La capital ha sido escenario de numerosas movilizaciones, con un ambiente político, al igual que en toda España, muy crispado
Adiós 2023. Dejamos atrás un año que arrancó con muchas incertidumbres; algunas se han ido resolviendo, pero todavía quedan otras pendientes. Marcado sobre todo por las elecciones municipales y generales, también por la situación económica y la sanitaria, se puede decir que 2023 ha sido un año convulso, agitado, crispado… fundamentalmente en el terreno político, pero también en el social y económico.
Y es que Salamanca ha sido escenario de numerosas movilizaciones. La capital fue colapsada en varias ocasiones por los ganaderos, que incluso intentaron asaltar el edificio de la Delegación Territorial de la Junta en Salamanca. La ‘Marea Blanca’ salió dos veces a la calle para reivindicar en manifestaciones multitudinarias mejoras en una cada vez más deteriorada Sanidad Pública. Numerosas han sido las concentraciones de distintos colectivos en apoyo a Palestina pidiendo el fin de los ataques de Israel a Gaza. La recuperación del tren de la Ruta de la Plata y la cuarta frecuencia del Alvia a Madrid ha sido una reivindicación constante en todo el año, así como las protestas de los funcionarios de Justicia. Como siempre, Salamanca acogió las manifestaciones del 8M y 25N, convocadas por un Movimiento Feminista que también ha salido a la calle en apoyo a Jenni Hermoso y para exigir que se cumpla en Salamanca la Ley del Aborto. Y no hay que olvidar las distintas marchas o concentraciones solidarias, que cada año se celebran en apoyo a distintos colectivos, así como las manifestaciones más festivas, aunque también reivindicativas, como la del Orgullo.
Las más crispadas han sido las políticas. El apoyo de Junts a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y la polémica Ley de Amnistía ha provocado unas cuantas protestas en la capital. Multitudinaria y pacífica fue la convocada por el PP, que congregó a más de 20.000 personas en la Plaza del Liceo y alrededores. Menos tranquilas han sido las concentraciones ante la sede del PSOE en Salamanca; una sede que ha sufrido actos vandálicos y amenazadas en varias ocasiones y unos representantes socialistas salmantinos que han sido acosados por los que no asumen cómo son las reglas democráticas.
Los últimos días del año han sido más tranquilos en este aspecto. Pero todo 2023 ha sido de agitación en el terreno político; no en vano hemos vivido dos elecciones: las generales y las municipales. Las primeras convocadas de forma anticipada y que se celebraron, por primera vez, en pleno verano, terminaron con un Gobierno de coalición similar al de la última legislatura, al no conseguir el PP los apoyos necesarios para la investidura. En Salamanca, el PP fue el claro vencedor; como también lo fue en las municipales, donde los populares lograron la mayoría absoluta para gobernar en solitario el Ayuntamiento y revalidar García Carbayo la Alcaldía. Unas elecciones a las que concurrieron muchos partidos nuevos, que hicieron que el voto se dividiera y Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida ya no tengan representación; sí ha entrado Vox por primera vez.
Tampoco ha habido tranquilidad en este 2023 en el terreno económico. La guerra en Ucrania continúa y se mantiene la incertidumbre sobre la llegada o no de una crisis profunda. Los precios de productos y servicios han seguido disparándose, y eso a pesar de la reducción o suspensión del IVA en alimentos básicos. Las medidas anticrisis del Gobierno que arrancaron con el año han ayudado en parte a algunas economías familiares, pero no a todas: todo es más caro y los sueldos no suben en la misma proporción.
Pese a la situación económica, hemos seguido saliendo y viajando, disfrutando de las fiestas, de la Semana Santa y de todas las actividades que se han programado en la capital salmantina, que ha vuelto a batir récords de turismo. También ha habido récord por calor en el mes de agosto, unas temperaturas muy elevadas hasta mediados de octubre que dieron paso a los fuertes vientos y estos a la niebla y el hielo.
En 2023 dijimos definitivamente adiós a las mascarillas obligatorias, primero en el transporte público y unos meses después en los centros sanitarios. Al que no hemos dicho adiós del todo es al Covid-19, que se ha quedado como una infección estacional; pero, en este sentido, la normalidad ya es completa en nuestras vidas.
Y también nos despedimos de personas relevantes en la sociedad y la política salmantina. Entre otros, nos dejaron la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Encarnación Pérez; el capellán de Los Montalvos, Antonio Ruano; el histórico dirigente vecinal Valentín García, o el prestigioso científico de la USAL José Miguel López.