Dio una clamorosa vuelta al ruedo tras fallar con el acero.
Damián Castaño firmó una tarde de triunfo rotundo en Villaseca de la Sagra (Toledo). De no ser por el desatino con el acero, el salmantino hubiese paseado tres orejas en el coso de La Sagra.
La mejor versión de Castaño llegó en el quinto del festejo, un toro de Peñajara con el que el charro se explayó en el toreo al natural. Faena in crescendo que puso al público en pie, con un Damián Castaño abandonado. Falló con la espada y una faena mayúscula quedó en una vuelta al ruedo clamorosa.
Otra oreja pudo cortar en el primero de su lote, un toro de Peñajara al que recibió a porta gayola. Se gustó el salmantino en el toreo a la verónica. Con la muleta se mostró muy firme y poderoso, tanto en el toreo fundamental como en cercanías. Un pinchazo y una estocada baja redujeron todo a una gran ovación.