lourdes Medina, una de las colaboradoras en las labores matanceras, “aunque la lluvia nos asustó varias veces, sólo cayeron unas gotas que no estropearon la fiesta”, una fiesta que finalizaría con las notas del acordeón de Castor.