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11 de febrero, día de la niña en la ciencia: el efecto Matilda
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11 de febrero, día de la niña en la ciencia: el efecto Matilda

Actualizado 09/02/2024 07:56
Montse Vicente

El "efecto Matilda" es un prejuicio en contra de reconocer los logros de las mujeres científicas, cuyo trabajo a menudo se atribuye a sus colegas de género masculino

Desde hace unos años para acá los días 11 de febrero, celebramos el “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia”.

Y los de siempre dirán que para qué hace falta este día, que claro que las niñas pueden dedicarse a la ciencia, que claro que tienen referentes como Marie Curie, que claro, claro, claro.

Y las de siempre les contestaremos que no es así, que las niñas a partir de 6 años no se creen tan brillantes como sus compañeros y que si les preguntas por sus referentes, casi siempre nombran hombres.

Y que sí, que ya hay estudios sobre el tema, por ejemplo el “Gender stereotypes about intellectual ability emerge early and influence children’s interests” de las universidades de Nueva York, Illinois y Princeton, que estudió el comportamiento de 400 niñas y niños.

Y que hay otros estudios, como el que a partir de un análisis de más de mil publicaciones de investigación entre 1991 y 2005, demostró que los científicos hombres citan más a menudo las publicaciones de autores masculinos que de mujeres. O como aquella investigación suiza que concluyó que los medios de comunicación masivos piden a los científicos varones más a menudo que contribuyan en espectáculos que a sus compañeras científicas. Y que hasta la actualidad, solo el 5,6% de los Premios Nobel han sido dirigidos a reconocer el trabajo científico de alguna mujer.

Así que las niñas, salvo a Marie Curie, no suelen conocer a ninguna otra científica, porque a las científicas no se las suele nombrar en ningún sitio, y esto ocurre por muchos factores: primero, porque pocas mujeres en la historia, se han atrevido a romper clichés y salir de “sus” casas y “sus cocinas”, para dedicarse a lo que ellas consideraban “su pasión” pero que toda la sociedad lo consideraba “cosa de hombres”; segundo, porque las poquitas que lo hicieron, muchas veces tuvieron que adoptar un pseudónimo masculino o aceptar que sus logros se los atribuyeran a su equipo o a su marido, como por ejemplo, el caso de Mileva Maric, más conocida como Mileva Einstein, sin cuyos estudios, tal vez aún no conoceríamos la ley de la relatividad; y tercero, porque como ya he dicho, no se las suele nombrar en ningún sitio, y ya se sabe, lo que no se nombra, parece que no existe.

Y esto es lo que se llama “efecto Matilda”

Según la wikipedia, “el efecto Matilda es un prejuicio en contra de reconocer los logros de las mujeres científicas, cuyo trabajo a menudo se atribuye a sus colegas de género masculino. Este fenómeno fue descrito por primera vez por la sufragista y abolicionista Matilda Joslyn Gage en su ensayo «La mujer como inventora». Matilda Joslyn Gage fue la primera mujer dedicada al ámbito científico que denunció este aspecto negativo en la sociedad”.

El término lo acuño en su honor la historiadora Margaret W. Rossiter, y pone de manifiesto la gran diferencia tanto salarial como de reputación que existe en el ámbito científico entre hombres y mujeres.

Así que sí, la falta de referentes es uno de los problemas más comunes entre las niñas, y esto unido a que desde los seis años las niñas se autoexcluyen de las matemáticas y las ciencias porque consideran que son menos inteligentes y capaces que sus compañeros varones, tiene un impacto negativo en las aspiraciones profesionales de las niñas, que se traduce en su escasa presencia en carreras científicas.

Y es una pena, porque el talento no tiene género, y prescindir del que podrían desarrollar las niñas y adolescentes, que no eligen una carrera científica por falta de espejos en los que verse reflejadas, es una herencia cultural que no podemos seguir permitiéndonos.

Es poco inteligente que utilicemos únicamente la mitad de los cerebros que tenemos a nuestra disposición, para hacer frente a los retos que plantea el futuro, y es cosa de todos y de todas que esto cambie. Y cuanto antes, mejor.

#NoMoreMatildas

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