La pareja tiene una rehala de perros en la zona más afectada por la inundación de la localidad. Explican que pidierón ayuda hasta la madrugada para tratar de llegar al terreno para saber si los animales habían sobrevivido a la crecida del rio Almar
Sin duda esta semana quedara grabada en la memoria colectiva por la tensión y los no pocos nervios que han vivido miles de vecinos de la comarca de Peñaranda, quienes han mirado al cielo con angustia tras las inundaciones y fuerte crecida de los ríos que han provocado las borrascas Elena y Juan.
Situaciones de nerviosismo que también esconden historias humanas en las que se mezclan la impotencia, la rabia y la preocupación, algo que bien puede resumir el sentimiento vivido este pasado viernes por Rocío Bueno y su pareja Agustín, ambos propietarios de un terreno en Ventosa del Rio Almar donde miman a diario a una rehala más de 40 perros. Una pasión y una dedicación que comenzaba a convertirse en toda una pesadilla en la tarde noche del viernes.
“Sobre las 8 de la tarde nos llamaban diciéndonos que el río Almar se había desbordado. Nosotros tenemos la explotación canina justamente en el lugar más afectado por la riada. Sin pensarlo dos veces nos pusimos en marcha queriendo llegar cuanto antes para ver cómo se encontraban los perros y poder estar con ellos o evacuarlos para salvarlos ya que nos decían que la situación era grave…pero intente llegar y era imposible” explica emocionada Rocío, que además recuerda como “ la nave que esta poco antes de nuestro refugio es una granja de conejos. El dueño intentaba pasar el rio poco antes que nosotros y se llevó su coche por delante con 3 personas dentro…la situación era de caos total, tuvimos que sacarlos con un tractor por la ventana del coche porque corrían peligro de verdad”.
Instantes después realizaban una llamada al servicio de emergencias 112 explicando la gravedad de la situación, tras lo que se personaban en la zona efectivos de la Guardia Civil y Bomberos, quienes procedieron, tal y como relata, al corte del del camino para evitar cualquier riesgo mayor.
“Fui hasta Alconada para tratar de llegar a mi explotación y me encontré con que el rio bajaba con gran fuerza y a unos pocos cientos de metros de mis perros, no podía pasar de ninguna forma, por lo que llame a Guardia Civil y Seprona y tan solo llegaron hasta allí dos agentes a las once de la noche diciéndome que no se podía hacer nada, que durante la noche los equipos de emergencias o bomberos no trabajan estos casos y que la situación les llevaba a dar prioridad a otro tipo de situaciones, que hasta por la mañana no podían hacer nada” explica Rocío quién añade que “tras lo que nos dijeron intentamos acceder a pie, cubriéndonos el agua por la cintura, por lo que intentamos hacerlo con tractores pero nada, la fuerza del agua podía con nosotros pero ¿qué pasaba con los perros, los dejamos morir porque nadie nos ayuda?”
Según detalla Rocío, “la Guardia Civil solo nos tomó los datos y se disculpaba diciéndonos que lo sentía mucho pero que no podía hacer nada. Es una impotencia, una vergüenza y una rabia total, saber que están ahí, que nadie nos ayuda y que quizás los perros puedan estar sufriendo o incluso muertos, ahogados por la riada…creo que cualquiera que se ponga en mi situación entenderá la angustia y el miedo que hemos vivido”.
Así han pasado la noche, viendo todas las horas del reloj y esperando la ansiada llegada del amanecer, momento en el que se ponían en marcha, de nuevo con el tractor, para tratar de llegar a la explotación, algo que finalmente, a primeras horas de la mañana, han conseguido. “Abrir las puertas y ver a los perros ha sido una sensación indescriptible” afirma Rocío, detallando que todos los animales han conseguido sobrevivir a las inundaciones “subidos a los tejados de las casetas, ahí han pasado la noche así seguro, pero por suerte están todos bien, pero todo estaba lleno de lodo y ramas”.
Una historia que ha tenido un final feliz, aunque no deja de tener por delante una denuncia “hicimos mil llamadas y nadie nos ha ayudado, nos dejaron ahí por otras prioridades. Gracias a los vecinos de Ventosa, entre nosotros, hemos podido dar soluciones a esta complicada situación, no podemos más que dar las gracias a la buena gente del pueblo”.