Comenzaba el 2023 lleno de incertidumbres y con alguna que otra certeza, entre estas, la que reflejaba El Roto, humorista gráfico español que con su viñeta publicada en El País el 12 de enero y en la que un hombre le decía a ella: “¡Apaga la tablet! ¡te está entrando el odio!” mientras que en la pantalla se veía destilar fuego, llamas y brasas. Poniendo así de manifiesto el problema de la proliferación de mensajes incendiarios, mentiras, insultos, odio y crispación que circulan por las redes sociales. Un fenómeno que, lamentablemente, cada vez va a más y que debería ser un motivo de preocupación para las autoridades, ya que parece no serlo para las plataformas digitales que los albergan y que facilitan su divulgación.
En la política española, aparecía el 2023 como un año incierto, dada la polarización, crispación y hasta la apología de los insultos que en los inicios de año se estaban dando. Máxime, cuando teníamos por delante elecciones municipales, autonómicas y generales, cuyos resultados de todos son conocidos. Con esos y otros mimbres comenzamos el año que ahora acaba y que no ha sido el mejor en cuanto a la convivencia, la concordia y la paz. Ha sido un año calentito y con alto grado de crispación en la política. En cuanto al lenguaje político, además de las palabras gruesas, malsonantes y los insultos propinados, el vocablo amnistía ha sido uno de los más utilizado, si bien, ha sido polarización la palabra del año elegida por la Fundéu y la Real Academia Española (RAE).
En lo económico, el año 2023 se ha portado mejor de lo esperado. Frente al pronóstico de los agoreros que decían caeríamos en recesión y el más positivo de las instituciones, tanto nacionales como internacionales, que apostaban por un crecimiento de la economía española entre el 1% y el 1,5%, el PIB (Producto Interior Bruto) cerrará el año con un crecimiento del 2,4%, el doble de las previsiones más optimistas.
A escala mundial, en el 2023 se han mantenido 56 guerras activas, todas igual de reprochables, porque nada merece la muerte de persona alguna. Mas, en aras de la brevedad, citaremos solo aquellas más cercanas y lamentables. La guerra en territorio ucraniano por la invasión rusa continuó intensamente en el 2023 y no se ve perspectiva de que pare, a pesar de la inmensa ayuda prestada a Ucrania por Occidente y de las ganas que acabe esta guerra en suelo europeo.
En el continente africano y hacia mediados de abril del 2023, me encontraba en el sur de Egipto, muy cerca de la frontera con Sudán, país en el que el día 15 del mismo mes estalló la tercera guerra civil sudanesa, iniciada por un conflicto militar entre las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en todo ese país. Ocho meses después, el conflicto armado ha causado cerca de 10.000 muertes y el desplazamiento de 7 millones de personas. Y, según Naciones Unidas, otros 25 millones de sudaneses requieren ayuda humanitaria de urgencia.
El 7 de octubre se inició la guerra en Oriente Próximo con un ataque salvaje de Hamás a localidades del sur de Israel, provocando una masacre en la que murieron unas 1.200 personas y se produjo el secuestro de rehenes. El ejército israelí, determinado en “aniquilar” a Hamás, respondió con bombardeos masivos y la ocupación de la Franja de Gaza, donde ya se contabilizan más de 21.000 muertos, miles de ellos niños. La guerra se ha extendido por Oriente Medio. Se combate en siete frentes: Gaza, Cisjordania, Líbano, Irán, Siria, Yemen e Irak. Y afecta al comercio mundial al extenderse por el Océano Indico y con la restricción del tráfico marítimo por el Canal de Suez. Israel, por su parte, apunta que el conflicto armado irá hasta el final, aunque no sabemos muy bien qué quiere decir eso. Sea como fuere, lo que estamos viviendo es una matanza, una masacre humanitaria y una situación límite para la población sitiada, sin agua ni comida. Pero de nada sirven las peticiones de alto el fuego y de atenerse al derecho internacional humanitario, demandado por Naciones Unidas, la Unión Europea y el Papa Francisco, entre otros muchos.
En Latinoamérica se hizo notar la asonada ultraderechista de los bolsonaristas en Brasil y también el triunfo en las elecciones del izquierdista Inácio Lula da Silva. En Argentina, la tercera economía de la región, ganó de calle las elecciones el ultraliberal Javier Milei, con ideas muy controvertidas como la desregulación de la venta de armas o la donación de órganos humanos con soluciones de mercadeo de los mismos. La ola ultra no deja de extenderse, también en Europa.
Por lo que a las catástrofes naturales se refiere, fueron especialmente impactantes los terremotos del sureste de Turquía y de una parte de Siria, sucedidos en la madrugada del 6 de febrero, ocasionando más de 56.000 muertos en el primer país y casi 6.000 en Siria. Además de la destrucción masiva de edificios y bienes de primera necesidad, devastados por uno de los terremotos más mortíferos de los últimos cien años en la tierra.
Calor, incendios, sequia e inundaciones, son los fenómenos climatológicos más repetidos durante el 2023. Un año que según Copernicus, el observatorio europeo, superará el record anual como el año más cálido registrado hasta ahora, que estaba en el 2016. Fenómenos meteorológicos que se extienden por todo el planeta y que ya nadie duda, salvo algún escéptico negacionista, que se deben a los efectos del cambio climático contra el que hay que seguir luchando, sino queremos dejar una herencia envenenada a nuestros descendientes.
Desde el punto de vista de la tecnología, la Inteligencia Artificial (IA) ha acaparado toda la atención por su potencial ambivalente, referido tanto a sus muchas posibilidades como a los miedos que genera. Hasta el personal de Hollywood, incluidos guionistas y actores, paralizaron en mayo aquellos estudios, por medio de una huelga con la que reivindicaban mejor remuneración y una regulación que les protegiera frente al uso de la IA. Los mandatarios y las instituciones, también se han preocupado y están trabajando por una regulación que facilite el desarrollo controlado de la IA. Inteligencia Artificial fue el concepto del año 2022 para la RAE, pienso que ha sido uno de los más utilizado a escala mundial en el 2023 y que también lo será en el 2024, porque desde la popularización del Chat GPT en este 2023, parece que todo tiene que ser inteligente. La IA está tan extendida y con tanta influencia que va más allá de la tecnología, es como una especie de mandato que hay que aplicar, una ideología emergente, discutida por todos.
Por su parte, la carrera espacial cosechó un nuevo hito en la historia con la llegada de la nave espacial Chandrayaan-3, tripulada, que, enviada por la India, logró aterrizar el 28 de agosto cerca del polo sur de la luna, una zona no explorada hasta esa fecha.
En el área del deporte, España se proclamó, el 20 de agosto, campeona del Mundial Femenino de Futbol en Sídney, tras derrotar a Inglaterra con un gol de Olga Carmona, cosa que ocurría por primera vez en la historia. Lástima que, desde el punto de vista informativo, este gran éxito quedó nublado por la totalmente reprochable acción machista del presidente de la federación, Luis Rubiales.
El 2023 deja muchas cosas pendientes y, entre ellas, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que, de forma inédita e incomprensible, lleva cinco años caducado, con el consiguiente perjuicio para la justicia y la salud democrática. Una falta de renovación que afecta al cumplimiento constitucional y al Estado de Derecho, por cuanto contamina la separación de poderes, así como a la administración de justicia para los ciudadanos. La reciente reunión del Presidente del Gobierno y el Jefe de la Oposición, abre un nuevo intento para esta renovación pendiente que contará con la Comisión Europea como mediadora. Esperemos que se resuelva tal anomalía democrática.
Pero quizás, lo más preocupante que nos deja el año que está a punto de acabar es la polarización y la crispación política generada por los políticos, por unos más que por otros, y que, además de darse en las instituciones, se ha extendido a la calle, invadiendo el espacio de convivencia y resultando ya un tanto asfixiante para el ciudadano. Corremos el riesgo de que tal tipo de relaciones se cronifique y genere un problema de efectos negativos incalculable.
Los asuntos aquí tratados son solo alguno de los muchos fenómenos ocurridos en este año 2023 que ahora se cierra. Año un tanto loco, alcanzando los 140 millones de personas desplazadas y refugiadas en algún lugar del mundo, que lo han perdido todo. El 2024 se avecina convulso, de él hablaremos largo y tendido.
Les dejo con LOS TEMAZOS DEL AÑO 2023 (Reggaeton, Comercial, Trap, Flamenco, Dembow) :
https://www.youtube.com/watch?v=DA5N11CYwW0
© Francisco Aguadero Fernández, 29 de diciembre de 2023
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