Sarita Cámara ya está en Stuttgart para representar a España en las Olimpiadas Gastronómicas: “Voy segura y tranquila del equipo porque son unos fenómenos”
Hablamos con la cocinera ledesmina que forma parte de la selección española. Conocemos sus sensaciones, expectativas y cómo se desarrolla el concurso desde dentro
La cuenta atrás ha llegado a su fin. Arrancan las Olimpiadas Gastronómicas, el evento culinario mundial donde se reúnen los mejores chefs del mundo para representar a sus países. La IKA/ Culinary Olympics es la competencia internacional de artes culinarias más antigua, más grande y más diversa del mundo.
Cientos de cocineros de todo el mundo se reúnen en Stuttgart para ganar estas olimpiadas. Entre ellos, la selección española, conocida como ‘la roja de la cocina’. Está formada por diez cocineros de todo el país entre los que hay una salmantina, Sarita Cámara. “Mis compañeros son lo más especial de este proyecto, son locos de la cocina como yo y nos alimentamos continuamente”, explica.
Natural de Ledesma, es una de las grandes chefs de España, siendo elegida Mejor Cocinera de Castilla y León 2023-2024 y Subcampeona Nacional de Cocina en 2023. De camino a Sttugart, hemos hablado con ella para conocer cómo ha vivido los meses previos a la competición y cómo se encuentra a tan solo unas horas de comenzar a defender el mandil español.
“Representar a mi país es un sueño hecho realidad. Me acuerdo que hace muchos años, cuando estudiaba en la fonda Veracruz nos pusieron un vídeo del bocuse d’or, y un compañero dijo: “no sé para qué nos lo ponen, ni que fuéramos a llegar allí”, recuerda. Año después, ahí está. “Hoy estoy llegando al mayor campeonato a nivel mundial. No tengo palabras”.
Los momentos previos: “Unos meses frenéticos”
Durante el tiempo que ha transcurrido desde que Sarita recibió la noticia ha sido un no parar. “Tengo una sensación de ¿es ya?. Se ha pasado el tiempo volando desde que recibí la noticia de formar parte de esta selección”, explica la chef salmantina, que asegura que “han sido unos meses frenéticos”.
A punto de arrancar la competición, asegura que más que nerviosa, está “expectante y deseosa de envolverme. En el frenetismo que seguro se respira. Es verdad que no me ha dado tiempo a pensarlo, pero voy segura y tranquila del equipo. Son unos fenómenos”.
El entrenamiento
Hasta llegar a la competición han realizado una preparación previa que consistía en un entrenamiento al mes. “Somos de diferentes partes de España, y cada uno tenemos nuestro compromiso con nuestros restaurantes, y tenemos un día a día muy ajetreado… Hemos intentado juntarnos un par de días al mes, aprovechando los días de descanso u organizándonos de la mejor manera”.
¿Cómo han entrenado? Haciendo pruebas reales, ensayos, muchas vueltas, composición de recetas, estudio etc. “Es cierto que España va años por detrás respecto a otros países ya que algunos se dedican exclusivamente a preparar estas competiciones, es su trabajo por así decirlo, y cobran por ello. Nosotros nos tenemos que ausentar de nuestras cocinas, o dedicarles nuestro poco tiempo libre en ensayar”, explica. Pero “cada entrenamiento ha sido muy nutritivo, para mí, el aliento de aire fresco cada X tiempo”.
El esfuerzo que están desarrollando todos ellos es tal que han realizado el viaje en furgoneta para llevar toda la carga y producto de la olimpiada.
La competición: España presente en dos pruebas
España compite en dos pruebas: la primera chef table, que se celebrará el 4 de febrero. Consiste en presentar al jurado una secuencia de platos muy refinados y de pequeño calibre, tanto que tiene que estar entre unos varemos de peso y altura determinados. “Consiste en 4 finger food o aperitivo (2 fríos y 2 calientes); bandeja: en la que presentamos dos terminas de pescado, muy delicado, cada una con su guarnición. Se presentan en bandeja que es mostrada al jurado y después se emplata”. Después, “el plato de carne principal: con elementos mínimos en el plato: salsas, puré, guarniciones. Etc. Un postre con varios elementos y un plato vegano”.
La segunda prueba consiste en un menú de las naciones. “Cada país presenta un menú para 120 comensales en los que cada uno de la mesa puede elegir el plato que le apetezca de cada país, por lo que dificulta el servicio de los cocineros”.
A punto de arrancar el mayor campeonato mundial de cocina, su humildad hace que no se olvide de qué le ha hecho llegar hasta aquí. “Siempre se ha esforzado en cada paso que he dado, y eso es gracias a los valores de mis padres y mis maestros de cocina como fueron Ana Rivas y Pedro Subijana".